A primeros de diciembre Israel pospuso un gran proyecto inmobiliario en Atarot, al norte de Jerusalén, donde en tiempos hubo un asentamiento judío. La idea era habilitar 9.000 viviendas para la comunidad haredí. El parón se decidió luego de una conversación entre el primer ministro israelí, Naftalí Bennett, y el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken. Puede que la presión norteamericana sobre Atarot, que se encuentra más cerca de Ramala que de Jerusalén, tuviera como objetivo mantener la viabilidad de la solución de los ...