Dore Gold
Jerusalem Center for Public Affairs
16 de Julio de 2012 ·
El principal argumento, esgrimido por los representantes iraníes en el marco de las negociaciones con la delegación “Cinco más uno” en Moscú, el mes pasado, era que según el Tratado de No Proliferación Nuclear de 1968, (TPN), cuentan con derecho legal a enriquecer uranio. Según The New York Times, “Los cinco más uno” respondieron a los iraníes que el Tratado de NPR, no se refiere directamente al “Derecho a enriquecer uranio”. Sin embargo se conoce la tendencia a enriquecer uranio a un bajo nivel del 3,5% a cambio de la renuncia iraní al enriquecimiento al 20%. Cabe recordar que Irán sostuvo su necesidad de enriquecer uranio para la producción de energía dado que no puede confiar en que sus depósitos de petróleo y gas no se vacíen. En respuesta, la Secretaría de Estado hizo un informe donde demuestra que Irán carece de uranio en sus plantas para encender los reactores que se propone construir en el futuro. Es por ello que, la única lógica que puede aparecer detrás de la enorme inversión en enriquecimiento de uranio es que se produce con fines militares y no- civiles.
El juego iraní en el tema del enriquecimiento de uranio no desaparece de los ojos de Occidente. En julio 2006 el Consejo de Seguridad de la ONU, tomó la decisión que exige a Irán el freno de toda actividad vinculada a ese enriquecimiento. La suspensión tenía prevista su entrada en vigencia inmediata y sin limitación de tiempos. A continuación se tomaron otras seis decisiones en el Consejo de Seguridad que imponen sanciones contra Irán por su incumplimiento de las exigencias de la ONU de suspender el enriquecimiento de uranio.
Con el transcurso de los años surgieron cambios en la posición norteamericana con respecto a los análisis del TNP. En 2006, antes de la primera resolución de la ONU sobre la suspensión del enriquecimiento, dijo John Bolton, embajador norteamericano en la ONU: “No se debe permitir, de ningún modo, el enriquecimiento”. En cambio, en diciembre de 2010, en el período en que el gobierno de Obama tomó una política diplomática de “acercamiento a Irán”, la Secretaria de estado Hillary Clinton, dijo a la BBC que, en el futuro, Irán podrá enriquecer uranio con fines civiles.
No hay ninguna justificación para referirse a Irán como un miembro cualquiera entre los países que firman el TNP. Irán esconde sus plantas en Natanz y Fordo y reconoció su existencia solo después de ser descubierta. Todos los informes de la Agencia Internacional de Energía Atómica sobre Irán, desde el año 2008, se refieren a la posibilidad de una dimensión militar en el programa nuclear iraní.
A pesar de todo, las reiteradas demandas de la Agencia de aclaraciones no fueron respondidas. Irán no llega con las manos limpias cuando exige el reconocimiento a su derecho al enriquecimiento de uranio. Irán siempre contó con una cobertura para justificar el enriquecimiento. Ahora habla de submarinos, movidos por fuerza nuclear, que requieren uranio a un nivel del 90%, lo que representa nivel militar. En 1991, tras la invasión de Saddam Hussein a Kuwait y el lanzamiento de misiles hacia sus vecinos, el gobierno de Bush decidió que el régimen iraquí no es merecedor de confianza en todo lo vinculado a la seguridad internacional. Ahora, Irán se encuentra en la misma categoría y por eso no debemos confiar en ese país en relación al enriquecimiento de uranio.
Fuente: Jerusalem Center for Public Affairs
Att. CIDIPAL
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