Ana Jerozolimski Editorial del “Semanario Hebreo” Guilad Shalit volvió a casa. El verlo sonriente, aunque muy delgado y muy pálido, del lado israelí, eso es lo central. “Ven, papá y mamá están aquí”, le dijo el Primer Ministro Benjamín Netanyahu poco después de saludarlo y darle la bienvenida a Israel. Y eso es lo central. Volvió al seno de su familia, de su pueblo, del país que lo esperó expectante y contuvo el aliento muchas veces preocupado por su destino. Luego, el abrazo ...