Cuando la mayor parte de las personas del mundo se encuentran aisladas en sus hogares cumpliendo algún tipo de cuarentena, no son pocos los que se pregunta qué hacer con tanto tiempo en casa.

Maceta con hierbas israelíes en la bodega Galil Mountain. Foto: Jessica Halfin.

Una de las respuestas es gratificante: ¿por qué no hacer que el balcón, la terraza o el patio florezca con un aroma especial? Sí, con vegetales y hierbas que, además de verse y oler muy bien, también se pueden comer.

Una huerta de hierbas en el balcón puede ser un proyecto interesante para estos días de encierro y aburrimiento pero también la solución proveedora de condimentos e ingredientes que requiere la cocina israelí.

Sí, el propio jardín culinario también puede ayudar a mejorar incluso los platos más simples.

1. Convertir las sobras del supermercado en oro

Es probable que en las intensas búsquedas por Internet hayan aparecido videos que muestran cómo convertir los restos de comida en plantíos. Quizás antes no hayan sido interesantes pero ahora es un buen momento para aprovecharlos.

Videos como este hacen hincapié en cómo volver a cultivar plantas a partir de restos de comida. Desde lechuga hasta jengibre y diversas hierbas.

De la misma forma, es posible separar semillas de tomates y fresas, lavarlos, secarlos y plantarlas para generar nuevos brotes. Es genial, ¿verdad? ¿Cuan genial es eso? Este video muestra cómo plantar rodajas de fresas y obtener resultados.

1. Comprar semillas en Internet

En Israel, el poleo se sirve en el té. Foto: Jessica Halfin.

La opción de poder comprar en línea es algo fantástico porque no sólo resuelve la ansiedad del comprador sino que puede evitar que muchas empresas quiebren en estos días en que la atención física al cliente se encuentra restringida.

Hishtil, con sede en Israel, tiene una increíble variedad de plántulas de hierbas que van desde la salvia al poleo, una de las que más disfrutan los israelíes en sus tés.

Otra opción israelí es Nativity Seeds que recibe pedidos en línea de semillas orgánicas clásicas y bíblicas para plantar y conseguir verduras y hierbas.
Esa página es un libro abierto para saber cuándo y cómo plantar las plántulas de Israel.

2. Aprovechar las estaciones del tiempo

No importa si se trata de un balcón en el piso 9 o una huerta en la planta baja. No hay mejor herramienta para el cultivador que un instructivo de jardinería como este, que ofrece vasta información sobre el la huerta israelí perfecta.

Si bien es posible que haya que cambiar los meses para acomodar la información para aquellos que viven en otras partes del mundo (por ejemplo, el invierno israelí es más como el otoño en América del Sur), las hermosas ilustraciones, la sabiduría y las recetas adicionales serán de gran ayuda para enfocar los objetivos de plantar, cosechar y preservar los productos.

3. Armar una huerta de hierbas gourmet de Israel

El zahatar es el primo de Oriente Medio del orégano. Foto: Jessica Halfin.

Parte de lo que hace que la comida israelí sepa tan sabrosa, fresca y estacional es el uso de hierbas y vegetales combinados, recolectados de una granja profesional o de una huerta en casa.
Las opciones son mucho más interesantes que solo el cilantro y perejil que se ven tan a menudo en platos israelíes como el hummus o especialidades yemenitas.

Para que los platos israelíes caseros se destaquen, la albahaca fresca debería estar presente. Y aprovechar esta planta al máximo como se ve en este video siempre es útil. Otras hierbas que no pueden faltar son el zahatar (primo de Oriente Medio del orégano), romero (ese que crece en los arbustos en las calles de Israel), eneldo, cebolleta y nana, esa menta mediterránea que le da al tabuleh su increíble sabor.

Si bien el hinojo no es tan utilizado en el país, las plantas crecen silvestres como malezas en los bosques de Galilea durante cada primavera.
Si se planta un bulbo de hinojo en la huerta casera, el aroma perfumará el perímetro y el humor siempre mejorará.

4. La ventana de la cocina es un gran espacio para la huerta

Con algo de sol cada día, las hierbas de Israel también pueden crecer en el interior de las casas. La ventana de la cocina o cualquier otro espacio soleado, como se muestra aquí.

También hay ingeniosos kits que usan Utilizan luces LED para el crecimiento sano de las hierbas de la huerta verdes que alegrará los día de sus dueños durante todo el año, incluida alguna cuarentena.

5. Cultivar una hueva de hierbas para tés relajantes

Planta de cedrón. Foto: Jessica Halfin.

