Ehud Yaari es una de las voces más respetadas de Israel en el análisis de la temática del Medio Oriente en general. Es el comentarista de asuntos árabes en el informativo central de los canales 12 y 13 de la televisión israelí, y un destacado miembro del centro de investigación “Washington Institute for Near East Policy”.
Conversamos con él luego del viernes de la así llamada “marcha del retorno” y volvimos a contactarnos tras lo que ahora se conoce como “el viernes de los neumáticos”.
Este es su análisis de la situación.
P: Aunque Israel ha logrado su meta de impedir toda infiltración a su territorio, la situación creada en la frontera entre Israel y Gaza le colocó en una situación incómoda, con críticas de la comunidad internacional. ¿Cree que esto significa que Hamas logró su objetivo?
R: Hamas está satisfecho de ver que su iniciativa es parte de la agenda internacional y que el mundo parece impresionado por su nuevo método. Pero no creen que el resultado haya sido suficientemente dramático. No sienten que lograron su objetivo y considero que es por eso que el segundo viernes ya hubo menos gente que el primero.
P: El Ministro de Defensa Avigdor Liberman dijo que el 90% de los que participaron el primer viernes en la gran concentración de casi 50 mil personas, eran funcionarios de Hamas a sueldo, con sus familias.¿Es cierto?
R: Por supuesto. Ordenaron a todos los funcionarios de los diferentes brazos de Hamas a ir con sus familias, aclarando que observarán quién va y quién no. Fueron a los liceos a decir a los alumnos que hay que estar allí. Reclutan a la gente como ellos bien saben hacerlo. Y te diré que en la parte de las tiendas de campaña, el campamento que establecieron, entre aquellos que no se acercaron a la frontera misma, era todo un evento, como una gran celebración, con orquestas y bailes, aunque no fue eso lo que salió en cámaras lógicamente.
P: Hace ya mucho tiempo Israel dice que no tiene interés en un nuevo conflicto armado de gran envergadura en Gaza pero también Hamas lo da a entender. ¿Es así realmente?
R: Exacto. Hamas no quiere ahora otra vuelta contra el ejército israelí porque ahora cuentan con la mitad del presupuesto que tenían antes, no logran introducir a Gaza las nuevas armas que quisieran ni multiplicar las fundiciones en las que fabrican cohetes. Tienen que lidiar con no pocas limitaciones. El dinero que reciben de afuera, de Turquía y de Irán, no llega en las mismas grandes sumas de antes. Así que saben que si van a otra guerra, no podrán reconstruir o recuperar fácilmente lo que pierdan.
P: Y esas limitaciones no derivan solamente de las acciones israelíes ¿Verdad?
R: Es cierto. Quienes más los frenan son el ejército egipcio y Daesh (ISIS) en el Sinaí. Entraron en conflicto porque Hamas dejó de ayudarles, por presión egipcia. Y como venganza, ahora les cortan el pasaje de armas. Además, recordemos que Hamas tiene en prisión en Gaza a casi mil salafistas.
P: ¿Este nuevo sistema de los choques junto a la frontera con Israel es una forma de lidiar con las limitaciones?
R: En parte sí. Ellos sienten que así están determinando las reglas del juego, el cómo y cuándo de los choques. Convocan a las masas, presentan las protestas bajo el título del derecho de los refugiados a volver a sus aldeas originales en lo que es hoy Israel y bajo el “auspicio” de las multitudes, mezclados entre ellas, intentan que algunas de las células rompan la cerca y perpetren atentados.
P: Si están limitados y sienten que su margen de maniobra no es el de antes ¿No están jugando con fuego, arriesgándose a que Israel considere que tiraron demasiado de la cuerda?
R: Sí, pero tratan de mantener ciertos límites. El hecho es que Israel les mató a varios de sus hombres- me consta claramente que 12 de los muertos del primer viernes eran terroristas, la mayoría de Hamas- pero ellos no dispararon cohetes hacia Israel. Por otro lado, también Israel trató de limitar el choque. Israel había advertido de antemano a Hamas a través de los egipcios que si llevan a la multitud a la cerca fronteriza, Israel no se limitaría a responderles únicamente junto a la cerca sino dentro de la Franja misma, pero no lo hizo.
P: O sea que Hamas intenta maniobrar entre ataques a la cerca y a las tropas que la cuidan y no arriesgarse a que estalle una conflagración de gran envergadura. Es un riesgo.
