Moshe Vainroj
Porisrael.org
Desde los más remotos albores de las civilizaciones, cuando dejamos de andar como cuadrumanos, hasta nuestros días y seguramente en los que habrán de seguir, la historia del hombre como tal, no es mas que una litúrgica danza en la que se entrelazan las carcajadas, las traiciones y las crisis….
Sobre todo: las crisis.
Hubo por ejemplo hace unos siglos, un imperio español gobernado por un refulgente rey que sintiéndose tan excelso, llegó a clamar, borracho de poder, que en sus dominios «jamás se ponía El Sol..!».
¡Y tenía razón! Porque sus huestes de curas y soldadesca, habían «colonizado» casi toda la América y hasta las islas que llamaron Filipinas.
Las grandes flotas de naves de Su majestad, el rey de España, retornaban en «caravanas» marítimas a los puertos de la península Ibérica, cargados hasta las orejas con el oro, la plata y las ricas maderas que el nuevo continente «donaba» a las arcas imperiales.
La clase gobernante española, arropada por el clero católico adiestrado por el Vaticano para le rapiña, vivía un jolgorio de abundancia y riqueza que le permitió sembrar el territorio hispano de castillos, palacios y fortaleza en los que se permitieron vivir su desmedida lujuria.
Pero hete aquí que comenzaron a producirse «las crisis» en cadena.
Nuevas y suculentas crisis que dejaron un tanto sumidas en el olvido y hasta en segundo plano, la crisis canallesca y criminal del la Inquisición.
En Francia, la crisis tuvo cara de revolución y los tribunales del pueblo le guillotinaron el cuello a Doña Maria Antonieta y a muchos de su comparsa de sangre azul. No faltaron «pensadores» que intentaron culpar por los sucesos que marcaron un cambio para la historia, a un complot organizado por los Valdenses aliados a los judíos de Lyon.
Y a continuación, apareció Napoleón Bonaparte que provocó otra gran crisis al intentar fagocitarse España amén de otros muchos países de Europa.
No hace falta ser un erudito en política internacional, para entender que la Gran crisis para aquel imperio «en el que nunca se ponía El Sol», comienza con la invasión napoleónica, y que se desgrana en la declaración de independencia de todos los territorios coloniales de América, subyugados por España, los que aprovechando la situación del caos y el vacío gubernamental en el estado español, se rebelan contra el rey y destronan a los virreyes. ¡Vaya Crisis! ¡Si, señor…!
De pronto, quedaron con sus principales fuentes de ingreso congeladas.
Durante este proceso que duró varios siglos de «colonización civilizadora europeo- cristiana», los reyes europeos se apropiaron del oro, la plata, las piedras preciosas y las finas maderas, que eran legítimo patrimonio de los aborígenes de América.
Aunque, todavía hoy, tienen la fortuna que los auténticos americanos, no les reclamen ante tribunales internacionales, la devolución de aquello que les arrebataron.
Pero España no tiene el patrimonio total de las situaciones de crisis.
Como comentáramos al inicio, la «crisis» es un evento muy difundido en los anales de la historia y en todos los puntos geográficos.
En los Estados Unidos de América, la crisis mas violenta se desató cuando los del Sur, que apreciaban a la gente de color como «carne de esclavitud» y mecánica de trabajo, se enfrentaron a las gentes del Norte, que decían amar a los hombres de color porque eran buenos trabajadores y algún día llegarían a ser correctos y domados ciudadanos de América….
En razón de esta «diferencia» de amores, se desató la gran guerra de secesión. Los americanos del Norte tuvieron, posteriormente, también otra crisis, esta vez de orden económico, que provocó olas de suicidios y bancarrotas. Y millones de desplazados.
Por supuesto que el mundo entero manifestó con aullidos que los culpables, fueron los judíos, que «obviamente manipulaban la banca»
La crisis en Alemania, llevó en andas al poder a aquellas bestias, Hitler Goebbels y compañía, quienes se despanzurraron vociferando que la crisis económica en «Unser liebe mutter Deuchtland», era una maquinación de los judíos ,»los eternos roedores de La Tierra»
Cuando al Zar Nicolás se le apareció el acorazado Potemkin y los estudiantes, unidos a los hambreados obreros lo sacaron a rastras de su alcoba imperial, declaró que SU crisis, fue manipulada también por los judíos….!
