Pero la crónica, que acusa a Israel de haber cometido el crimen, contiene varias y serias inexactitudes: 1- Ni una referencia a Elie Hobeika, responsable de la masacre. 2- Todo son menciones a una “guerra” confusa, que no sólo no es explicada, sino que apunta exclusivamente a Israel como contendiente y no da cuenta de que se trataba de una confrontación “civil” entre libaneses con una importante intervención siria. Marco esencial para entender lo sucedido. 3- El autor asegura que las “falanges maronitas ...