Los chicos en el sur de Israel no tienen hoy colonias escolares, campamentos de verano ni nada que se pueda llamar vacaciones. No es una queja de ricos: es la pregunta táctica de la retaguardia civil de cómo hacer para que los niños no estén expuestos a la caída de cohetes palestinos, especialmente a los más grandes, a los que habrá que prohibirles ir a la piscina o jugar a la pelota, obligándolos a atarse -como están acostumbrados- a la ...