Así, vemos que hay un consenso mundial que las crisis y los judíos, son dos elementos que marchan juntitos tomados de la mano, paseándose por el boulevard de la sociedad.
Y ¡QUE ES LA CRISIS…_?
La palabra «Crisis» proviene de la voz latina «crisis», que a su vez se deriva del griego «Krisis» y esta del verbo «KRINEIN», que significa
«Cambiar; Separar o decidir.
Crisis es algo que cambia, algo que se rompe. Y, porque se rompe y se traduce en cambios, debe ser analizado. De allí, el término «crítica».
La «crisis» es un proceso generalmente violento y de veloz cambio,
Que nos obliga a analizar y reflexionar.
Crisis es la situación complicada de un asunto o de un proceso, en la que está en duda la continuación o el cambio.
Ha comenzado el Siglo XXI. Siglo borrachón, drogado y pervertido.
Nos vamos haciendo lentamente insensibles a la crisis del terremoto que asoló Haití que quedo arrasada, como si la naturaleza hubiera querido Borrar, de un solo manotazo, toda la miseria que en esa tierra se anidaba.
Los medios periodísticos ya se van olvidando del cólera y los miles de niños desahuciados, del hambre y la intemperie…!
Esta es una crisis que para el mundo elegante….. «ya pasó».
Pero a mediados del mes de noviembre de ese benemérito año 2010…..
¡¡ALELUYÁ!! ¡¡Nació una nueva crisis.!!
Y esta vez «LA CRISIS», les tocó a los países árabes del Medio Oriente.
Por esta razón, la nueva crisis tiene un ennegrecido, nauseabundo olor a petróleo.
Como impulsados por un gigantesco relámpago sideral, los países del Oriente Medio, de la costa Norafricana, y los que circundan el golfo arábigo, parecieran estar cumpliendo el fenómeno de la «ley del síndrome del dominó», sus gobernantes van cayendo uno tras otro, y con bramidos que sacuden al mundo los jóvenes se han lanzado a un proceso de rebelión en el cual las nuevas generaciones exigen «Libertad, Justicia y Trabajo».
Curiosamente, esta crisis de rebeldía contra falsas y distorsionadas democracias en los países musulmanes, está impregnada de una delicada serie de incógnitas que como es de esperar, se aclararán algún día.
¿Será también que, de esta histórica epopeya de derrocamiento sean culpables los judíos? Ya se han dejado oír voces sobre esta imbécil idea…!
¿Permitirá el mundo continuar con esta cínica aberración..?
Las incógnitas son:
1) La oposición rebelde en todos y cada uno de los países afectados, se caracteriza por una total ausencia de liderazgo, y si los hay, ni son notables ni conocidos, no muestran la cara. Entonces ¿Quién fomentó, alentó y apoyó a los millones de jóvenes que tomaron las plazas de las capitales árabes..?
2) ¿Por qué los gobiernos europeos, americano, la Nato, la ONU, siguen sonriendo impasibles, bebiendo sus coctails en sus interminables deliberaciones, como estirando el tiempo sin que se tomen determinaciones, sin intervenir de forma clara y concreta para evitar los actos de lesa humanidad de algunos tiranos que no vacilan en producir tantas muertes y tantas violaciones…? Y cuando pase LA CRISIS, y los tiranos hayan sido depuestos ¿Habrá realmente un cambio….?
3) ¿O todo quedará como después del terremoto de Haití? Todo hundido en un mar de tenebroso silencio, mirando para otro lado, con la desaparición y el robo de las ayudas económicas enviadas y las viejas políticas volverán a resurgir, disfrazadas con distintos colores y una opresión mas moderna..
4) Algunos de los sátrapas derrocados lucen en su panoplia de honor, el galardón de ser miembros de la Comisión Internacional por los Derechos Humanos.
¿Continuarán siéndolo…?
¿O, se hará justicia…?
OH PETROLEO, PETROLEO…..
QUE BONITOS OJOS TIENES…!!!
Moshe Vainroj
Bat-Yam, marzo 8 de 2011
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