“But if thought corrupts language, language can also corrupt thought.” George Orwell La devaluación del oficio de informar, y, con él, de la propia información, ha sido en grandísima medida resultado de las propias prácticas periodísticas que terminaron siendo, o un presagio, o un paradigma de lo que habrían de criticar posteriormente como algo fundamentalmente ajeno: las fake news y los advenedizos que facilitaban las redes sociales. Acaso, la cobertura de Israel, país visto a través del prisma del conflicto, sea un ejemplo ilustrativo ...