La doble hélice de nuestro código genético, que el hebreo denomina slil ha-caful, tiene en la palabra hélice, slil, guardado un secreto magnífico: su raíz lail significa a un tiempo oscuridad y noche, esa noche cósmica de la que procedemos y que sella la mayoría de las galaxias con la impronta del espiral, de tal modo que lo que es arriba es como lo que es abajo. En otras palabras y como se suele decir, la filogénesis repite la ontogénesis, ...