David Mandel
Los habitantes de los territorios conquistados por los árabes en el Medio Oriente eran predominantemente cristianos. Los conquistadores «arabizaron» a sus nuevos súbditos, imponiéndoles su idioma y su cultura. La gran mayoría de la población se convirtió al Islam o fue obligada a convertirse, pero hubo quienes se resistieron, y no abjuraron de su religión cristiana. Sus descendientes continúan viviendo en el Medio Oriente, árabes en todo sentido excepto en su religión. Los árabes cristianos, quienes, durante siglos fueron tolerados como dhimmis, (denominación de los cristianos y judíos que vivían en Estados islámicos, en posición social inferior, con limitación de ciertos derechos y obligación de pagar impuestos especiales), hoy sienten que están en peligro y que necesitan emigrar.
En Túnez, país donde comenzó la ola de rebeliones a las cuales se les dio el optimista nombre de «Primavera árabe», los 22,000 católicos que viven allí están alarmados porque los líderes de la revolución pretenden basar la nueva constitución en la Shaaría, (sistema musulmán de leyes teocráticas).
En Afganistán todas las iglesias han sido demolidas, y no se permite la construcción de nuevas iglesias.
En Irak dos terceras partes de la población cristiana han abandonado el país en los últimos años debido a la campaña de bombas en cerca de 60 iglesias y asesinatos de sacerdotes.
En Siria, durante el actual levantamiento, los cristianos, que constituyen 10% de la población, han sido víctimas de asesinatos, violaciones y secuestros.
En Egipto, donde los ocho millones de cristianos, llamados coptos, descendientes de los antiguos egipcios, constituyen algo más del 10% de la población del país, son hoy víctimas de bombas y ataques, están emigrando debido al temor de que el recientemente elegido Parlamento tiene una absoluta mayoría de extremistas islámicos imponga la Shaaría.
En Arabia Saudita está prohibida la construcción de iglesias, y la conversión del Islam al cristianismo se considera un crimen.
En los territorios bajo el control de la Autoridad Palestina los cristianos también están emigrando. En Belén, ciudad con mayoría cristiana hasta hace un tiempo, hoy son minoría. En Gaza son contados los cristianos que aún viven allí.
La única nación en el Medio Oriente donde la población árabe cristiana ha aumentado es Israel, de 34,000 árabes cristianos en el año 1948 a 140,000 hoy, a quienes hay que añadir los 300,000 inmigrantes rusos cristianos que han llegado en las últimas décadas.
Estas estadísticas no han pasado desapercibidas para diversas instituciones cristianas en el extranjero, que han reaccionado en la forma que consideran más apropiada:
- La Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos, en julio del 2004, decidió retirar todas sus inversiones de compañías que operan en Israel.
- La Asamblea de Toronto de la Iglesia Unida de Canadá decidió, en el año 2003, boicotear todos los artículos producidos por asentamientos judíos en Judea y Samaria.
- El sínodo de la Iglesia de Inglaterra votó por retirar sus inversiones de Israel.
- La Iglesia Metodista Británica decidió en junio del 2010 boicotear todos los artículos producidos por asentamientos judíos en Judea y Samaria.
- El World Council of Churches, que representa a 560 millones de cristianos, ha pedido que se boicoteen los artículos producidos en los asentamientos.
- La Conferencia de Obispos Católicos del Medio Oriente, en octubre del 2010, en Roma, pidió a las Naciones Unidas que haga lo posible por dar fin «a la ocupación de territorios palestinos».
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