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La crisis de liderazgo en el Oriente Medio y sus consecuencias geoestratégicas


aznarDiscurso del Dr. José Maria Aznar en Lima, Peru
14 de marzo de 2011

Suele contarse que en una de las primeras visitas al mandatario chino, Chu En Lai, Henry Kissinger, para romper el hielo y sabedor del interés de Chu por la Historia, le preguntó que opinaba él sobre la revolución francesa. “¿La revolución francesa y su impacto en el mundo moderno? Demasiado pronto para valorarlo” fue la contestación del líder chino casi 200 años después de la toma de la Bastilla.

Verdad o no, lo que sí es cierto es que cualquier cosa que se diga sobre una crisis mientras ésta está en plena evolución y desarrollo, se debe hacer con humildad y precaución. Lo que hoy nos parece auténtico y claro, mañana nos puede resultar equívoco y obsoleto.

En las crisis, el pasado no termina de morir y el futuro no termina de nacer. Por eso, en las crisis vemos un paisaje confuso y lleno de incertidumbres. Las revueltas que comenzaron en Túnez, siguieron en Egipto y estamos viendo en Libia y Yemen, pueden extenderse también a muchos otros países. Aunque son muchas las incógnitas sobre lo que está pasando, lo que en el mundo occidental sí deberíamos saber es cuáles son nuestros principios. Como dijo Angela Merkel hace unas pocas semanas en Munich, “cuando se trata de la dignidad humana, no podemos transigir”. Porque la defensa de la dignidad humana es del máximo interés para las sociedades libres y para las que lo quieren ser.

Estas revueltas pueden abrir una etapa histórica de extraordinaria envergadura. Parece claro que denotan el hartazgo de la gente ante unas autocracias corruptas que nunca les ofrecieron una vida digna y un futuro aceptable. La mayoría silenciosa que todos creían muda ha empezado a decir que no quiere más autócratas. El poder que las nuevas tecnologías confieren a la voz del pueblo es más potente que toda la fuerza de los poderosos. Del Norte de Africa a Pakistán, lo que la gente conoce del Siglo XXI es a través de sus televisiones y antenas parabólicas porque cuando salen a la calle, la realidad se asemeja más a las condiciones del medievo.

La región, el gran Oriente Medio, ha estado presa demasiado tiempo en un círculo vicioso. El círculo vicioso de la autocracia; autocracia que genera corrupción; corrupción que aumenta la pobreza; pobreza que agrava el fracaso social; fracaso social que arruina las oportunidades para la gente. Un círculo vicioso que abona la infiltración del islamismo radical como una falsa solución, de carácter populista y antidemocrática, que lo único que hace es alimentar ese círculo.

¿Qué podemos hacer para que este 2011 sea el 1989 que derribe el muro de las autocracias y lleve a estos países a la libertad, y no otro 1979 que sustituya autocracias por teocracias? ¿Cuál es el papel que las sociedades libres pueden desempeñar en este momento crucial para el mundo? Es imposible dar respuestas categóricas a estas preguntas, pero sí  deberíamos fijar algunas referencias claras.

La primera es que los dos grandes enemigos de una transición política son el inmovilismo y el vacío de poder. Hay que evitar ambos para que la libertad pueda avanzar con seguridad y sin violencia. Pero debemos tener una idea clara de hacia dónde queremos transitar. Deseamos un sistema que garantice libertades y derechos y que genere prosperidad y estabilidad. Y debemos evitar que las autocracias sean reemplazadas por regímenes autocráticos, hostiles, peligrosos y todavía más opresores. En los tiempos inciertos en los que vivimos, las instituciones deben cumplir sus responsabilidades para garantizar la pervivencia del Estado y la paz civil.

Tanto hombres como mujeres son iguales en dignidad y derechos. Por eso todos merecen vivir en libertad y todos tenemos una cierta obligación para hacer de esa aspiración una realidad. Porque es de la libertad de lo que se trata. El trabajo de los demócratas debe ser hacer lo necesario para que la democracia triunfe. Por eso, debemos apoyar a quienes quieran llevar a su país la democracia y la libertad. Hace unas semanas, en una de mis visitas a Jerusalén, un alto miembro del gobierno me decía mientras hablábamos de los cambios que estaban teniendo lugar en Egipto: «José María, no sólo los islamistas están en contra de la democracia en el mundo árabe, también los maridos. Los hombres no quieren ver a sus mujeres fuertes e independientes». Conseguir que las mujeres gocen de mayores derechos y capacidades es una fuente segura de modernización. Así lo ha sido en todas partes y el mundo árabe no tiene por qué ser distinto en esto.

Tenemos que ser conscientes de que si queremos tener seguridad, nuestra tarea debe ser apoyar la libertad. Y este argumento donde mejor se puede entender es en Israel, porque es una isla de democracia que ha estado rodeada de regímenes autocráticos. Israel merece el apoyo de todos los demócratas del mundo, y especialmente ahora, en estos tiempos difíciles. Sabemos que los regímenes autocráticos siempre son agresivos, hacia dentro o hacia fuera. Por eso la mejor forma para acabar con las autocracias y con sus amenazas es que triunfe el ansia de libertad de la gente a la que oprimen. Y hoy la región ve una ventana que se abre hacia la libertad. Debemos hacer todo lo posible para que esa ventana permanezca abierta.

