UN Watch ha sido especialmente crítica de la actuación del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, tanto por su tendenciosidad anti israelí como por su estructura misma, que permite que países abiertamente violadores de los derechos humanos sean miembros y se conviertan en jueces inclusive de auténticas democracias.
Esta ONG fue fundada hace 18 años por el diplomático norteamericano Morris Abram, miembro de la comunidad judía, que era Embajador de su país ante las Naciones Unidas en Ginebra. Cuando era un joven abogado en Georgia, Estados Unidos, activó junto a Martin Luther King en el marco del movimiento en pro de la igualdad de derechos a los negros en el sur y marchó de su brazo por esa lucha.
A raíz de las recientes votaciones en el mencionado Consejo, que desató también serias polémicas en Uruguay al abstenerse nuestro país en la votación sobre la reanudación del mandato de un relator que investigue las violaciones de derechos humanos en Irán, apoyando al mismo tiempo la formación de una comisión en relación a los asentamientos, pedimos a Hillel Neuer analizar lo que sucede en dicho foro.
Este es un resumen del diálogo mantenido.
P: Hillel, la organización que usted dirige condena el desempeño de la ONU, especialmente del Consejo de Derechos Humanos, en relación a la protección de los derechos humanos en general y a lo que consideran una línea anti israelí en particular. ¿Esto significa que no se puede criticar a Israel?
R: En absoluto. UN Watch no considera que no se puede criticar a Israel, Es más, creo que Israel, como el resto de los países del mundo, debe rendir cuentas, tiene sus obligaciones. Pero lo que pasa en las Naciones Unidas es que aproximadamente el 50% de las resoluciones que se toman son contra Israel, mientras que no se hace nada contra la mayoría de países en las que hay violaciones de derechos humanos: Arabia Saudita, Cuba, China, Zimbabwe, Venezuela…nada.
Cada tanto hay algo contra Irán, muy general, sin condena de las violaciones.
P: ¿En qué se manifiesta en la práctica esa línea tendenciosamente anti israelí que usted menciona?
R: En el Consejo de DDHH en Ginebra tienen una agenda. En cada sesión hay un día dedicado al tema de Israel, algo que no pasa con ningún otro país del mundo. Hay una serie de temas…recuerdo ahora claramente que del orden del día a tratar, siempre el tercero es derechos políticos en general, el cuarto se refiere a todos los países del mundo y el séptimo, siempre, es “las violaciones de los derechos humanos en los territorios árabes palestinos ocupados”.
Todos los años, en marzo, junio y setiembre, cuando hay sesiones, un día es dedicado a todo el mundo y otro día a Israel. Es inconcebible. Y en un día, aprobaron cinco condenas a Israel.
Nosotros no decimos que Israel es perfecto. Hay derecho a criticarlo y hasta diría que es obligación hacerlo cuando hay motivos para ello. Pero cuando está claro que eso se hace por las motivaciones de los regímenes más crueles del mundo, que actúan como si tuvieran el derecho y la autoridad moral a ser los jueces y los fiscales en temas de derechos humanos, es ridículo, inaceptable.
P: Este tema tiene dos caras…por lo menos. O sea, esos países critican a Israel en forma exagerada, pero además, actúan como si en sus fronteras todo estuviera bien…
R: Exactamente. Hace un año que se habla de la así llamada “primavera árabe”. Al fin se oye que hay 300 millones de árabes cuyos derechos humanos no son respetados , que no reciben la educación apropiada, que no viven en libertad, cuyas mujeres no tienen igualdad de derechos..Pero en las Naciones Unidas yo no oí nada al respecto. Nada habla de eso. ¿En Egipto no se respeta los derechos humanos? No sabía…en la ONU no se habla de eso…Egipto, en el Consejo de Derechos Humanos, presenta mociones de resolución contra Israel…
¿Y Siria hasta ahora? ¡No sabíamos que ahí hay problemas! Pero Siria se permite presentar mociones de resolución contra Israel por la supuesta “violación de derechos humanos en el Golan”. Esto, a pesar de todos los años de represión de sus ciudadanos por parte de su régimen, que no comenzó ahora. El régimen cruel tiene ya años aunque recién en el último año haya titulares al respecto.
También está el caso de Libia. Cuando Khaddafi estaba al frente, Libia fue elegida para presidir el Comité de Derechos Humanos de la ONU. Fue en el 2003…y en el 2010 fue reelecto al Consejo, tras la reforma.
Y ahora hay quienes se preguntan cómo es que se dio la “primavera árabe”…pues yo creo que uno de los motivos por los cuales los regímenes árabes pudieron seguir haciendo lo que querían es que el Consejo de Derechos Humanos hizo siempre caso omiso de las violaciones y les dio legitimidad. Contra esos fenómenos es que nosotros luchamos.
P: Podría decirse que al menos, es una gran cosa que pueden actuar…es que la ONU no tenía obligación de recibirlos ¿verdad?
