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| jueves abril 18, 2024

Experto en genética afirma que el COVID-19 podría influir en la evolución humana

El médico, investigador y escritor israelí, Sharon Moalem, explica el motivo por el cual las mujeres son más resistentes al virus que los hombres y por qué los niños son los mejores propagadores del virus. Además, señala que la urbanización pone a todos en riesgo de infección


Sharon Moalem Foto Chad Hunt
Por momentos, durante mi conversación con Sharon Moalem, parecía que el médico, investigador y autor de best-sellers suspiraba de alivio por el brote de coronavirus (COVID-19). No es que sea insensible o despreciativo de las tragedias personales y nacionales que se están produciendo, por el contrario, sino que se había percatado de que una gran pandemia estaba por afectar a la humanidad y se había estado preparando para ello.
Según Moalem, el brote concluye un ciclo largo y oculto del cual cree que la humanidad emergerá con más inteligencia y fuerza.
«El coronavirus es un recordatorio», señala Moalem en una entrevista con Calcalist, «de que es irrelevante importa cuán importantes y sofisticados creamos que somos; el mayor peligro no es el cambio climático o un asteroide que destruya el planeta, sino uno que es invisible para nosotros», agrega.
Moalem, de 46 años, nació en Israel, creció en Canadá y actualmente vive en Estados Unidos. El especialista es un médico e investigador de renombre mundial cuyos estudios se centran en el vínculo entre la medicina, la genética y la evolución. Moalem posee un gran conocimiento sobre todo aquello que es imperceptible para nuestra vista y obtuvo su reputación debido a su enfoque innovador que considera a la evolución como un proceso activo en el que los desarrollos genéticos reaccionan a las condiciones cambiantes.
Moalem ha publicado cuatro libros best sellers en el transcurso de los últimos 13 años. Sus escritos han atraído la atención del público al campo de su especialización. El primero de sus libros, ‘La supervivencia de los más enfermos: las sorprendentes conexiones entre la enfermedad y la longevidad ’, fue traducido a 30 idiomas y llegó a la lista de los más vendidos de The New York Times. Se estima que su quinto libro, en el que explica la superioridad genética de las mujeres, será publicado pronto.
Además de su trabajo como investigador, Moalem también es cofundador de dos startups y tiene 25 patentes registradas a su nombre. Durante el último mes, él y su equipo en el prestigioso Centro Médico Mount Sinai, en Nueva York, han estado recopilando datos de todo el mundo para construir un mejor modelo del impacto proyectado de la nueva pandemia.

