Una entrevista sobre dolor, nostalgia y optimismo.
Ana Jerozolimski
Esther Wachsman, que perdió a Najshon (19) , uno de sus hijos, en un atentado de Hamas en octubre de 1994, se debate entre el dolor y la alegría. Sabe que a su hijo no lo recuperará nunca y le molesta ver a su asesino salir hoy de la cárcel israelí. Pero se alegra al saber que otra madre, Aviva Shalit, vivirá un destino diferente, al recuperar hoy a su hijo, el soldado secuestrado hace cinco años, Guilad, que es puesto en libertad a cambio de 1027 presos palestinos.
P: ¿Qué siente al saber que el responsable de la muerte de su hijo será puesto en libertad a cambio de Guilad Shalit?
R: Yo sabía , desde que comencé a apoyar a la familia Shalit, que podía suceder que pagara este precio. Mi esposo Yehuda y yo visitamos muchas veces la tienda de protesta de los Shalit en el correr de los últimos años. Cuando llegó la noticia sobre el acuerdo para su liberación, estábamos en un casamiento, pero de allí nos fuimos directo hacia donde ellos estaban, porque me era clave abrazar a Aviva y Noam. El precio, ver al asesino de mi hijo liberado, ya lo sabía. Sabía que sería puesto en libertad. Lo único que puedo decir es que lamento que no haya pena de muerte en Israel.
P: ¿Porque si están presos tienen chance de salir?
R: Claro. Pero el dolor es porque mi hijo no volverá nunca más a casa. Pero si otra madre puede recuperar a su hijo, yo lo apoyaré con todas mis fuerzas. Por eso me alegro tanto por Aviva Shalit.
P: ¿Es posible comparar entre lo difícil de la incertidumbre con la certeza de que el ser querido ya no volverá?
R: La incertidumbre, el no tener idea de cómo va a terminar todo, aunque en nuestro caso fue sólo una semana, es una situación totalmente intolerable. Yo no sé como los padres de Guilad Shalit lograron mantenerse en pie más de cinco años. Recuerdo que aquella semana desde el secuestro de Najshon hasta su muerte, yo creí que me enloquecía.
P: Hamas trató de confundir y aunque lo tenía en una casa en la aldea Bir Naballah en Cisjordania, dijeron que estaba en Gaza..
R: Así es. Difundieron un video desde Gaza. El entonces Primer Ministro Rabin proclamó que estaba en Gaza y dijo que por lo tanto Yasser Arafat es responsable de su destino ya que Arafat había recibido el control de Gaza ya tiempo antes. Pero yo dije en los medios que Arafat no es el responsable por el destino de mi hijo. Najshon fue secuestrado cuando vestía uniforme de las Fuerzas de Defensa de Israel, nosotros somos ciudadanos de Israel y sólo usted, le dije a Rabin, es responsable por su destino.
P: Murió en el intento de rescatarle en un operativo militar..¿Ustedes sabían algo?
R: No, no sabíamos nada. Recién después que todo terminó, el viernes de noche, a la hora en que expiraba el ultimátum dado por Hamas, yo esperaba que se abriera la puerta y él entrara..pero no entró..En su lugar vino un General del ejército a notificarnos sobre su muerte y lo que había sucedido. Nos dieron todos los detalles. Antes del funeral, el sábado a la medianoche, llegaron aquí a casa el Primer Ministro Itzjak Rabin y el Jefe del Estado Mayor Ehud Barak. Nos llevaron a Yehuda y a mi a una habitación y nos contaron todos los detalles de lo que había sucedido. Luego Yehuda nos pidió que salgamos Barak y yo. Quería quedarse sólo con Rabin. Le dijo lo que piensa sobre lo sucedido y Rabin salió de aquí llorando.
P: ¿Consideraba que había sido un error hacer un operativo militar?
R: Claro que sabíamos que la intención de Rabin era buena, quería rescatar a Najshon. Pero luego oímos todos los detalles sobre cómo se dieron las cosas , las dudas sobre qué unidad de élite haría el operativo…ya no importa..todo está en manos de Dios. Pero todo nos sumió en una gran depresión. En la semana de duelo, “shivá”, multitudes llegaron a casa a dar su pésame. Yo ni sé quién vino y quién no. No era yo mismo en aquellos días. Ahora puedo decir que me alegra que no hayan encontrado el escondite en el que tenían a Guilad Shalit, ya que si hubieran intentado rescatarlo, quizás devolvían hoy un cadáver.
P: Es que el principio que proclama “no se negocia con terroristas” suena muy bien hasta que el riesgo es palpable ¿verdad?
R: Hasta que el secuestrado es tu hijo. Rabin dijo que no se rendiria a chantaje. Yo me dirigí al Presidente de Estados Unidos, al Presidente de Francia, vinieron a casa expertos en Oriente Medio que conocen bien el Islam, llamaron de aquí a diversos líderes religiosos en países islámicos inclusive con los que Israel no tiene relaciones diplomáticas. Todos proclamaron que no le harán nada a Najshon. También Ahmed Yassin, jefe de Hamas, dijo que no lo dañarán. Pero llegó el operativo militar, el intento de rescate. Todos los soldados de la unidad de rescate estuvieron aquí en casa y nos contaron. Cuando el oficial Nir Poraz que participó en el operativo ya había sido baleado mortalmente, y las cosas se complicaban, les gritaron a Hamas “nos iremos, nos les haremos nada, sólo entréguenos al soldado”. Pero ya se oyó un disparo y les respondieron: “vuestro soldado está muerto”. Hasta ese momento, estaba vivo.
