LA CNN NOMBRA “PIONERO VERDE” A RESIDENTE DE LA ARAVÁ

Billie Frenkel

De YNetNews

¿Qué tienen en común una princesa de Omán, un activista de Kenya, las Olimpiadas de Londres y un experto israelí en energía solar? En que fueron elegidos por la CNN como “pioneros verdes” de alcance mundial como parte de un proyecto del canal de noticias de difundir las actividades de seis individuos que hubieran sido la punta de lanza de proyectos ambientales en sus respectivos países.

   Yosef Abramowitz, uno de los fundadores de Arava Power en el kibutz Ketura, es el único israelí de la lista. Él y su familia hicieron aliá en 2006, y ese mismo año él y sus socios –Ed Hopeland y David Rosenblatt- fundaron Arava Power. Más tarde, Siemens y el Fondo Nacional Judío también se integraron a la sociedad.

   En 2011 la compañía inauguró en el kibutz Ketura la primera granja solar de tamaño medio de Israel. La instalación produce 4,95 megawatts. Actualmente Arava Power está trabajando en otros proyectos solares en la Aravá y en el Neguev, incluyendo un gran campo solar capaz de producir 40 megawatts, que abastecerá un tercio de las necesidades de electricidad de la ciudad de Eilat.

   Arava Power también está trabajando en otros ocho campos de tamaño medio a un costo de unos NIS 800 millones (unos 202 millones de dólares), y está promoviendo la energía solar en el sector beduino. Ya firmó un acuerdo con cinco familias beduinas para establecer proyectos solares para producir 31 megawatts de electricidad.

   Además de su actividad en Israel Abramowitz también es miembro de un foro internacional encabezado por el ex – Presidente Bill Clinton para fomentar la industria solar en Haití como parte de un esfuerzo para reparara la infraestructura destruida en el terremoto de 2010.

   Hablando a YNet desde Nueva York, Abramowitz dijo que “es un honor representar a Israel en el programa (de la CNN). El haber elegido a un israelí para un programa que se ocupa de temas relacionados con el medio ambiente muestra cómo nos ve el mundo, como un ejemplo de desarrollo de tecnologías amistosas con el medio ambiente”.

   Eso no significa que no tuviera nada que decir acerca de cómo se implementan en Israel los proyectos de energía solar, especialmente sobre la falta de coordinación entre los varios ministerios del gobierno y acerca de las cuotas fijadas para la energía solar. 

   Hablando del campo solar de Ketura, Abramowitz dijo que “por un lado, fue un milagro, porque mucha gente nos decía que nunca lograríamos hacerlo funcionar. Por otro lado, me da tristeza tener que decir que ya ha pasado un año y aún no hay un segundo campo, a pesar de que decenas de compañías están tratando de crearlo”.

   Y eso significa, dijo, que no hay posibilidad de que Israel logre su objetivo de producir el 10% de su energía de fuentes renovables para el año 2020. “Tenemos la oportunidad –como país y como pueblo- de ser ´una luz renovable hacia las naciones´ si hacemos realidad la visión solar de David Ben-Gurion”.

   “Necesitamos un Primer Ministro que se imponga el objetivo de vencer los obstáculos creados por la burocracia”, concluyó Abramowitz.