Coronavirus MDA

«La pandemia se desata en un entorno urbano»
(Moti Kamjji)
– ¿Alguna vez imaginaste que nos encontraríamos en este tipo de situación?
– Absolutamente. Además, no entiendo cómo no la hemos atravesado antes. Piénselo, nunca antes han habido tales condiciones de proximidad. La sociedad humana está más urbanizada que nunca. En una sociedad de este tipo, las personas están en contacto directo entre sí de manera constante, cada vez que presionan un botón en un elevador. El hecho de que hayamos pasado 100 años sin una pandemia, muestra la resistencia de nuestro sistema inmunológico «.
– Los árboles en el bosque también están muy cerca y eso no acelera la propagación de enfermedades entre ellos.
– Los árboles en un bosque no constituyen un monocultivo. En la agricultura, cuando se trata de una variedad de trigo o uvas, cuando un hongo ataca, ataca todo. Es por eso que los agricultores se ven obligados a usar constantemente fungicidas. Si estuvieran cultivando diferentes variedades de tipos de plantas, no tendrían que hacerlo, ya que el hongo no se transferiría de una vid a un olivo. En un bosque natural, uno nunca ve una sola variedad de pinos. Eso sólo sucede cuando los humanos lo plantan de esa manera, como se ve en Israel y en otros lugares, y esas son precisamente las condiciones en las que una enfermedad puede destruir un bosque entero, como una pandemia que se desata en un entorno urbano «.
– ¿Son las pandemias un problema urbano?
– A lo largo de la historia, se han produjeron pandemias mundiales cuando los seres humanos se aglomeraron en las ciudades. Este no es un problema nuevo, es uno que ha estado con nosotros durante 2.000 años. La plaga de Justiniano, por ejemplo, tuvo lugar hace aproximadamente 1.500 años durante un período relativamente urbano. Esta enfermedad llevó a que muchas personas abandonaran las ciudades a las que sólo regresaron masivamente después de la revolución industrial.
Cuando la viruela o la peste bubónica atacaron Londres, todos huyeron de la ciudad, tal como lo están haciendo ahora. De hecho, yo estoy en Manhattan, y todos los que pudieron abandonaron el distrito. Es un patrón que se repite a lo largo de la historia.
– ¿Significa esto que para evitar pandemias debemos reducir la urbanización?
– Precisamente. Menos urbanización permitirá un futuro más sostenible. Estamos acostumbrados a pensar al revés, que la urbanización conducirá a una mejor gestión de los recursos. Eso puede ser cierto, pero el costo es una mayor susceptibilidad a las enfermedades infecciosas.
– Sin embargo, reducir la urbanización no es realmente posible en el siglo XXI.
– Es imposible siempre y cuando sigamos pensando como lo hemos hecho hasta ahora. Todavía tenemos que probar otras soluciones, como las ciudades flotantes. Aún no hemos pensado en diferentes lugares y otras formas de vida.

Los niños no se contagian menos que los adultos.

«Los niños son los que más transmiten el virus»
(Shutterstock)
– El coronavirus daña principalmente a los ancianos. Algunos incluso se manifestaron a favor de tolerar ese daño. ¿Podría ser este un mensaje de la naturaleza que simplemente hay demasiadas personas y que es hora de dar paso a la próxima generación?
– En realidad estamos descubriendo que el virus es mortal en más rangos etarios de lo que inicialmente pensábamos. Estamos viendo hallazgos sorprendentes con respecto a los jóvenes de 30 a 50 años. Pero el virus sólo quiere sobrevivir. No matará a muchos, para no suicidarse sin darse cuenta.
– ¿Cómo puede un virus saber que no debe matar a demasiadas personas?
– Las personas que más están transfiriendo el virus en estos días son los niños, y el virus sabe cómo aprovecharlos. Por un lado, el sistema inmunológico de los niños está subdesarrollado, y su inmadurez los protege de un fenómeno mortal llamado síndrome de liberación de citocinas, mediante el cual el cuerpo produce demasiados glóbulos blancos. Por otro lado, los niños están en contacto más directo entre ellos, juegan y tocan muchas cosas, por lo tanto, sirven como un medio perfecto para la transferencia del virus a los miembros de su familia. Es una estrategia sorprendente por parte del virus: el sistema inmunológico de los niños permite una infección generalizada y, al mismo tiempo, no los agrede tanto. Otra ventaja es que los niños tienen muchos más años de vida, por lo que el virus puede “hacer planes” a largo plazo.
– ¿Las huellas del virus permanecerán con nosotros para siempre?
– Las posibilidades de que eso suceda son bastante altas. Cualquier enfermedad que nos ataque puede cambiar nuestra genética y, de alguna manera, afectar la evolución. Las pandemias influyen en la evolución de dos maneras. Una forma es matar a muchas personas. Aquellos que lograron sobrevivir debido a una ventaja genética se lo transfieren a su descendencia. La otra manera es alterando nuestro código genético. Alrededor del 8% del genoma humano está formado por los restos de virus antiguos que se propagan, se infunden en las células humanas y dejan su carga genética dentro de ellas.
Hay informes de personas que contrajeron coronavirus y se descubrieron concentraciones de este en sus testículos, lo que significa que podría llegar a su descendencia. Es posible que los cambios en nuestro código genético sean un tipo de corrección que nos otorgará rasgos nunca antes vistos, pero sólo lo descubriremos en un futuro lejano. Cuando eso suceda, podremos entender por qué algunas personas se enfermaron y otras no. Puede darse el caso de que algunas de las personas que murieron a causa del virus, particularmente las más jóvenes, tenían un sistema inmunológico que era bueno para hacer frente a los gérmenes, pero reaccionó de forma exagerada cuando se encontró con el virus.