P: ¿Cómo se sigue adelante? Cada uno de sus siete hijos es un mundo para los padres…
R: Claro…no importa cuántos hijos hay, cada uno es todo. Pero en lo que sí tiene que ver que hay varios hijos, es que no había alternativa: había que seguir adelante. Yo tenía otros seis hijos, los menores, los mellizos, cumplieron 8 años el día que sepultamos a Najshon. En la misma fecha,, años después, salvando las diferencias, nos nació un nieto que ahora cumple Bar Mitzva, y leerá la misma parasha que tocaba aquel sábado que enterramos a Najshon. La fecha era 14 de octubre, aunque nosotros, claro está, lo señalamos según el calendario judío, el décimo día del mes de Jeshvan.
P: ¿Qué lugar ocupaba Najshon en la familia?
R: Era un niño sumamente alegre y sociable, no aguantaba ver peleas. Cuando sus hermanos se peleaban, él era el que hacía las paces. Tenemos un hijo con problemas y él era el que más se ocupaba y dedicaba a él, le construía torres y ciudades de lego, era un alma pura…Y yo pienso ahora también en todos mis hijos, cuando veo la liberación de más de 1000 terroristas, y pienso si no estarán en peligro. Yo perdí a mi hijo, Najshon, pero en estos años me convertí también en la madre de Guilad. Y mi única opción era apoyar el intercambio. Si había aunque sea una chance de que su madre vuelva a abrazar a su hijo, no podía concebir que no hagamos todo para concretarlo. Sé que hay muchos padres que perdieron a sus hijos y que se sienten diferentes. Y los respeto porque sé exactamente lo que están viviendo.
P: Es que en este debate entre el riesgo y el precio que se paga, lo único plenamente seguro, al parecer, era que Guilad moriría en manos de Hamas si no se lo libera…
R: Se habría convertido en otro Ron Arad..
P: El co piloto israelí que desapareció en Líbano…esta semana se cumplieron 25 años y nunca se lo recuperó.
R: Así es. Habría desaparecido….Ahora se abrió una última ventana de oportunidades..Si lo hubieran llegado a trasladar a Irán, como parece que sucedió con Ron Arad, nunca más lo vemos. Yo estoy plena con mi conciencia y mi alma, por haber apoyado a Aviva Shalit. Otros padres se sienten diferente y no sólo que los entiendo sino que puedo identificarme con ellos. Están furiosos porque los asesinos que degollaron a sus hijos, son puestos en libertad. Pero yo actué tal cual yo sentí que debía hacerlo.
P: Esther, recuerdo que hace muchos años, hubo un encuentro entre Yehuda, su esposo, y el padre del asesino de Najshon…¿Cómo fue aquello?
R: Yehuda fijó una condición terminante antes del encuentro: que el padre escriba una carta y proclame ante un abogado, que él condena lo que hizo su hijo y que su hijo merecería pena de muerte. Recién después que cumplió esa condición, se encontraron.
P: Del dolor por la pérdida de Najshon salieron fuerzas para hacer cosas por otros, para ayudar..¿Verdad?
R: Así es. Yehuda hace miles de cosas distintas. El optó por ese camino, estar ocupado desde la mañana hasta la noche. El tenía ya de antes título en Física y Matemática y ahora terminó el título en Biología. Dirige diversos grupos, de padres solos, de esquizofrénicos, de ciegos..Hace muchas cosas. El mismo actúa en una compañía de teatro para gente con necesidades especiales. Yo soy más introvertida. Dedico mi energía a la organización “Shalva”, en cuyo marco construimos “Beit Najson” ( “La casa de Najshon”) , un lugar donde se trata a niños con deficiencias mentales. Cuando terminan sus estudios en el sistema de educación especial, van allí y el lugar es no sólo un marco en el que los entretienen sino en el que les dan todo tipo de tratamientos profesionales , fisioterapia, hidroterapia, tratamientos a través del arte, de la música, de computación. Todo eso se hace en “Beit Najshon” que se construyó con donaciones. Para mi, ese es el mejor monumento en su memoria, ayudar a los vivos, no un trozo de metal que no ayuda nada.
P: Esther ¿cómo ve el futuro? ¿Siempre habrá que seguir luchando?
R: Yo tengo mucha fe en el Todopoderoso. No creo en gobiernos, en líderes, en tribunales. No les tengo fe. Todos lograron violar mi confianza. Mi única fe es en el Creador. Y siento optimismo, que él sabrá guiar bien a su mundo.
P: Pero necesita un poco de ayuda acá abajo ¿no?
R: Por supuesto. Y yo lo enfoco siempre con optimismo, no con desesperación.
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