El adjetivo “inescrutable” es de aquellas palabras que han quedado encasilladas en el contexto teológico. Pero, aquí abajo, entre los humanos (“haolam hazé”, en términos judíos), el destino también resulta imposible de predecir. No hay más que recordar a todos los futurólogos, analistas, politólogos y expertos que hubo y hay, y a sus predicciones. Aunque no sepamos exactamente si mañana va a llover o escampar en tal punto del mapa, hace tiempo que aprendimos que a la larga, y aún ...