Ana Jerozolimski
Semanario Hebreo> Uruguay
Anwar Suleiman (32), de Darfur, escapó de su país en noviembre de 1978, por la situación de guerra, estuvo dos días en Egipto y logró cruzar la frontera a Israel. Hace ya tres años y medio que está en el país y junto a su preocupación por la situación actual de inestabilidad e incertidumbre acerca de su futuro, tiene claros los recuerdos sobre todo lo vivido en Israel.
Esta es la entrevista que nos concedió, el viernes pasado, en Tel Aviv.
P: Anwar, estás en Israel hace ya más de tres años…¿Por qué viniste?
R: No vine por buscar trabajo sino porque soy refugiado. En mi país hay guerra, la situación es sumamente difícil…Yo llegué en el 2008. Mi expediente estaba al principio en manos de la ONU y luego pasó al Ministerio del Interior. Nosotros pedimos al Estado de Israel que nos ayude. Queremos a Israel, nos gusta acá la gente, vinimos porque en nuestro país hay muchos problemas. Soy musulmán y no tengo ningún problema con Israel. He hecho aquí amigos judíos que me han tratado muy bien.
P: Y hoy, claro está, hay problemas. ¿Cómo resumirías lo que a tu criterio está mal y lo que está bien? Lo planteo en forma un tanto simplista quizás pero el hecho es que vinieron aquí más de 60.000 personas de África, porque tenían motivos para pensar que aquí estarían mejor…¿Eso no era cierto?
R: No, no digo eso para nada. La gente de Sudán comenzó a llegar a Israel hace algo más de siete años. Durante este tiempo, salvo cosas puntuales muy pequeñas, no hemos tenido absolutamente ningún problema. En toda comunidad hay gente que actúa bien y gente que actúa mal. Pero en todo Israel, los refugiados de Sudán no hemos tenido ningún problema. Ahora, es cierto, sí está más complicado. La gente en Israel no quiere a la gente de Sudán, quieren que volvamos a casa. ¿Pero cómo podemos volver? Amamos a nuestro país, pero ¿Cómo podemos volver si hay guerra?
P: ¿Alguien de tu familia ha sido atacado, resultado herido o muerto por los incidentes en ese marco, atacado por las milicias de los Janjawid por ejemplo?
R: De mi familia amplia, el clan todo, sí, pero no de mi familia más cercana. Mis padres y hermanos, por suerte, están todos bien. Pero de la familia extendida hay unos 100 muertos. Mis padres están ahora en Darfur y dos de mis hermanos están estudiando en la universidad en Khartum.
R: ¿Qué pides a Israel?
R: Quisiera transmitir un mensaje..Nosotros amamos a Israel, realmente lo digo. Nos gusta la gente. No tenemos problemas con la población. No queremos que nadie diga que “los negros nos hacen problemas y no son buenos”…Eso no está bien..
P: ¿Te parece que por ahí pasa el tema, por el color? No me parece que el tema sea el color…
R: Sí, ya lo sé..Soy consciente de que Israel es un país chico, con muchos problemas .Pero hay que pensar que en el mundo existe un problema de refugiados …creo que no es bueno que Israel diga que no quiere a los refugiados..
P: Ustedes exigen pues al gobierno que resuelva el problema.
R: Así es…
P: Anwar, si ahora que hay más complicaciones y vuestra situación es más inestable que antes alguien te pregunta cómo es Israel ¿Qué responderías , qué contarías?
R: Yo diría que Israel es un buen país. También la gente lo es. Pero el problema es cuando la política entra en el medio. Si en el barrio Hatikva de Tel Aviv hubo incidentes en los que algunos extranjeros fueron atacados y alguien les gritó “negros afuera”, estoy seguro que es culpa de algunos políticos que hablaron mal, no es algo propio del país ni de la gente aquí. Es un buen país, con buena gente. Pero la política hace cosas malas.
P: Según indicaciones de la ONU, no se puede devolver ni a Sudán ni a Eritrea, por la situación en esos países. ¿Tienes idea qué pasará con ustedes en el futuro?
R: No sé, sé que quisieran que todos nos vayamos. Ahora pueden devolver a la gente de Sudán del Sur y luego se intentará a los demás. Espero que esto se resuelva.
P: Volvamos un poco hacia atrás…¿Recuerdas tu llegada a Israel hace tres años y medio?
R: Por supuesto…Llegué el 17 de noviembre del 2008. Vine de Egipto caminando por el desierto. Alguien a quien le pagué me mostró el camino. Me dijo “hasta ahí es Egipto, luego está Israel”..Y tengo bien clara la diferencia. En la frontera egipcia, nos querían matar…el lenguaje del lado israelí, era otra cosa. Nos decían “bienvenidos”..Tengo esto bien claro en mi mente. Son dos cosas totalmente diferentes. De un lado me querían matar y del otro lado me querían ayudar. Es algo que no olvidaré nunca.
Pero quisiera que las cosas no cambien para mal. Cuando estábamos en Sudán, todo lo que oíamos de Israel era malo, decían que Israel quiere sólo a los judíos, que a los musulmanes los tratan mal..pero cuando vinimos aquí vimos algo totalmente diferente. Y queremos que lo que nosotros vivimos acá hasta ahora, sea lo que podamos transmitir de corazón a nuestros hijos, que eso quede en sus corazones y ellos lo pasen a los suyos…
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