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Los radicales de Egipto están eliminando la conexión del país con Occidente, pero ¿a alguien le importa?

Guy Bechor

Ynetnews

Publicado: 22.12.11 / Israel Opinion

Apenas fue mencionado en los medios de comunicación israelíes y mundiales, pero el siguiente evento concierne a la totalidad de la civilización occidental: El sábado pasado, grupos violentos de radicales islámicos salafistas quemaron el famoso instituto científico establecido por Napoleón en Egipto, después de su primer encuentro con Occidente. Algunos historiadores lo consideran el comienzo de los tiempos modernos en Medio Oriente.

El sitio, L’Institut d’Egypte, contenía unos 200.000 libros originales y raros, exposiciones, mapas, hallazgos arqueológicos y estudios de Egipto y todo Medio Oriente, basados en el trabajo de generaciones de investigadores occidentales. La mayoría de las reliquias se han perdido para siempre, quemadas o saqueadas.

Es difícil entender el moderno Medio Oriente sin estos estudios, que sucumbieron bajo un inmenso incendio. El gran edificio estaba situado en el centro de El Cairo e incendiarlo fue un acto simbólico e intencional. Los que quemaron el edificio y sus reliquias, querían quemar la era de la lógica, la ilustración, la investigación y el individualismo.

Ésta fue una grave provocación contra toda la civilización occidental, un deseo de desconectarse de la ciencia, la investigación y la modernidad, usando cínicamente, al mismo tiempo, un medio occidental – es decir, la democracia – para tomar el poder.

No hay que llegar hasta las últimas consecuencias volando las pirámides, como algunos de los salafistas de Egipto desean hacer después de que lograron alrededor del 35% de los escaños del nuevo Parlamento (junto con el 40% de la Hermandad Musulmana) y no hay razón para llegar tan lejos como Afganistán, donde los talibanes volaron las enormes estatuas de Buda. La eliminación del pasado no-musulmán de Egipto ya está aquí.

Cualquier cosa que se remonte a los faraones, que sea antiguo o que sea occidental, está destinado a ser destruido, y la misión ya se ha iniciado del modo más simbólico: El comienzo de la era moderna de Egipto, que los salafistas tratan de borrar y, de hecho, reescribir. Ésta es una batalla para escribir la historia de Egipto y del mundo árabe y musulmán.

 

El silencio de la UNESCO

Este fenómeno no es nuevo, y en Jerusalén, también, vemos elementos, asociados con el Islam político, tratando de borrar cualquier indicio de la existencia judía de 3.000 años allí, en el Monte del Templo, por ejemplo – existencia que es anterior al Islam.

En 1258, los mongoles quemaron la inmensa biblioteca de Bagdad, conocida como la «Casa de la Sabiduría». Contenía escritos raros que han desaparecido para siempre, Platón, Aristóteles, Pitágoras y otros pilares de la civilización occidental. Todo lo que sabemos hoy es que estos libros existieron, sin embargo, después del terrible incendio de Bagdad, fueron quemados para siempre. Los mongoles trataron de conseguir el mismo objetivo que los salafistas de Egipto: Borrar el pasado y mantener sólo su presente.

Todo esto sucede mientras el confundido Occidente alaba a la nueva democracia establecida en Egipto, sin comprender que esta democracia está borrando el Egipto histórico que estaba íntimamente conectado con Occidente y su cultura; un nuevo Egipto se levantará sobre las ruinas del gran incendio. Lo que estamos viendo aquí no es una batalla por el poder, sino más bien, una batalla por la percepción, la memoria, el patrimonio y la historiografía; es decir, la escritura de la historia.

Curiosamente, esto está ocurriendo, de entre todos los lugares, en Egipto, un estado que siempre exigió la devolución de los hallazgos arqueológicos que les quitaron, como parte de su ethos nacional. Artefactos de la época de los faraones siguen manteniéndose en Londres y en París, sin embargo, Israel ya ha devuelto todos los hallazgos arqueológicos que descubrió en el Sinaí. Ahora, es dudoso si Egipto sería capaz de proteger sus propios museos, que también enfrentan la amenaza de incendios y saqueos.

¿Y quién se supone que elevará el tono y gritará en relación a la quema del pasado occidental de Egipto? ¿Quién se supone que está muy preocupado por el hecho que las autoridades egipcias están teniendo problemas para proteger sus propios museos? La UNESCO, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Sin embargo, no hay mucho que esté sucediendo allí. Bueno, no podemos culpar a esta organización; después de todo, está preocupada admitiendo a «Palestina» en sus filas.

http://www.ynetnews.com/articles/0,7340,L-4165576,00.html

Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld

Difusion: www.porisrael.org

 
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