Ruben Kaplan
Cuando el desenlace de lo que sucede en Libia y las revueltas en varios países de mayoría musulmana concitan la atención de la prensa internacional, en las ciudades de Teherán, Shiraz y en Tabriz, las fuerzas de seguridad de la República Islámica de Irán- que teme correr la misma suerte- reprimieron violentamente el 10 de Esfand en el calendario iraní, martes 1 de marzo en el gregoriano, con gases lacrimógenos y de acuerdo a testigos también con armas de fuego, a miles de manifestantes quienes coreaban “muerte al dictador” por Mahmoud Ahmadinejad y “Muerte a Jamenei”, refiriéndose al Líder Supremo de Irán, y pedían la liberación de los líderes opositores iraníes Mir Hossein Mousavi y Mehdi Karoubi.
Sin embargo el sitio del diario gubernamental de Irán desmintió la existencia de incidentes y afirmó que “todas las informaciones que vienen de distintos barrios de Teherán hablan de una situación tranquila y normal”. Los anteriormente nombrados- ambos ex candidatos a presidentes- que el gobierno había reconocido que estaban en arresto domiciliario desde mediados de febrero después de negarlo inicialmente, fueron según informa Pars Daily News, un sitio de noticias persa, transferidos en secreto y confinados de manera arbitraria en la cárcel de máxima seguridad en la zona militar de Parchin, el viernes 27 de febrero pasado. Desde hace más de diez días, los agentes de seguridad iraníes habían acordonado las residencias de Mousavi y Karoubi para impedir cualquier contacto de ellos con el exterior y ahora se puede colegir, como preparativo del traslado llevado a cabo.
El presidio de Parchin es tristemente célebre además del trato cruel que dispensa a los presos, porque rara vez salió de allí algún detenido. Un rumor, sustentado en la declaración que hicieron en octubre de 2003 tres ex diplomáticos iraníes funcionarios de inteligencia residentes en Europa, infiere que Ron Arad, el piloto israelí que desapareció el 16 de octubre de 1986 en una misión en el Líbano meridional y del que no ha habido noticias desde entonces, está vivo y prisionero allí al igual que Robert Levinson, un ex agente del FBI que desapareció en Irán en marzo de 2007 durante una visita a la isla de Kish. Las esposas de Mousavi, Zahra Rahnavard y la de Karoubi, Fatemeh Karroubi, también arrestadas, fueron trasladadas a la prisión de Heshmatieh en la capital iraní.
Un informe posterior difundido por otro sitio denominado “Irán Siasat”, (la política de Irán) ubica a la cárcel en las instalaciones industriales de Shahid Hemat, subordinada a la Organización de Industrias Aeroespaciales de Irán (AIO) responsable de los programas de misiles balísticos de combustible líquido como el de mediano alcance Shahab- 3 basados en el misil de Corea del Norte “Dong”, desarrollo que fue sancionado por Estados Unidos en septiembre de 2007 por participar en actividades de proliferación.
En un parte dado a conocer por la Casa Blanca el 27 de febrero, Estados Unidos condenó la “campaña de intimidación organizada” del Gobierno iraní y las detenciones de figuras políticas de la oposición, defensores de los derechos humanos, activistas, líderes estudiantiles, periodistas y blogueros. El comunicado agregaba: “Estados Unidos y el mundo seguirán siendo testigos de las violaciones flagrantes que el Gobierno iraní hace de los derechos universales de sus ciudadanos y su continuada hipocresía”
El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad estadounidense Tommy Vie, condenó las detenciones, sin curiosamente nombrar a Mousavi ni a Karoubi. “El Gobierno iraní continúa además negando a sus ciudadanos el acceso a la información al obstruir las transmisiones por satélite y bloquear sitios de Internet”. Expresando su disidencia con las autoridades de su país, el ex presidente iraní Muhammad Jatami pidió el sábado 26 de febrero la puesta en libertad de los dos opositores y recordó que ambos han sido figuras destacadas de la Revolución Islámica. La reacción oficial no se hizo esperar. El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní dijo el martes que las autoridades judiciales se encargarán de la cuestión y no puede ser éste “un pretexto para que América y algunos países occidentales interfieran en los asuntos internos iraníes”.
Exhortando a que dejen libres a Mousavi y Karoubi, Francia llamó a su liberación y Alemania pidió que se les permita comunicarse con su familia y tomar un abogado.
El presidente del Parlamento europeo, Jerzy Buzek, denunció por su parte un “atentado a la integridad personal de los más altos representantes de la oposición democrática en Irán”. También se pronunció el Primer Ministro de Israel Binyamín Netanyahu, preocupado por la travesía de dos buques de guerra iraníes en el Mar Rojo y su paso posterior en el Mediterráneo a través del Canal de Suez, que atracaron en Siria el jueves pasado: “Libia viola sistemáticamente los derechos humanos y por lo tanto no merece ninguna inmunidad. Irán también sistemáticamente viola los derechos humanos y no merece inmunidad. Si la comunidad internacional aplica presión especial a Libia y advierte a sus soldados y líderes sobre violaciones de los derechos humanos, la misma advertencia debe ser dirigida a los líderes de Irán. Si la comunidad internacional está estudiando medidas muy enérgicas contra Libia, estas mismas medidas se deberán tomar contra Irán también.” “Mientras que Gaddafi sigue matando a quienes se le oponen, el régimen del ayatolá en Irán sistemáticamente ejecuta a sus oponentes. Por lo tanto, la respuesta de Occidente debe ser igualmente firme en ambos lugares. Creo que una respuesta de este tipo sería enviar un mensaje muy claro de aliento y esperanza para el pueblo iraní en su lucha por la libertad”.
La cuasi oficial Agencia de noticias Fars, cercana a la poderosa Guardia Revolucionaria, al igual que cuando desmintió que se hubieran producido incidentes, negó que hayan sido encarcelados Mousavi y Karoubi. Fars citó a un funcionario judicial sin nombre como diciendo que los dos líderes de la oposición estaban todavía bajo arresto domiciliario y no han sido autorizados a abandonar sus hogares o ponerse en contacto con el mundo exterior.
Con igual descaro y con dudosa verosimilitud, el fiscal general de Irán, Gholam Hossein Mohseni Ejeie, desmintió las versiones sobre el arresto de los dos principales líderes de la oposición.
Occidente alberga fundados temores por el intento denodado de Irán para desarrollar armas nucleares. El régimen teocrático, que miente permanentemente, niega la acusación, diciendo que su programa nuclear es para producir electricidad. El día lunes, Janne Kristiansen, Director General del Servicio de Seguridad de Policía de Noruega, dijo a Reuters que Irán ha estado intentando sin éxito obtener tecnología de misiles noruego para su posible uso en la entrega de las armas nucleares y que se ha dirigido a pequeñas empresas noruegas que venden “componentes especiales que pueden ser usados en las armas de destrucción masiva y para la construcción de misiles”.
Ya sea como elemento de distracción o fruto de la vesania de sus gobernantes, Irán protestó ante el Comité Olímpico Internacional (COI) por el logotipo oficial de los Juegos Olímpicos de Londres-2012, estimando que es “racista” ya que se puede leer la palabra “Sion”
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