Sería dar carta de naturaleza a algo que no existe, no tiene fronteras definidas, población identificable, ni ejerce su soberanía. No aporta nada positivo a la resolución del conflicto y que es nociva para los propios palestinos, al premiar a su liderazgo no democrático. Sólo considerarlo es una invitación perversa a que los palestinos sigan evitando las negociaciones, única vía para una solución sostenible España se alinearía de facto con países no democráticos, en particular Irán, sin ningún socio ...