R: Está claro que Hamas tiene en la Franja de Gaza varios blancos que no quiere arriesgarse a que sean atacados. Por ejemplo: la comandancia de su organismo central de seguridad en Tel el-Hawa y varias fundiciones en las que fabrican cohetes. Ya están perdiendo todos los túneles ofensivos, que cruzan hacia Israel porque Israel tiene ahora una tecnología que los detecta, o sea que tienen claro que el sistema de los túneles no les funcionará como antes porque Israel ha encontrado respuesta. Tampoco tienen respuesta a la Cúpula de Hierro que intercepta en el aire y destruye los cohetes que disparan hacia Israel…así que tienen limitaciones.
P: Abro un paréntesis…estas limitaciones ¿Significa que ya no pueden amenazar a Israel o aún tienen cómo hacerlo?
R: Sin duda. Se estima que tienen hoy unos 10 mil cohetes de distintos tipos, aunque en general pueden enviarlos en una dirección general, no apuntarlos a un blanco puntual. Pero saben que desde la guerra del 2014 Israel ha duplicado la cantidad de baterías “Cúpula de Hierro” que logran interceptar la enorme mayoría de los cohetes. O sea que su situación es más complicada que antes.
P: Aún así, parece claro que logran ganar algunos puntos con su manejo de las cosas durante estos fines de semana.
R: Así es. Lograron ejercer una fuerte presión, arrinconar al Presidente Abbas y crear una situación en la que ahora él no puede detener el apoyo económico que quedaba de lo que él transfería antes de la Franja de Gaza, que asciende a unos 105 millones de dólares por mes.
Está claro que Hamas piensa seguir con estas iniciativas, busca pasos más efectivos, entendieron cómo actúa el ejército israelí y buscarán “innovación”. Pero claro que su juego es muy delicado. Se les puede complicar todo, pero creo que intentarán mantener la situación dentro de límites “tolerables”. Habrá que ver qué pasa en las próximas semanas. El 17 de abril es el “día del preso palestino” y el 14 y 15 de mayo preparan algo grande, porque como sabemos, lo que para Israel es el día de la independencia, para ellos es la “Nakba”. Y también estará ese día la apertura de la embajada de Estados Unidos en Jerusalem.
LA INTERNA
P: ¿Las divisiones internas en Hamas inciden?
R: Por supuesto. Si bien Yehia Sinwar es el líder indiscutido -Ismail Haniye, nombrado tiempo atrás como jefe máximo, es una mera marioneta- hay críticas. Le critican que apostó por un acercamiento a Egipto lo cual le costó a Hamas la coordinación que tenía antes con Daesh en el Sinaí. Hay una línea en Hamas, representada más que nada por Salah el-Aruri, que quiere intensificar la cooperación con Irán y Hizbalá . Por otro lado, hay un contacto fuerte también con Turquía.
P: Está también el tema de la situación interna en Gaza y los recursos insuficientes. O mejor dicho, el uso de los recursos más que nada para la infraestructura armada de Hamas, no para las necesidades de la población.
R: Exacto. Hamas tiene 20 mil hombres armados y eso requiere mucho dinero. Tienen que pagar sueldos. La ayuda civil que llega de Katar a la Franja de Gaza es coordinada directamente con Israel, que permite introducirla pero de acuerdo a proyectos puntuales, o sea que las cosas no entran ya en forma abierta para que Hamas no use materiales para sus propios intereses. Si entra cemento, se determina de antemano cuánto y adónde va. Hay un mecanismo que controla todo esto, no es perfecto, pero funciona bastante bien.
ISRAEL Y GAZA
P: Y esto me lleva a plantear el tema de la relación diaria entre Israel y la Franja de Gaza. Es que se acusa a Israel del bloqueo que ha impuesto, y es un hecho que las fronteras entre Israel y Gaza no están abiertas como entre países amigos. Pero cuando se analiza la situación, es mucho más compleja. Los palestinos dicen que aunque Israel salió de Gaza en el 2005, continúa ocupándola porque le cerró la puerta.
R: En efecto dicen que la ocupación no terminó, porque Israel está apostado alrededor de parte de la Franja. El pequeño detalle que no mencionan es que Gaza está gobernada por Hamas, que quiere matar israelíes. O sea, que no es tan sencillo.
Recordemos que los dos pasajes fronterizos entre la Franja de Gaza e Israel están abiertos todos los días…
P: Así es, por Erez en el norte pasa gente, incluyendo enfermos a tratamiento en hospitales israelíes, y por Kerem Shalom en el sur entran mercaderías.