R: No era seguro en absoluto que nos recibieran. Creo que hay algunos países que hasta ahora se arrepienten. Si hoy se votara, dudo que nos aceptaran. Turquía , por ejemplo, votó a favor..Pero hoy no creo que lo hiciera. Cuba ya dijo que quiere sacarnos del organismo pero por ahora no lo ha logrado.
Cuba siempre estuvo en el Consejo y es muy fuerte. Este año sale, porque según el reglamento cada seis años hay que salir por un año, pero en su lugar trata de introducir a Venezuela.
P:¿ Cómo se puede explicar fenómenos que ocurren en el Consejo de Derechos Humanos, como el hecho que Libia llegó a presidirlo? Y me refiero, antes de tocar el tema de la tendenciosidad anti israelí.
R: Hay que recordar que el predecesor del Consejo actual fue creado en base a los mejores ideales, en 1946, por Eleanor Roosevelt, la mujer más conocida en el mundo en lo referente a la lucha por el humanismo y los derechos humanos, junto con René Cassin, filósofo judeo-francés, arquitecto de la Carta de Derechos Universales. Ellos fundaron este organismo en base a los mejores ideales. Pero con los años fue cambiando. El Consejo se convirtió en un bloque político con mucha fuerza, con capacidad de condenar a diversos países y la paradoja es que precisamente los países más abiertamente violadores de los derechos humanos, quisieron estar allí para garantizar que no se los condene a ellos ni a sus aliados.
Es así que Sudán se sumó, también China..y hoy entre sus 47 países miembros están China, Arabia Saudita, Rusia, Cuba entre otros y uno de los nuevos candidatos es Venezuela. También hay democracias, pero son la minoría. Y los países se rigen por intereses. Hay muchos países islámicos con petróleo, con poder en las Naciones Unidas ya que son 56 en total los países islámicos en la ONU.
Hay una alianza de déspotas, China, Cuba y muchos otros..y las votaciones son contra Israel, sin que se pueda decir que el trabajo del Consejo tiene algo que ver con los derechos humanos…
P: ¿Todo está siempre tan mal por esos lares…o hay algunas luces?
R: Hay algunas excepciones. Este año hubo algunas votaciones positivas en el tema de Libia y de Siria…
P: Libia en los tiempos de Khaddafi fue suspendida del Consejo ¿verdad?
R: Así es. El problema es que cuando se instauró el nuevo régimen la devolvieron, por lo cual yo dije que es prematuro, que lo que se sabe por ahora no es nada positivo y que hay que ver cómo se desarrolla la situación en Libia antes de permitir que sea nuevamente parte del Consejo, pero no ayudó.
P: ¿Y Siria?
R: Siria no era miembro del Consejo de Derechos Humanos, pero sí está en UNESCO, en el comité de derechos humanos. Nosotros nos opusimos con fuerza, pero Siria está allí..
P: Increíble…¿Diría que los dos problemas principales en el funcionamiento del Consejo de Derechos Humanos de la ONU son que se concentra en forma desmedida en Israel y que al mismo tiempo hace caso omiso de violaciones de derechos humanos en países árabes , islámicos y otras dictaduras?
R: Así es. Pero además, se distorsionan los principios básicos, independientemente de un país u otro. Están los fundamentos del Consejo en base a los cuales se fijaron sus principios de fondo, pero el funcionamiento del Consejo los neutraliza cuando, por ejemplo, dice que está prohibido criticar a países islámicos..Hay países que al violar derechos humanos universales, alegan que es cuestión de cultura. Dicen, por ejemplo, que en su cultura pueden matar homosexuales aunque otros no lo hagan…Ese es su planteamiento. Y cuando se acepta algo así, se está distorsionando los principios básicos del Consejo.
LA EMBAJADORA URUGUAYA EN EL CONSEJO Y EL VOTO LATINOAMERICANO
P: Desde hace unos meses, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones está encabezado por una diplomática uruguaya, la Embajadora Laura Dupuy. ¿Cómo ha sido su relación con ella? ¿Han tenido contacto?
R: Me reuní con la Embajadora uruguaya. Aprecio que haya dedicado tiempo a reunirse con nosotros y a darnos oportunidad para intercambiar opiniones. Durante un mes de sesiones yo hablé varias veces y ella me lo permitió. Cuando se trató el tema de Libia, hubo sin embargo un incidente. Resulta que hace un año y algo se abordó el tema de Libia y la mayor parte de los oradores, de países dictatoriales, elogiaron a Khaddafi en el tema de derechos humanos. La sesión de conclusión formal de las sesiones se postergó y se realizó recién el mes pasado. Formalmente, fue aprobado ese informe que incluía los elogios, por lo cual yo dije que aquella sesión en la que hubo tantos elogios a Libia en el tema de los derechos humanos, había sido una farsa injusta y que el tema debía ser tratado de nuevo.
