2015 es un año sin glamour apocalíptico. Eso no nos asegura que el final de los tiempos no ocurra la semana próxima, simplemente que no nos lo presenta con la parafernalia a la que la literatura fantástica primero y el cine, mucho después, nos ha venido acostumbrando, prácticamente desde el famoso y denostado año Mil de la Era Cristiana, que no fue precisamente la mejor cosecha de Europa, pero tampoco la peor, sabiendo lo que la historia nos contó a ...