El té de hierbas ya puede ser considerado hoy como un arte israelí. No son pocos los que detienen sus autos en las carreteras para llevarse hierbas que crecen al costado del camino, en un arbusto del desierto, un bosque cercano o cualquier otro entorno silvestre.
Pero ¿por qué no sacar esas hojas de la huerta propia en casa?

Hay numerosas plantas que ayudan a mejorar el sistema inmunitario o a relajar a las personas luego de intensas jornadas. Por ello, hacer un té con hierbas escogidas de la huerta es una gran iniciativa.

Salvia que crece en el patio trasero de una casa. Foto: Jessica Halfin.

La nana, el ajenjo, el cedrón, las hojas de melisa, lavanda, romero, zahatar y salvia son comúnmente usados para hacer tés. Con el ajenjo hay que ser más cuidadosos y usarlo con moderación para evitar mareos y otros efectos secundarios desagradables.

Romero de cultivo en casa. Foto: Jessica Halfin

7. Añadir nuevos vegetales a la dieta cotidiana

Una sabrosa acelga. Foto: Jessica Halfin.

La cuarentena generó millonarias compras de papel higiénico y alimentos enlatados que todavía están almacenados en la despensa. Lo que es seguro es que los vegetales se comen pronto o se echan a perder.

Para no tener que pedir de más o tirar verduras podridas, la opción de tener la propia huerta casera de hojas verdes permite tener a mano algunas hierbas o vegetales para servir en la mesa.

Las acelgas son un ejemplo: muchos platos israelíes las usan, desde salsa de albóndigas hasta la shakshuka verde. Además tienen un contenido nutricional aún mayor que la col crespa.

La lechuga es otra opción, porque que crece muy bien en macetas pequeñas. La cosecha propia da como resultado una lechuga muy fresca y sana, y un “contrapoder” contra esa exagerada cantidad de chocolate ingerido durante la cuarentena.

8. Plantar un árbol es sembrar esperanza para el futuro  

Una característica de los patios traseros de las casas de Israel es la variedad de árboles que crecen en ellos. Si se cuenta con espacio, la primavera es un buen momento para cavar algunos hoyos en el fondo de la casa y poner a andar el reloj a futuro a la espera de nuevos retoños.

Si lo que falta es justamente el sitio al aire libre, es posible cultivar un kumquat (naranjo enano) o un árbol de pimiento picante en el balcón o incluso en la ventana de la cocina.
Los pimientos se venden en cualquier supermercado pero también es posible comprarlos en Internet.

Otra opción es comprar los arbolitos y esperar al tiempo de cosecha para obtener los frutos.

9. Preservar y secar la cosecha

Una vez que haya algo para cosechar, la idea es poder comerlo o guardarlo para el futuro. La cosecha puede completar el inventario de especias secas pero para eso hay que realizar un proceso de secado.

Los racimos de hierbas pueden ser secados colgándolos en bolsas de papel, en el horno a fuego lento o incluso en el microondas. Lo importante es escoger un método que convenga más de acuerdo con lo que haya en cada casa.

Secado de hierbas en casa. Foto: Jessica Halfin.

Si la idea es un proyecto a largo plazo cuyo progreso pueda ser monitoreado bien de cerca, cultivar pepinos en casa es algo bien interesante.

Quizás no haya nada más más israelí que comer un pepino entero junto con un emparedado. Por ello, también existe este truco que indica que cuando se planta pepinos, se puede conseguir pepinillos.
Para ello, está el recetario “Pickling Everything” de Leda Meredith, una reputada agricultora israelí-estadounidense y también educadora de sistemas alimentarios sostenibles.

Se puede conseguir la versión electrónica aquí y ahorrarle al cartero un viaje extra y evitar que se corten árboles para producir papel.

10. Convertir las hojas en arte

En cada planta yace oculto un inspirador proyecto de arte inspirador. Eso es lo que afirma la artista israelí Suzanne Tamar Dekel, que utiliza plantas forrajeadas para hacer tinturas naturales para usar en la decoración de telas.

Pero con mucha menos sofisticación, las hojas de las plantas pueden ser un excelente proyecto para niños aburridos que ya han sobrepasado con creces el tiempo de pantallas recomendado. Hoy, que la distancia social y el aislamiento regulan la realidad, no hace falta salir a la calle para avanzar con esto.
Así, ¿por qué no usar plantas y hierbas de cosecha propia como herramientas de decoración? Pinterest está repleto de ideas. Una de ellas es la del blog The Imagination Tee.​