Lamento empezar de forma poco agradable, pero las cosas son como son y no como nos gustaría que fuesen, ni dependen del cristal con que las miremos. La tragedia que acontece y seguirá ahondándose en Alepo (la Haleb originaria de tantos judíos orientales) tiene lugar ante nuestros ojos mientras las luces festivas alumbran nuestras calles, como si lo que vemos en las noticias fuera otra serie de éxito. El gobierno sirio machaca impune y con la ayuda de Rusia no ...