Ciertamente, como ya he dicho, no podemos saber hoy dónde acabarán todas estas transformaciones que estamos viendo, desde Marruecos a Afganistán. Pero sería un error estratégico encararlas únicamente desde el temor a lo peor, desde el  miedo. Yo entiendo que nadie en su sano juicio puede basar su política en la esperanza, particularmente en una región donde ha sido el conflicto y no otra cosa la realidad prevalente. Pero no es menos verdad que actuar solo como si el peor de los escenarios fuera lo único posible, suele alimentar eso que los sociólogos llaman la profecía que se autocumple. Justo lo contrario de lo que queremos.

Hoy, quienes creemos en la sociedad abierta, en la democracia y en la libertad, tenemos el compromiso de ayudar a que los cambios que se están produciendo en la región vayan en la buena dirección. En la dirección que conduce al rechazo de la yihad como herramienta política. En la dirección que conduce a la libertad religiosa, a la democracia pluralista, a la aceptación del derecho internacional, a la apertura al mundo, y al reconocimiento y el respeto, sin reservas, de los derechos humanos universales.

Debemos erradicar el prejuicio de creer que el Islam es incompatible con la democracia. Ese prejuicio condujo a no apoyar con toda la determinación necesaria a los demócratas musulmanes, a que no fueran tan fuertes ni estuvieran tan organizados como es necesario. Debemos trabajar para que la opción no sea entre autocracia y teocracia, sino entre dictadura y democracia.

Pero no podemos ignorar que las fuerzas que parecen estar mejor organizadas hoy en la región son las del islamismo radical, que intentará aprovechar la situación para avanzar en su agenda. Porque organizarse para la libertad es siempre más difícil que organizarse contra la opresión.

Como dijo Condoleezza Rice en El Cairo en junio de 2005, “Durante 60 años, Estados Unidos persiguió la estabilidad a expensas de la democracia en la región, pero no consiguió ni la una ni la otra. Ahora seguimos un camino distinto. Ahora respaldamos las aspiraciones democráticas del pueblo.»

Desgraciadamente, tengo que reconocerlo, no es lo que la comunidad internacional, comenzando por los Estados Unidos, están poniendo en práctica, como se está viendo, y bochornosamente, en Libia. Se concluye, después de grandes titubeos, que Gadafi tiene que irse, pero nadie quiere poner los medios para impulsar su derrocamiento. Incluso tras asistir al desgraciado espectáculo de ver población civil e inocente bombardeada sin escrúpulo.

Creo que debemos hacer lo posible para reconocer lo que ha funcionado y lo que ha fracasado. Y actuar en consecuencia. Quienes estos días luchan por la libertad en sus países deben saber que cuentan con nuestro apoyo. Y eso debe valer tanto para los cambios pacíficos, como en Túnez y Egipto, como para los que se están dilucidando lamentablemente a través del choque y las armas. No podemos ser cómplices de masacres ni de una estabilidad lograda con la represión de unos ciudadanos, como en Irán, que aspiran a liberares del yugo de sus dirigentes totalitarios.

El mundo árabe, desde Marruecos a Pakistán se tambalea. Es la primera vez que vemos algo así. Las gentes están hartas de ver el Siglo XXI por sus televisiones y no en la calle donde viven. Es razonable que aspiren a una vida mejor, a un futuro distinto.

Se muy bien que los momentos de cambio están cargados de incertidumbre. Pero no si hay que elegir entre la corrupción y la libertad, entre los autócratas y la democracia, no podemos titubear:   estamos y estaremos con la libertad. Intentar apuntalar a nuestros dictadores es un sinsentido.

Ahora bien, sería ingenuo pensar que echar a los actuales dirigentes, el mundo árabe va a abrazar fácilmente la democracia y a la tolerancia que caracteriza a nuestras sociedades. Hay mucha gente interesada en que no sea así. Irán es uno de ellos, desde luego.

Por eso es muy importante también tener claro algunos parámetros con los que medir el avance de las reformas. Y yo lo tengo muy claro: creo que la naturaleza de las actitudes de estos países hacia Israel será una marca definitiva de si se acercan a nuestros modelos políticos o no.

Desde la vertiente atlántica de  Marruecos a las montañas de Pakistán, la única isla de libertad, prosperidad y estabilidad ha sido y sigue siendo Israel. En estos momentos de incertidumbre, debemos hacérselo ver a amigos y adversarios.

Si hay algo claro de estos movimientos, por ejemplo, es que no están inspirados por la falta de un acuerdo entre israelíes y palestinos. Lo que se está dilucidando son problemas intrínsecos a sus sociedades. Querer poner en el centro el proceso de paz al calor de los acontecimientos que estamos viendo es un grave error: sin duda provocaría una revuelta contra los actuales dirigentes de la Autoridad Palestina de la que sólo los radicales sacarían provecho. Lejos de ayudare a forjar un acuerdo, se estaría contribuyendo a volverlo más difícil.

