La reacción del Ministro de Cultura de Egipto Faruk Hosny al hecho que no él fue el elegido para encabezar UNESCO , sino la diplomática de Bulgaria Irina Bokova, confirma lo acertado de la posición israelí de no aprobar su candidatura.Según Hosny, perdió por culpa de «los países europeos y los judíos del mundo»…y por la conspiración «cocinada en Nueva York». Allí están los judíos del mundo con sus tentáculos peligrosos, impidiendo que un defensor de la cultura y las libertades llegue al puesto que se merece….
¿No habrá tenido algo que ver la declaración formulada el año pasado por Hosny diciendo que mandará quemar cualquier libro israelí que llegue a Egipto? ¿No será que nadie creyó en la autenticidad de sus disculpas, comprendiendo que nadie dice una barbaridad así si no es un extremista, y que las disculpas llegaron únicamente porque vio el revuelo que causó y comprendió que no le ayudaría a ocupar el ansiado cargo al frente de la UNESCO en París?
Egipto es un país de gran importancia en Oriente Medio. El liderazgo del Presidente Husni Mubarak es clave en el marco del diálogo de paz con Israel. Ha dicho y recalcado repetidamente que la guerra ya no es una opción. Eso es clave y lo deben tener presentes los israelíes todos.
Pero ello no significa que todo esté bien, por más que Egipto haya sido el primer país árabe en firmar la paz con Israel, el 26 de marzo de 1979.
En la prensa egipcia suelen publicarse ataques venenosos contra Israel, que van mucho más allá de la legítima crítica. Esta semana, salió una nueva caricatura del Premier Netanyahu, con su rostro diabólicamente deformado, en el periódico «Al Ahram». El argumento oficial egipcio de que «no controlamos la prensa» debe ser tomado con pinzas, claro está.
El tema de fondo no es la prensa supuestamente libre sino el ambiente que se vive en Egipto respecto a Israel. Dirán algunos que la explicación radica en las políticas de Israel. Es legítimo que los egipcios discrepen , critiquen y consideren inaceptables las políticas de Israel. Pero lo que sucede allí en amplios sectores da a entender claramente que lo que les molesta no es tal o cual política de Israel, sino la paz firmada entre ambos países.
En el ya mencionado «Al Ahram» hay justamente un escándalo de turno, por la invitación de una de sus principales periodistas, la Dra. Ala Mustafa, al Embajador de Israel Shalom Cohen a visitar la redacción. Están considerando expulsarla del periódico, a pesar de una destacada trayectoria, así como también del sindicato de periodistas. Elocuente, sin duda….
Estos escándalos de turno, claro está, siempre son preferibles a las guerras y los muertos . Siempre serán mejores que ir al campo de batalla. Pero ello no quita que sea legítimo preguntarse qué significa la paz para Egipto y por qué , más de tres décadas después de firmada, sigue siendo tan difícil traducirla en una verdadera atmósfera de buena vecindad.
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