Recordando a Simja Sneh, “un escritor yiddish, en castellano”
Una de las últimas imágenes de Sneh
(foto del autor AGY).
“¡Ah, ese asombroso y trágico siglo veinte!”, escribió el inglés Eric Hobsbawn. El caso del escritor Simja Sneh (1908-1999) resulta un retrato perfecto de una individualidad en aquella tormenta:
sobreviviente de los campos nazis de Polonia, soldado en el frente ruso y en la Brigada Judía en Italia; luego sobreviviente de los atentados a la Embajada Israelí y la Amia en Buenos Aires. Finalmente, un notable escritor yiddish que escribía también en castellano y que tuvo reconocimiento del Nobel Isaac Singer (1902-1991). Y con éste coincidieron en su crítica a su comunidad por haber sido “tibia” con la dictadura 1976-82. Muchos otros costados de la vida de Sneh también son abordados en esta entrevista, tal vez, la última con la que Sneh estuvo dispuesto a repasar su vida de zozobra. Y como sentenció Simja Sneh al autor de la nota: “Ha sido una vida rica en experiencia… y pobre en dinero. Dicen que los judíos tenemos plata, pero algunos de nosotros sólo juntamos papeles. Es mi único capital, y lo sigo usando.”
Simja Sneh con el premier israelí David Ben Gurion (1950).
Tenía una voz arenosa, que interrumpía o acentuaba con sus pitadas a su interminable reserva de Le Mans Suave. Lo rodeaban en ese departamento de la avenida Corrientes fotos de sus tres hijos, fotos de grandes encuentros con escritores y políticos que pasaron por esa sala en lo que aun se considera el barrio judío de Buenos Aires. Simjah Sneh se describía como escritor Yiddish en castellano…
Tenía una voz arenosa, que interrumpía o acentuaba con sus pitadas a su interminable reserva de Le Mans Suave. Lo rodeaban en ese departamento de la avenida Corrientes fotos de sus tres hijos, fotos de grandes encuentros con escritores y políticos que pasaron por esa sala en lo que aun se considera el barrio judío de Buenos Aires.
Sneh había decidido emigrar a la Argentina en algún momento de los últimos tramos de la Segunda Guerra mundial. Estaba por tomar un tren en Eindhoven para pasar unos días de licencia en Amsterdam. Todavía estaba incorporado a la Brigada Judía del ejército británico. Antes de subir al tren logró comprar una botella de whisky y ya viajando conoció a un marino inglés, que había comprado un poco de pan, queso y carne: un banquete. “Compartimos, nos comimos y tomamos todo. El marino me dijo que se iba a Buenos Aires en cuanto terminara la guerra porque ahí tenía gente conocida… Le pedí que tratara de localizar a un amigo mío cuyos datos tenía. Algún tiempo después, mientras convalecía de una enfermedad pulmonar en Londres recibí carta del amigo perdido que me instaba a viajar a Sud América.”
La obra principal en el periodismo argentino fue su participación en la fundación de la revista Raíces, donde escribió de su comienzo en octubre de 1968 hasta su cierre en 1972. Fue considerada una de las grandes revistas culturales argentinas. Gabriel García Márquez le diría años después a Sneh que todo lo que sabía del judaísmo en la Argentina y de Israel lo había aprendido en las páginas de Raíces.
Sneh y familia pasaron buena parte de la década del setenta en Israel, experiencia que finalmente separó a sus hijos dado que las hijas volvieron a Buenos Aires con Sneh y Bejla y el hijo se instaló en Israel.
El periodista y escritor con uniforme del Ejército británico (1946).
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