Las famosas matrioskas o muñecas rusas de madera pintada, una preciosidad de brillantes colores de la artesanía eslava, constituyen una metáfora de muchas cosas, la principal de las cuales es que detrás de una figura hay otra más pequeña, y luego otra, y otra más exactamente iguales a la primera. Lo mismo ocurre con Hamás, una terrible muñeca de tamaño medio que pulsa debajo del yahadismo mundial y se le parece mucho cuando no es idéntica. Al mismo tiempo, debajo ...