Por ejemplo, quienes con toda su buena voluntad están buscando que la comunidad internacional reconozca ya un Estado Palestino que no existe aún sobre el terreno, también le están haciendo un  flaco favor al proceso de paz, proceso basado en una solución negociada y consensuada entre las partes , no en las declaraciones unilaterales. Es más, admitiendo que el estado palestino se puede crear de maneras unilateral se están destrozando las bases para la convivencia internacional. Ayer fue Kosovo, mañana Palestina ¿y después quién?  Debemos parar esa batalla que, precisamente, se está librando desde América Latina.

Déjenme finalizar mis palabras diciendo que va a hacer ahora un año, junto con amigos como John Bolton, Marcello Pera, Vaclav Havel y Alejandro Toledo, entre otros, creamos la Iniciativa Amigos de Israel, con el objetivo de luchar contra la deslegitimización de Israel y la aspiración de contribuir a que Israel sea visto como un país más, normal, con sus virtudes y defectos.

Con todo lo que está pasando, estoy convencido de que nuestra causa no sólo es justa sino más necesaria que nunca: cuánto podría beneficiarse el mundo árabe de su pequeño vecino. En materia como sistemas de irrigación y agricultura, obtención y tratamiento de aguas, educación, comunicaciones… Israel debe ser un faro de modernización para todos sus vecinos y no una tierra que siempre se presenta como hostil y portadora de conflicto. Debemos contribuir a que la imagen de Israel sea la de una cuna de oportunidades.

Con su ayuda, estoy convencido de que podremos lograrlo…

Muchas gracias

 
Comentarios
Naphtali Campones

No me fio de neguna corriente politica que tenga por detrás al Opus dei, los Cavalleros de Crist*, el catolicismo mas rancio con sus «Santas instituiçiones» intactas desde su formación. En negun momento se escuchó por parte del Vaticano demandas de perdón a los crimenes cometidos al largo de 2000 años e de la sembra sistemática del ódio hacia el pueblo Judio. Tampoco se han escuchado palabras de reconocimiento al pueblo Judio como nación ni del estado de Israel como estado Judio. Antes (mucho antes)que me venga el Sr. Aznar con su «chanson d’amour» hay todavia 2000 años de história para contar correctamente para que NO se repita. Sr. Aznar, yo soy consciente que el pueblo Judio funciona como muro de contención ante el avance del Islam en relación al Catolicismo.
El conflito de Israel con los paises Arabes tiene tan solo 100 años y es de caracter politico. Nafty

Naphtali Campones

Perdón, el vaticano reconece el estado de Israel e el pueblo Judio como nación, 46 años despues de su creación. Nafty

Naphtali Campones

Señor Aznar, este es SU espejo:
http://forocatolico.wordpress.com/2011/06/16/el-vaticano-e-israel-avanzan/
Yo, por mi hablo, NO le dedico negun crédito. Nafty

Naphtali Campones

Hay mas Señor Aznar:
Esta fue la contestación dada por afines al Opus Dei e a los Cavalleros de cristo, a una question mia:
Y a tú pregunta: ¿ QUE MAL OS HAN HECHO LOS JUDIOS (hebreos) A USTEDES”’????
Te responde la historia:
El Cabalismo
El Deicidio
La Simonía
El Arrianismo
El Nestorianismo
El Iconoclastismo
El Esoterismo
La Masonería
El Freudismo
El Capitalismo
El Comunismo
El Esclavismo
El Evolucionismo
El Hedonismo
El Modernismo
El Narcotráfico
La Sede Usurpada
El Espiritismo
El Teosofismo
El Satanismo
La New Age
El Misterio de la Iniquidad
¿Te parece poco?
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum

NO me ponga la cenoria delante la nariz!!!!

Mª José Herrero Baz

Francamente, me ha sorprendido con agrado.

tu eres tonto.[quote name=Naphtali Campones]Hay mas Señor Aznar:
Esta fue la contestación dada por afines al Opus Dei e a los Cavalleros de cristo, a una question mia:
Y a tú pregunta: ¿ QUE MAL OS HAN HECHO LOS JUDIOS (hebreos) A USTEDES”’????
Te responde la historia:
El Cabalismo
El Deicidio
La Simonía
El Arrianismo
El Nestorianismo
El Iconoclastismo
El Esoterismo
La Masonería
El Freudismo
El Capitalismo
El Comunismo
El Esclavismo
El Evolucionismo
El Hedonismo
El Modernismo
El Narcotráfico
La Sede Usurpada
El Espiritismo
El Teosofismo
El Satanismo
La New Age
El Misterio de la Iniquidad
¿Te parece poco?
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum

NO me ponga la cenoria delante la nariz!!!![/quote]

Tu eres tonto,naftali….neftali…tonto

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