La otra cara del reconocimiento de Palestina

Ana Jerozolimski

Semanario Hebreo. Uruguay

En las últimas semanas hemos escrito mucho sobre las distintos aspectos problemáticos de la decisión tomada por  varios países latinoamericanos de anunciar su reconocimiento del Estado palestino independiente, a pesar de que este aún no existe en la práctica y de que debería surgir como resultado de negociaciones de paz entre Israel y la Autoridad Palestina., no de  acciones unilaterales.

Hace pocos días, en una conferencia dictada por el Profesor Arie M. Kacowicz, experto en Relaciones Internacionales  de la Universidad Hebrea de Jerusalem, oímos una versión interesante sobre lo que este conceptuoso catedrático israelí  considera son las varias ventajas del reconocimiento en cuestión. El ve algo positivo, inclusive, en el reconocimiento “en las fronteras de 1967”.

Llevándonos a los orígenes mismos del conflicto-la negativa árabe a reconocer la creación misma de Israel- el Profesor Kacowicz recordó que “reconocer a Israel en las fronteras del 67, equivale, ante todo, a reconocer a Israel”. Lo que podría parecer evidente y hasta ingenuo especificar, no ha sido nunca algo sobreentendido en el mundo árabe. Su oposición desde siempre fue a la existencia misma de Israel, no a las fronteras que derivaron de la guerra del 67, que dicho sea de paso, es responsabilidad de los árabes que la planearon, no de Israel que logró ganarla.

El tema, claro está, es que el reconocimiento anunciado por países extranjeros, se refiere a sus intenciones, pero no puede garantizar la interpretación palestina. El gran desafío será  comprobar si, llegado el momento, los palestinos estarán dispuestos  a proclamar que el reconocimiento del Estado que ellos construyan, los obliga también a ellos: a que esa es la solución del conflicto, el fin del problema, el punto final de las exigencias….

No fue nunca  sobreentendido. Tampoco lo es ahora. Cuando el legítimo planteamiento palestino sobre su necesidad de independencia y soberanía, va acompañado de una serie de posiciones intransigentes, que no se han movido un ápice en años, como ser el discurso ante su pueblo en favor del derecho del retorno de los refugiados (al territorio israelí, no al que tenga el futuro Estado palestino) y la negativa a reconocer a Israel como Estado judío, hay motivos para preocuparse.

Difusion: www.porisrael.org