El ex Primer Ministro de España, dice que no es posible la paz cuando una parte se ha comprometido a la destrucción de la otra
José María Aznar
La unilateral declaración de un estado palestino, y su reconocimiento internacional, sería un enorme error. Un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos es esencial, pero sólo puede lograrse a través de negociaciones honestas – no por decisión unilateral de cualquiera de las partes.
En los últimos dos años, la Autoridad Palestina se ha negado a sentarse a la mesa de negociaciones con el gobierno israelí, escondiéndose detrás de la excusa de las obras de construcción israelí en unos pocos asentamientos de la Margen Occidental. Al mismo tiempo, sin embargo, ha estado negociando la creación de un gobierno de unidad nacional con Hamas, un grupo terrorista cuyo objetivo declarado es la eliminación de Israel.
El «gobierno» palestino de un unilateralmente establecido y auto declarado «estado palestino», en el que Hamas sea un miembro de la coalición de gobierno, hará que las negociaciones, y mucho menos un acuerdo de paz, sea imposible: no es posible la negociación, y ningún acuerdo es posible, cuando una parte se ha comprometido a la destrucción de la otra.
El presidente de EE.UU., Barack H. Obama, recientemente, ha abogado por un retorno a las conversaciones sobre la base de las líneas anteriores a 1967, con mutuos intercambios de tierras. Pero incluso estas líneas, como originalmente se delinearon en los Acuerdos de Armisticio de 1949, estaban sujetas a negociaciones, de conformidad con las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU, que ambas partes acordaron, en ese momento, sería la base para un futuro acuerdo de paz. Cualquier futura frontera, de acuerdo con estas resoluciones, debe ser el resultado de un acuerdo negociado.
La declaración unilateral de la condición de estado palestino es también un torpemente oculto dispositivo de deslegitimación. Palestinos serios saben muy bien que no cumplen con los requisitos, internos y externos, para convertirse en un estado viable, y mucho menos para convertirse en un nuevo estado miembro de la ONU, con todas sus obligaciones concomitantes. Su objetivo es diferente: la declaración unilateral es, en realidad, sólo otra táctica, dentro de una estrategia más amplia, de avergonzar y deslegitimar al Estado de Israel.
No hay ninguna base histórica, institucional o legal, sobre la cual reconocer hoy un estado palestino, excepto como una especie de «estado virtual», que existe de algún modo en la imaginación de distintas partes, pero que no tiene ningún vínculo con la realidad. En la Margen Occidental, los palestinos dependen fundamentalmente de la cooperación de Israel para funcionar. Otros aspectos más modernos de la condición de estado, tales como el respeto de los derechos humanos, la libertad y una democracia que funcione – todos los cuales se requieren de otros países que buscan el reconocimiento – lamentablemente faltan en el caso palestino.
De hecho, esta carrera hacia una declaración unilateral de condición de estado, incluidas las negociaciones internas de los palestinos con Hamas, está impidiendo la formación más profunda de la sociedad civil en la Margen Occidental, que ha hecho progresos en los últimos años y que es esencial para una paz duradera.
El chantaje llevará al desastre
Una declaración de condición de estado palestino, por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas, será un acto de maniobra política que sólo hará aún más difícil encontrar una solución. La acción unilateral tendrá consecuencias imprevisibles, por lo que el verdadero camino hacia adelante es sólo a través de un acuerdo bilateral.
Este no es el momento para gestos destructivos: es hora de animar a todos a sentarse y negociar, cara a cara, sin condiciones previas que no sean el mutuo e inequívoco reconocimiento.
No puede haber dos estados, viviendo en paz uno al lado del otro, a menos que los palestinos acepten que Israel es el estado-nación del pueblo judío y que los israelíes acepten que el Estado Palestino será el estado para el pueblo palestino. En ausencia de esta base, no tendrá lugar ningún verdadero progreso.
El gobierno de Jerusalem ha dicho, en numerosas ocasiones, que está dispuesto a hablar. Ahora es el momento de la verdad para los palestinos. Deben elegir la negociación, con todo lo que implica una negociación, incluyendo concesiones por ambas partes.
La alternativa para los representantes del pueblo palestino es seguir demonizando a su único posible socio en la negociación, mientras esperan que la comunidad internacional incline la balanza a su favor. Pero el chantaje llevará al desastre. Las negociaciones deben llevarse a cabo de buena fe y no como un medio de ejercer diversas formas de presión internacional.
Es hora de que la comunidad internacional, comenzando por la ONU, diga que el tiempo de jugar juegos y de hacerse ilusiones ha pasado. Negociaciones serias sólo pueden ser llevadas a cabo por los propios israelíes y palestinos, sin importar la cantidad de ayuda o de buena voluntad que se provea desde el exterior. Un Estado Palestino declarado unilateralmente, que no sea el producto de negociaciones bilaterales, es pedir que Israel acepte lo inaceptable.
La diplomacia exige, sobre todo, la negociación y el acuerdo, no demandas unilaterales impuestas con desprecio.
Todos tenemos un sincero deseo de ver un Estado Palestino junto al Estado de Israel, viviendo una paz duradera y estable. Por consiguiente instamos, a todos los líderes de la Unión Europea y del mundo occidental, a rechazar de manera inequívoca la posición actual de la Autoridad Palestina. Instamos a los palestinos a que vean que la única manera en que pueden tener su propio Estado es a través de un acuerdo con los israelíes. Ninguna otra opción debería ser apoyada por la comunidad internacional.
Sólo el diálogo sincero y el reconocimiento incondicional de cada parte, por parte de la otra, pueden ser la base para nuevas negociaciones. Sólo el diálogo sincero y el reconocimiento incondicional de cada lado por el otro, puede sentar las bases de un estado palestino viable en el futuro próximo.
José María Aznar, ex Primer Ministro de España
http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4096005,00.html
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusion: www.porisrael.org
JOSE MARI, tenemos las mismas ideas,te voté varias veces y tendrías que haberte presentado para Presidente de España otra vez.Estoy totalmente de acuerdo contigo referente a los Palestinos,éste pueblo o cambian de mentalidad,o toda su vida será un infierno.Es una pena que no sean más inteligentes y echen a tantos «amigos» que dicen que tienen pero que no es verdad,porque muchos hablan pero ninguno los ayudan,a no ser que hagan un buen teatro hacia el exterior, para que las naciones vean que son un pais importante y al mismo tiempo justificarse de que los va ayudar.Todo es mentira, estan más sólos que la una.Si Israel no los ayudara, tendrían que estar viviendo en Siria o Iran.Un fuerte abrazo y que salga pronto un Presidente del PP,para que saque a España de la miseria que está metida.