Los israelíes y los palestinos tienen una mentalidad hacia el otro que es a la vez extraña y única, totalmente desincronizada con la realidad y equidistante de la norma para las partes en conflicto. Dadas sus fortalezas relativas, las posiciones israelíes y palestinas son contrarias a lo que uno espera: Israel debería ser exigente y los palestinos, suplicantes. Se puede debatir hasta bien entrada la noche sobre cuál de las dos es la más absurdamente inapropiada. Sus orígenes se remontan ...