Ayer, mientras conversaba con Maddie, una de las administradoras del centro Shapiro para Discapacidad en Rehovot, Tel Aviv, me indicó que, si sonaban de nuevo las alarmas por amenaza de bomba, debía colgar y buscar refugio para sus estudiantes y el equipo. Son cuarenta segundos en total para llegar al lugar de seguridad. Justo ayer uno de los cohetes cayó a doscientos metros de ese centro de atención. Hay muertos y heridos. Las hijas de unos amigos viven en Tel Aviv y ...