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| sábado abril 20, 2024

UNESCO se supera a sí misma


Julián Schvindlerman

Comunidades – 7/12/11

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A fines de octubre, UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, desconcertó a más de uno cuando renunció voluntariamente al 22% de su presupuesto para recibir al inexistente estado de Palestina en su seno. Uno puede entender la motivación palestina en alcanzar la membresía allí; es un poco más difícil comprender la decisión del organismo de la ONU en otorgarla a semejante costo.

Ya desde los años setenta, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) lanzó una agresiva campaña de penetración política de casi todo el sistema de la ONU con el fin de ganar legitimidad institucional. UNESCO ha sido tradicionalmente receptiva a las inquietudes palestinas, y así le extendió rango de observador ya en 1974. El entonces líder Yasser Arafat decidió expandir el éxito a otras agencias del foro multilateral llegando incluso unos años después -en 1988, al declarar la independencia palestina desde Argelia- a postular al estado palestino ficticio a la admisión como estado en UNESCO, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Mundial del Trabajo. Entonces, Washington advirtió que cortaría sus aportes monetarios a toda agencia de la ONU que diese a la OLP el rango equivalente al de un estado. La iniciativa palestina fracasó.

 

Décadas después, la OLP obtuvo su revancha. Este año, el sucesor de Arafat al mando de la OLP, Abu Mazen, postuló exitosamente a Palestina como miembro pleno ante UNESCO. Washington cumplió con su palabra y así un ente creado para promover cultura, ciencia y educación perdió alrededor de ochenta millones de dólares que ya no podrá destinar a esas nobles misiones, a cambio de brindar una victoria diplomática simbólica a la OLP.

 

Al poco tiempo UNESCO tomó otra decisión sorprendente, conforme ha reportado United Nations Watch desde Suiza. El mes pasado, su Junta Ejecutiva eligió por unanimidad a la Siria de Bashar al-Assad a dos comités, uno de los cuales aborda temas humanitarios. Ello fue extraño en varios sentidos. La Junta comprende a varios países occidentales (Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña entre otros) que usualmente presionan a la ONU hacia la adopción de resoluciones condenatorias contra países violatorios de normas humanitarias, y Siria -en estos momentos especialmente- se ha erigido como un violador abismal de tales normas humanitarias al asesinar a más de cuatro mil quinientos de sus propios ciudadanos en lo que va del año según estimaciones de la propia ONU. No menos inexplicable ha sido el hecho de que las naciones que nominaron a Siria a esos dos comités de UNESCO fueron árabes, las que al día siguiente de esa elección, reunidas en la Liga Árabe votaron a favor de suspender a Siria de su seno precisamente por no detener la feroz represión.

 

Unos días antes de este acontecimiento, UNESCO incurrió en otra conducta bizarra aún para los estándares del universo ONU. El 4 de noviembre, el diario de izquierda israelí Haarezt publicó una caricatura que mostraba al premier Binyamín Netanyahu, secundado por su Ministro de Defensa Ehud Barak, diciendo a aviadores de la Fuerza Aérea a punto de volar hacia Irán para destruir su programa nuclear: “¡Y a vuestro regreso, atacarán la oficina de UNESCO en Ramallah!”. Claramente, el diario estaba burlándose de lo que percibía como una actitud prepotente del gobierno israelí en relación a Irán y a UNESCO. Pero los oficiales unescinos lo tomaron de otro modo y la Directora General del organismo hizo citar al embajador israelí a dar explicaciones. “Una caricatura como ésta pone en peligro las vidas de diplomáticos desarmados y ustedes tienen la obligación de protegerlos” dijo Eric Falt, Director General Asistente para las Relaciones Externas e Información Pública al embajador israelí Nimrod Barkan. Estupefacto, el embajador debió explicar al oficial que su gobierno no controla lo que la prensa israelí publica. Luego de ser informada del caso, la cancillería israelí hizo llegar una carta a las autoridades de UNESCO en la cual preguntó: “¿Qué es exactamente lo que UNESCO quiere de nosotros, que enviemos a nuestros mejores muchachos a defender el staff de UNESCO o que cerremos el diario?”. Touché.

 

Dado el celo de UNESCO en preservar la integridad de sus diplomáticos y en resguardar su imagen institucional, podría tomar nota de esta caricatura (detectada por UNW) publicada el 30 de septiembre pasado en el diario Al-Watan de Qatar. Si mal no recuerdo, el gobierno de Qatar controla a la prensa local. 

 
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