A pesar de que los británicos a veces se hundan en la debilidad moral por no haber apoyado después al Estado que incubaron, el Reino Unido puede estar profundamente orgulloso de que sólo él abrazó el sionismo en 1917. Y fue la sangre de muchos miles de soldados británicos, australianos y neozelandeses lo que creó las condiciones que hicieron posible el moderno Estado de Israel. Esos hombres lucharon y murieron en la campaña palestina para derrotar al Imperio Otomano, que había ocupado el ...