R: Exacto. Del lado egipcio, el puesto de Rafah casi no se abre, sólo cuando los egipcios tienen algo para ganar. Yo diré, contrariamente a lo que suele publicarse, que en la Franja de Gaza no hay una crisis como se la presenta en general, en el sentido que falten cosas claves. Los mercados están llenos, no hay crisis humanitaria. Eso no quiere decir sin embargo que no haya problemas. Claro que los hay. La mayoría de la población es pobre.
Uno de los temas centrales es que se perdió la fuente de trabajo en Israel, todos los palestinos que antes entraban diariamente a Israel a trabajar y llevaban el dinero a la Franja. Pero mientras es Hamas quien está en el gobierno en Gaza, Israel no se puede permitir introducir 100 mil palestinos que la habitan, porque no se sabe quién hará qué, dado que Hamas puede manejar las cosas. Israel intenta equilibrar un poco el tema, permitiendo la entrada , o sea la salida de Gaza a Israel, de comerciantes palestinos, a fin de alentar la actividad económica.
P: Está también el tema de los recursos básicos, por ejemplo el agua, la electricidad, aunque Israel les transfiere ambas cosas, parte de lo que necesitan.
R: Es muy importante poner en funcionamiento la planta de desalinización que está en construcción, así como también la planta energética, pero todo avanza muy lento debido a la lucha entre Hamas y la Autoridad Palestina, a raíz de la cual no llega el dinero. Eso ya se podría haber terminado si los hubieran ayudado suficientemente, sea la Autoridad Palestina o Egipto, y si Hamas usara el dinero para lo necesario, no para financiar su brazo militar.
Pero ahora, el tema clave en cuanto al agua, es mejorar su calidad. Hay que arreglar todo el sistema de alcantarillado, reciclar, ahí están los temas más urgentes.
Israel podría ampliar más los permisos de exportación desde Gaza, que es más que nada de agricultura y zapatos, pero ese no es el punto central. Israel permite introducir todos los días varios cientos de camiones con mercadería, puede aumentar la cantidad, pero no depende de Israel sino de los que mandan la mercadería.
P: Otro tema muy problemático son los cortes eléctricos, o mejor dicho las pocas horas en las que la población tiene electricidad por día.
R: Así es. Hoy en día tienen entre 5 y 6 horas por día, lo cual se debe a la falta de combustible por el que el Presidente Abbas tiene que pagar. El no lo hace y entonces hay menos. Pero claro está que si Hamas decidiera dar prioridad a las necesidades de la población, el dinero estaría pronto.
P: Hay acá un mosaico complejo…Abbas también condena a Israel por el bloqueo a Gaza, pero él le impone muchas limitaciones.
R: Sin duda. Por un lado, Israel no frena qué introducir a Gaza, sino que condiciona que esté todo coordinado y que no vaya a túneles y fabricación de cohetes. Salvo, claro, que prohíbe introducir armas y derivados, y elementos de doble uso, o sea que pueden servir con fines civiles pero también militares.
Y por otro lado, sí, la Autoridad Palestina ha impuesto varias sanciones a la Franja de Gaza. Cortó el sueldo que pagaba a los funcionarios, en distintos grados. En determinado momento dejó de pagar totalmente por el combustible de Gaza y luego devolvió, pero sólo parte.
Hay números significativos. Del presupuesto de la Autoridad Palestina, el 52% iba a la Franja de Gaza, más que nada para los sueldos y jubilaciones de los que antes eran funcionarios de Al Fatah.
P: Hasta que todo el sistema cambió en el 2007 cuando Hamas expulsó a Al Fatah del gobierno en Gaza.
R: Exacto. Pero ahora ya no el 52% sino que sólo el 25% de su presupuesto está destinado a Gaza. Recientemente se disponían a cortar más aún pero por ahora se frenó ese plan. Y claro que eso dificultó las cosas en general, porque hay menos dinero en Gaza.
La Autoridad Palestina estuvo pagando sueldos durante diez años a gente que no trabajaba. Por eso hace unos meses, cuando se volvió a intentar la reconciliación, la AP quería que si se hace cargo del gobierno, con toda la responsabilidad que eso supone también en temas municipales, del día a día, debía recibir también la responsabilidad por la seguridad, pero Hamas se negó. Así que la AP dijo “entonces arréglense solos”.
P: Pero dicen que la culpa de la situación la tiene Israel.
R: Dicen, sí. La realidad es otra.
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