Yo pronuncié mi discurso y la embajadora Dupuy me amonestó o criticó de forma indirecta, implícita, no explícita, pero ese no es su rol. Ella no debe hacer algo así sino solamente conceder el uso de la palabra a tal o cual…No debe reaccionar y comentar y cuando sí lo hizo aunque implícitamente, estuvo mal, hizo algo que no debía, señalando que hay que concentrarse en el futuro, no en el pasado. Pero eso me molestó porque lo que se hizo en el Consejo fue terrible. Se colocó una alfombra roja ante Khaddafi aunque no lo merecía, y si se actúa con cierta altura, se puede reconocer que lo que yo digo es cierto..Podían permitirse escuchar unos minutos mis argumentos y reconocer que son ciertos…
Pero la embajadora Dupuy insinuó una crítica y creo que estuvo fuera de lugar. Fuera de ese incidente, creo que ella ha estado bien.
P: ¿Cómo evaluaría usted el comportamiento general de América Latina en el Consejo?
R: Muy problemático. En los últimos años, en el tema de Israel, América Latina ha votado casi siempre con el mundo islámico, mucho peor que antes. Hace unas semanas Guatemala tuvo una actitud muy positiva absteniéndose junto a Camerún en una votación anti israelí. Pero en general Latinoamérica vota de forma negativa. Y esta vez, cuando se votó la renovación por un año del mandato del relator para Irán que investigue las violaciones de los derechos humanos-ni siquiera era votar una condena- Uruguay se abstuvo, lo cual nos pareció sumamente negativo.
NO SÓLO EL TEMA ISRAELÍ
P: Hillel , usted está adentro, en el Consejo y ve lo que está pasando..¿Hay algún mensaje que quisiera transmitir a las democracias del mundo, explicando cuál es la realidad?
R: Nuestro mensaje es algo fundamental. Es necesario usar las herramientas que tenemos a nuestra disposición, para proteger a las víctimas. Hace un tiempo tuvimos un congreso en el que UN Watch junto a otras 20 ONGs trajimos a héroes en la lucha por los derechos humanos, gente que sacrificó todo por ello. Hubo alguien de Irán que finalmente salió de prisión, un activista por la democracia en Cuba que estuvo 20 años preso, activistas de Zimbabwe, China , Birmania, gente que en mi opinión son los más valientes del mundo.. Fue la cuarta vez que hicimos algo así. Combinamos encuentros entre esas figuras y diplomáticos destacados. Ayudamos a un refugiado a encontrar asilo. Y todos nos dijeron que les es de gran ayuda lo que hacemos, que cuando alguien está preso injustamente, le ayuda saber que hay quien lucha por él o ella. En los países libres se puede hablar. Pero en las dictaduras no se puede. Por lo tanto, en el mundo libre tenemos que aprovechar lo que podemos, hablar y denunciar, y no dar para nada legitimidad a los déspotas.
P: O sea que vuestra agenda no se refiere únicamente al tema israelí, a mostrar la tendenciosidad que hay en su contra.
R: En absoluto. Claro que no. La mitad de nuestra actividad se refiere a temas universales de derechos humanos. Tratamos con grupos muy diversos para intentar dar tribuna a distintos grupos que necesitan ayuda.
P: Una pregunta ahora sí, sobre Israel. ¿Cree que es un error de parte de Israel cortar relación con el Consejo en respuesta a su decisión de enviar un relator a los asentamientos?
R: No podría todavía abrir juicio a fondo al respecto. No he podido analizar aún el significado de ello en forma profunda. Pero quisiera decir algo general. Israel quiere ser parte de las Naciones Unidas. No fue sencillo sumarse. El otrora Canciller Abba Eban luchó mucho para que eso se concrete. Al principio no se quería allí a Israel. Finalmente, en 1949, Israel se convirtió en miembro de la ONU, se izó su bandera en el organismo mundial en Nueva York…Israel quiere estar en la ONU a pesar de sus votaciones anti israelíes. Es un foro importante para cualquier Estado del mundo, también para Israel, aunque sea hostil.
Por otra parte Israel tiene derecho, cuando ve un proceso totalmente tendencioso y absurdo, a no darle legitimidad. Pasó en lo relativo al tribunal internacional que trató el tema de la barrera separatoria construida por Israel, al que Israel rehusó en el 2004 reconocerle autoridad. También ha pasado con el Consejo de Derechos Humanos y en el tema del informe Goldstone.
Yo diría que desde un punto de vista táctico se puede cada tanto en casos puntuales no colaborar. Como abogado, si hay un proceso totalmente desequilibrado y tendencioso, le diría a mi cliente no cooperar. Pero cortar todas las relaciones con el Consejo de Derechos Humanos, con la oficina de la Alta Comisionada, no sé…Es un dilema con el que Israel lidia todo el tiempo.
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