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| miércoles noviembre 20, 2024

Declaración de Doha


Johanan Dahuh Halevy

Jerusalem Center for Public Affairs

07 February 2012

El Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas y el jefe de Hamas, Khaled Meshal, firmaron, el lunes, la “Declaración de Doha” con la mediación del Emirato de Qatar, el Sheikh Hamad Bin Khalifa Al-Thani.

La Declaración de Doha, incluye los siguientes puntos:

– Continuación de los pasos para el funcionamiento de la OLP por medio de la creación de un Consejo Nacional palestino, en paralelo a las elecciones para la presidencia y el parlamento.

–          Segundo encuentro de la comisión para la puesta en funcionamiento de la OLP, el 18 de febrero,  en El Cairo.

–          Conformación de un gobierno de acuerdo nacional, basado en tecnócratas y encabezados por el Presidente Mahmoud Abbas,  cuya misión consistirá en ejecutar las elecciones para la presidencia y el parlamento, comenzando con la reconstrucción de Gaza.

–          Continuidad de las actividades de las comisiones acordadas por el documento de conciliación, firmado entre las partes en diciembre, en El Cairo y que son: la comisión de libertades generales autorizada a ocuparse de temas de liberación de  prisioneros; la  apertura de instituciones, cerradas en las épocas hostiles entre las partes; el retorno de los activistas de Fatah a Gaza; reordenamiento del tema de los pasaportes y libertad de trabajo en las comisiones de conciliación social, destinadas a ocuparse de las compensaciones a las familias de los muertos en enfrentamientos violentos entre Fatah y Hamas.

–          En el marco del acuerdo, Abu Mazen anunció –  para la construcción de confianza-  la liberación de 64 detenidos en las cárceles de la Autoridad Palestina en Cisjordania. Por el momento, no se trasmitió el nombre de los detenidos liberados pero cabe suponer que,  la mayoría, pertenecen a Hamas a  partir de su firme demanda  a liberar a todos los “prisioneros políticos” como condición esencial para la conciliación entre las partes.

 Primeras significaciones

El acuerdo convierte a Abu Mazen en la autoridad suprema de todos los organismos de la Autoridad Palestina, a  la par de su carácter de jefe de la organización Fatah, Abu Mazen se desempeña, también, como líder de la OLP, Presidente de la Autoridad Palestina y con prontitud también como Primer Ministro palestino. La designación del “Presidente” como  Primer Ministro se opone a la ley básica palestina, pero sirvió de acuerdo  (en el marco del desacuerdo entre Fatah y Hamas) sobre el tema.

Las descripciones son muchas pero su sentido práctico es pequeño dado que, la Declaración de Doha, al igual que el acuerdo de conciliación de El Cairo que lo antecedió, no expresan un reconocimiento sincero, por parte de Hamas, al liderazgo de Abu Mazen o sus atribuciones como líder del pueblo palestino. Se trata de una afirmación de la boca para afuera, cuyas razones son tácticas y destinadas a permitir el acceso oficial del movimiento Hamas a la OLP en el marco de nuevas elecciones al Consejo Nacional palestino y abonar el terreno a las votaciones  presidenciales y parlamentarias.

Los líderes de Hamas intentan materializar la estrategia de la Primavera Árabe en el ámbito palestino  suponiendo que cuentan con la posibilidad de obtener la mayoría absoluta en las elecciones a las instituciones palestinas representadas y, así, completar el control histórico sobre el movimiento nacional palestino. En otras palabras;  Abu Mazen es considerado en ese contexto como guardián del umbral que abre puertas ante el caballo de Troya.

Hamas no ve ningún sentido político al previsto gobierno de tránsito, encabezado por Abu Mazen y ello se reconoce en la limitación de atribuciones al gobierno para ejecutar las elecciones a la presidencia y el parlamento y trabajar por la reconstrucción de Gaza. Desde el punto de vista de Abu Mazen su designación a la función de Primer Ministro le habilitará el reconocimiento internacional al gobierno palestino (a pesar del acuerdo con Hamas) y le dará un espacio de maniobra en los contactos con la comunidad internacional, tanto en el margen político como en la necesidad de obtener dinero de ayuda.

La Declaración de Doha, al igual que acuerdos similares entre Fatah y Hamas, reitera la necesidad de concretar los acuerdos entre las partes y esa cuestión marca, una vez más, la dificultad de materializar la unidad institucional en el ámbito palestino a la luz del declarado intento, por parte de Hamas, a ocupar la posición principal en la representación del pueblo palestino. Ambas partes requerirán conducirse con mucha creatividad a fin de superar los  obstáculos ante las elecciones, comenzando por la necesidad de unir las separadas instituciones civiles y de seguridad en Cisjordania y la Franja de Gaza y siguiendo por la división del presupuesto.

Ambas partes persiguen, en esa unión,  un interés esencial. Hamas ve, en esa medida, la oportunidad de conseguir el cargo privilegiado y reforzar su estructura en Cisjordania, mientras Fatah es arrastrada a la conciliación a partir de obligadas circunstancias y la internalización de lecciones y significados de la Primavera Árabe, que condujo  a la pérdida del sostén egipcio y el surgimiento de la fuerza del movimiento de Los Hermanos Musulmanes (movimiento madre de Hamas). Parece, que los jefes de Fatah prefieren nadar con la corriente que permanecer por debajo. De ese modo, Abu Mazen compra el silencio industrial para el período de tránsito pero,  al final, podría encontrarse a sí mismo sin bienes y en minoría en los organismos representativos del movimiento nacional palestino.

La caminata, junto al líder de Hamas Khaled Meshal y la obstinada negativa a reunirse con el Primer Ministro de  Israel Biniamin Netanyahu, pone al descubierto la elección estratégica que hizo Abu Mazen. La vía del acuerdo político no es la predilecta sino la elección de Hamas y de las fuerzas regionales que se consolidan, a partir de la Primavera Árabe, a fin de aprovecharlos como multiplicador de fuerzas –  frente a Israel –  sin la necesidad de realizar concesiones políticas. La liberación de 64 detenidos no es solo un gesto hacia Hamas sino un menaje que la coordinación de seguridad con Israel es, a los ojos de Abu Mazen,  secundaria frente al nuevo-viejo pacto con Hamas.

Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs

CIDIPAL

 
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