Investigadores de la Universidad Hebrea descubren un mecanismo de producción de insulina que lograría un mejor tratamiento para la diabetes.
Investigadores de la Universidad Hebrea en colaboración con universidades japonesas y norteamericanas han descubierto cómo un gen especifico del páncreas afecta a la secreción de insulina. Esta investigación abre un nuevo camino en el entendimiento y lucha contra la diabetes, como también contra los problemas de salud ocasionados por la misma enfermedad, todos los cuales se van incrementando día a día en el mundo entero.
Los niveles de glucosa en la sangre son controlados fuertemente por la secreción de insulina de las células Beta en el páncreas. Una secreción de insulina defectuosa provoca un bajo nivel de glucosa en la sangre, el cual lleva a la diabetes.
El trabajo del equipo de investigación multinacional exploró el rol del LKB1, un gen involucrado en muchas funciones celulares, cuto rol en el páncreas nunca fue examinado hasta ahora. Los científicos estudiaron específicamente las implicaciones de la perdida del LKB1 en de la célula Beta, en un experimento modelo aplicado en ratones. De esta forma pudieron demostrar que la eliminación del gen LKB1 en las células Beta produce una secreción y una producción mayores de insulina, que las células Beta normales, dando como resultado una reacción que incrementó los niveles de glucosa en la sangre.
Estos hallazgos tienen, potencialmente, grandes implicaciones para aquellas personas que sufren de diabetes y para aquellos que tienen una producción deficiente de insulina en el páncreas.
Desde que fue demostrado que el LKB1 regula negativamente tanto el contenido de insulina como su secreción, se ha abierto el camino a un posible desarrollo de un tratamiento mas noble, que podría limitar la presencia de este gen en las células Beta del páncreas, aumentando por lo tanto la secreción de insulina.
Los investigadores involucrados en el proyecto, cuyos hallazgos fueron publicados recientemente en el jornal Cell Metabolism, son el Dr. Yuval Dor y los estudiantes Zvi Granot, Avital Swisa, Judith Magenheim y Miri Stolovitch-Rain del Instituto para Investigación Medica Israel-Canadá de la Universidad Hebrea-Escuela de Medicina Hadassah; así como también los científicos de la Universidad de Kobe en Japón, y científicos norteamericanos de la Universidad de Pensylvania, de la Universidad de Washington, en St. Louis y del Hospital General de Massachussets, en Boston.
Traduccion: Semanario Hebreo.
Reenvia: www.porisrael.org
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