Las cosas no son negras o blancas, son blancas o negras. Primero la luz y luego la oscuridad, primero la difícil posición erecta y los esfuerzos del Siglo de las Luces y mucho, mucho después la oscuras y siniestras banderas del Daesh o Estado Islámico. Primero vino la Ilustración que nos prometía educación a todos y la trilogía francesa de libertad, igualdad y fraternidad, y luego, mucho después, los hermanos de la muerte que sólo se consideran a sí ...