Lior Haiat
28/3/2012
Uno de los temas que está generando últimamente más interés mediático y más reacciones en la opinión pública, tanto en Israel como en el resto del mundo, es la tensión que provoca por todas partes el plan nuclear iraní. Muchos están centrando su atención en las consecuencias de una hipotética acción contra las instalaciones nucleares iraníes, pero parece que no se está considerando suficientemente las consecuencias de que el régimen de los Ayatolás disponga de la bomba nuclear.
De todos modos, no es sobre esto sobre lo que quiero escribir hoy, sino más bien sobre la reacción de la sociedad israelí ante esta situación. El pasado fin de semana unas 500 personas se manifestaron en Tel Aviv contra un posible ataque israelí y aún más llamativa fue la iniciativa llevada a cabo por ciudadanos israelíes en las redes sociales y que consiste en enviar mensajes de amor al pueblo iraní, destacando así que realmente éste no es un conflicto entre ambos pueblos.
Afortunadamente, unos días después del lanzamiento de esta campaña denominada «We Love You» (Te queremos), empezaron a llegar mensajes de los propios usuarios iraníes y que a su vez transmitían el mismo mensaje dedicado a los israelíes. Es significativo, sin embargo, que en los mensajes procedentes de Irán no aparezcan los rostros ni las identidades de los autores de los mismos, lo cual refleja una realidad en la que mostrar una opinión de este cariz les pone en peligro y en serio riesgo ser castigados por ello. Ésta puede ser también una de las razones por las cuales no hemos visto en las calles de Irán una manifestación del mismo tipo, en la que se inste a sus propios líderes a buscar una solución pacífica a la crisis. Si nos hiciera falta alguna prueba más, ésta lo sería, de que se trata de una situación no equilibrada, puesto que hablamos, por un lado, de una democracia y, por otro, de un régimen autoritario.
Así, mientras los ciudadanos iraníes se esconden tras su anonimato, su gobierno sí que ha enviado públicamente otro mensaje en un sentido totalmente opuesto. Ahmed Assaf, portavoz de Al Fatah, dijo hace unos días que el gobierno iraní había pagado a Hamás a cambio de evitar su reconciliación con Al-Fatah. Ciertamente, según el punto de vista israelí, esta reconciliación tiene aspectos no deseados como lo es la legitimación que supondría para Hamás aún sin su aceptación de las condiciones del Cuarteto. Aunque el mensaje iraní lo que persigue en último término es que las acciones violentas de esta banda terrorista no cesen.
Si en Irán existiera la libertad de expresión propia de toda democracia, sus ciudadanos, esos mismos que hoy ocultan su rostro y su nombre, quizá conseguirían que su gobierno no tuviera una política ni lanzara unos mensajes tan opuestos al suyo, que hoy dice querer a los israelíes del mismo modo que éstos dicen quererles a ellos.
Portavoz de la Embajada de Israel
Debes estar conectado para publicar un comentario. Oprime aqui para conectarte.
¿Aún no te has registrado? Regístrate ahora para poder comentar.