Israel es, para la industria de defensa de EE.UU., lo que un arrendatario triple A es para un centro comercial – un valor potenciador y una atracción de arrendatarios y clientes.
De hecho, los CEOs de Intel, Microsoft, Motorola, IBM y muchos otros gigantes de EE.UU., coinciden en que las tecnologías israelíes han jugado un papel crucial en la competitividad global de estas empresas. George Gilder, un gurú de la alta tecnología de EE.UU., sostiene que «necesitamos a Israel tanto como Israel nos necesita a nosotros».
Contrariamente al conocimiento convencional, las relaciones entre EE.UU. e Israel no son una calle de sentido único (EE.UU. da e Israel recibe), sino una calle de dos sentidos. Son de mutuo beneficio, una relación ganar-ganar, que se extiende al brazo estratégico de EE.UU. Contrariamente a la simplificación convencional, las relaciones entre EE.UU. e Israel trascienden el conflicto árabe-israelí y la cuestión palestina.
Israel ha trabajado con soldados de EE.UU. en su camino a Irak y Afganistán, y compartió con ellos su experiencia única en el manejo de coches bomba, ataques suicidas, artefactos explosivos improvisados (AEIs) y misiles anti-tanque, ayudando así a salvar vidas estadounidenses. El Brig. Gen. Michael Vane, subjefe del Estado Mayor de Comando de Capacitación y Doctrina del Ejército de EE.UU., sostiene que la experiencia israelí jugó un papel en la derrota de los terroristas en el Triángulo Sunita de Irak.
Según el Senador Daniel Inouye, presidente pro tempore del Senado, presidente del Comité de Apropiaciones y ex presidente del Comité de Inteligencia, «El alcance y la calidad de la inteligencia recibida por EE.UU. de Israel, excede al alcance de la inteligencia recibida de todos los países de la OTAN combinados».
De acuerdo al Asistente de la secretaria de Estado de EE.UU., Andrew J. Shapiro, «Israel sirve como una piedra angular de nuestros compromisos de seguridad regional. Desde enfrentar la agresión iraní, trabajar juntos para combatir las redes terroristas transnacionales, hasta detener la proliferación nuclear… la tecnología israelí está resultando fundamental para mejorar nuestra Seguridad Nacional y proteger a nuestras tropas. No hay más que mirar a Afganistán e Irak, donde se está utilizando la tecnología de blindaje israelí en los vehículos militares de EE.UU. y equipos innovadores, tales como el especialmente diseñado ‘vendaje israelí’, que se usa para tratar a nuestros soldados… las fuerzas de EE.UU. e israelíes, también participan en numerosos ejercicios, durante todo el año, para poner a prueba conceptos operacionales, mejorar la interoperatividad, y practicar operaciones en terreno urbano y de contra terrorismo…»
En 1970, mientras EE.UU. estaba empantanado en Vietnam, Israel demostró su postura de disuasión. Israel obligó a revertir una invasión siria pro-soviética a Jordania pro-EE.UU., que también amenazaba la supervivencia de los regímenes del Golfo Pérsico, pro-EE.UU., ricos en petróleo, evitándole así a EE.UU. un desastre económico y de seguridad nacional. Y no se requirió de ninguna bota de EE.UU. en el terreno.
En 1981, Israel ha demostrado su fuerza en la lucha contra la proliferación nuclear y su capacidad como productor de seguridad nacional, destruyendo el reactor nuclear de Irak, disminuyendo así las confrontaciones nucleares de EE.UU. con Irak en 1991. En 2007, Israel destruyó un reactor nuclear sirio-iraní-norcoreano en Siria. Las tácticas de combate de Israel fueron compartidas con prontitud con la Fuerza Aérea de EE.UU.
El fallecido Gen. Alexander Haig, quien fuera comandante supremo de la OTAN y un ex Secretario de Estado de EE.UU., definió a Israel como «el más grande, más probado en batalla y rentable portaaviones de EE.UU., que no requiere de una sola bota de EE.UU., no puede ser hundido y está ubicado en una zona muy crítica. Si Israel no existiera, EE.UU. tendría que desplegar unos cuantos portaaviones reales más hacia el flanco oriental del Mediterráneo, con un costo de alrededor de $20 mil millones anuales, que han sido ahorrados gracias al estado judío».
Los eventos sísmicos en la Calle Árabe – que aún no han alcanzado su punto culminante – subrayan la endeble y furtiva naturaleza de los regímenes, políticas y alianzas árabes. El tormentoso Invierno Árabe – que podría ser seguido por un ardiente Verano Árabe – destaca los violentos aspectos impredecibles de una bala-una revolución, de cada régimen árabe.
La próxima retirada de EE.UU. de Irak, la creciente volatilidad de Medio Oriente, las crecientes amenazas a los críticos intereses económicos y de seguridad nacional de EE.UU., la profundización de la participación rusa y china en la región, la creciente vulnerabilidad de los regímenes árabes pro-EE.UU. y la política de Turquía cada vez más orientada al Islam, han arrojado luz sobre Israel como el único aliado estable, confiable, capaz, democrático e incondicional de EE.UU. – una anomalía regional y una rareza mundial.
http://www.israelhayom.com/site/newsletter_opinion.php?id=875
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Difusión: www.porisrael.org
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