Los golpes recibidos por el Estado Islámico en sus principales feudos, sobre todo por parte de la coalición internacional liderada por EEUU, han dañado severamente las principales fuentes de financiación con las que mantiene su maquinaria bélica. No solo eso: las penurias económicas por las que atraviesa, agravadas por el descenso acusado del precio del crudo (el contrabando de petróleo es uno de sus grandes negocios), están provocando rebajas salariales y drásticos racionamientos en las zonas controladas por los hombres de Bagdadi. Tal y como detalla Associated Press ...