Curados de coronavirus

«Las mujeres tienen un sistema inmunológico más fuerte que los hombres»
(Ynet)
– ¿Hay alguna diferencia en cómo los cuerpos masculino y femenino responden a las enfermedades?
– Los hombres contraen más el COVID-19 que las mujeres. Las personas no entienden las diferencias entre los sexos e inmediatamente dicen que es resultado del comportamiento, que los hombres fuman más o se lavan las manos con menos frecuencia. Esto puede ser parcialmente cierto, pero la razón fundamental es que las mujeres tienen un sistema inmunológico más fuerte que los hombres. Es un rasgo evolutivo, con el objetivo de que las mujeres sobrevivan para cuidar a los niños.
– Una parte importante de su trabajo se centra en la epigenética, las formas en que el código genético cambia en respuesta a diferentes condiciones. ¿Los eventos que se están produciendo en estos momentos producirán un trauma que dejará una marca en el genoma humano?
– Es difícil caracterizarlo como un trauma. Lo que está ocurriendo ahora no es muy diferente de lo que la humanidad ha estado enfrentando durante miles de años, hasta la invención de la medicina moderna y la higiene. Tuvimos la suerte de experimentar un siglo sin una pandemia global.
Cuando se trata de epigenética, cualquier crisis puede tener un impacto, pero sólo se puede percibir a largo plazo. Sabemos, por ejemplo, que los hijos de los sobrevivientes del Holocausto tienen una tendencia a la obesidad porque los cuerpos de sus padres sufrieron desnutrición y, como resultado, almacenaron más nutrientes y ese rasgo se transfirió a la próxima generación. Entonces, el resultado de este brote puede ser el nacimiento de muchos hipocondríacos, lo cual no es necesariamente algo malo. ¿Por qué la gente teme a las serpientes aunque solo una pequeña minoría de nosotros las ha encontrado en la naturaleza? Porque ese miedo antiguo está genéticamente arraigado en nosotros. Quizás la pandemia de coronavirus sea una forma eficiente de infundir miedo a los microbios, por lo que seremos más cuidadosos con lo que tocamos y nos lavaremos las manos con más frecuencia.
– Actualmente, Estados Unidos tiene el mayor número de pacientes con coronavirus y la tasa de infección allí es aterradora. Como alguien que está muy familiarizado con el sistema de salud allí, ¿Crees que está preparado para el desafío?
– Todo depende de la voluntad de las personas de autoaislarse, pero las posibilidades de que la gente se encierre en su casa son bastante escasas. En un país donde viven 300 millones de personas, podría terminar fácilmente con millones de muertes, pero sigo siendo optimista.

 

Adaptado por Leandro Fleischer para Ynet en espanol

 
Comentarios

La conclusion es: que somos demasiados humanos en poco espacio. Yquiza sea mejor poblar los desiertos, en vez de hacer rascacielos, organizar a los centros poblados a que se vayan a vivir al SAHARA, al NEGUEV,o a los deiertos de AFRICA, ACOSTUMBRARSE a vivir sin comodidades urbanas, como vivir a la orilla del rio o del mar. a la intemperie,es decir retroceder 3 mil años o mas, Los animales no tienen pandemia, viven a la intemperie, nacen y mueren a la intemperie, sin aire acondicionado ni luz electrica, sin television ni computadoras, levantarse con el sol, y dormir segun la luna, bajo la lluvia, taparse con pieles,y dormir bajo los arboles.- El modernismo y la civilizacion son los culpables de la pandemia.-Dice un adagio°donde entra el sol no entra el medico°

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