Vergüenza ajena. Eso es lo que sentimos estos días al leer el borrador de resolución en el Consejo Ejecutivo de la UNESCO, votado por una mayoría de 24 países-en su enorme mayoría de regímenes no democráticos- frente a seis votos en contra, sobre Jerusalem. Vergüenza ajena por dicha agencia de las Naciones Unidas que dice velar por el patrimonio cultural de la humanidad, y no duda en alterar la historia, mentir sobre la verdad histórica , cediendo ante mayorías automáticas ...