The Times of Israel
12 de diciembre, 2012
Raphael Ahren
Mientras que los académicos del Derecho Internacional debaten el peso del status de “Estado observador no-miembro”, en ultima instancia, la carga está sobre los palestinos para mostrar que s pueden actuar como un poder soberano.
En la mañana posterior a la votación que actualizó a Palestina como Estado observador no-miembro, representantes de Naciones Unidas quedaron perplejos cuando miraron el banquillo de la delegación en el Hall de la Asamblea General. Una firma, que solía decir “Palestina”, había sido reemplazada con una firma que decía “Estado de Palestina”- incluso a pesar de la máquina especial que siempre produce esas firmas en Naciones Unidas estaba, temporalmente, fuera de servicio. Representantes de Naciones Unidas dieron a los miembros de la delegación palestina- que lo produjeron en algún otro lugar- que no estaban autorizados a cambiar la firma por su cuenta y tenían que reemplazarla por la anterior, de acuerdo con Ha´aretz. En tanto Palestina es meramente un Estado no miembro, los representantes insistieron pero no puede solicitar, de manera independiente, que su nombre sea modificado en la firma que adorna su banquillo. De manera que ¿“Palestina” es, ahora, un Estado o no?
El 29 de noviembre Naciones Unidas votó abrumadoramente a favor de una resolución de acuerdo con el status de Estado observador no miembro (con 138 Estados votando a favor, 9 oponiéndose y 41 abstenciones). Pero, ¿un voto en la Asamblea General de Naciones Unidas- donde las resoluciones pro-palestinas tienen una mayoría casi-automática- tiene el poder de conferir la condición de Estado de buena fe a una entidad? De acuerdo con algunos, el status de Estado no miembro implica, con claridad, que Palestina es en verdad un Estado. El liderazgo palestino así lo pensó. “Ahora tenemos un Estado”, declaró el presidente de la AP, Mahmoud Abbas, triunfante en Ramallah luego de regresar de Nueva York.
Abbas sabe, bastante bien, que su victoria en Naciones Unidas cambia un poco en el territorio, y que aun no controla grandes partes del territorio que reclama para un Estado. Pero sostiene que, Palestina, debería, de aquí en adelante, ser considerado un Estado bajo ocupación. La historia sabe de muchos Estados que fueron ocupados por fuerzas extranjeras y no perdieron su status soberano junto con el actual control.
Es posible razonar que, la real soberanía, solo llega con la membresía completa en Naciones Unidas? Actualmente, solo Palestina y el Vaticano mantienen el status de Estado observador no miembro, y uno podría estar tentado de decir que ninguno es un Estado de pleno derecho. Sin embargo, Suiza mantuvo ese status desde 1948 hasta 2002. Nadie podría discutir que Suiza no fuera un Estado real antes , volviéndose, luego, hace diez años, miembro completo de Naciones Unidas.
Kosovo, que declaró su independencia en 2008, ni siquiera tiene el status de Estado no miembro. Sin embargo, la mitad de los Estados miembro de Naciones Unidas reconocieron reconocido al país (incluyendo EEUU, Canadá y 22 de los 27 Estados miembro de la Unión Europea- aunque no Israel).
Claramente, un status de la entidad en Naciones Unidas no solo determina si es un Estado o no. (Buscando clarificar, The Times of Israel solicitó a la oficina de Naciones Unidas en Israel un comentario, pero – hasta el momento – no recibió respuesta alguna)
¿Cuáles son los criterios legales internacionales de soberanía?
“Naciones Unidas no tiene autoridad de establecer Estados”, declaró Alan Baker, ex asesor legal del Ministerio de RREE de Israel. “La resolución actualizó a la delegación observadora palestina a un estado no miembro para propósitos internos dentro de Naciones Unidas y sus organismos constituyentes”, escribió en Ha´aretz. “Las resoluciones de la Asamblea General no pueden determinar el derecho internacional. Estas no pueden obligar a los Estados. Son recomendaciones no vinculantes que indican las posiciones de los países que las votaron”. Los criterios de soberanía aceptados internacionalmente incluyen” territorio unificado, capacidad de gobierno responsable y disposición para cumplir con las obligaciones internacionales”, destacó Baker, agregando que “aun el partidario palestino más optimista no podría sino acordar que los palestinos tienen un largo camino para transitar antes de cumplir con esos requerimientos”.
Baker se refirió a ciertas medidas destacadas en la Convención de Montevideo de 1933 sobre los Derechos y Deberes de los Estados, que fueron tradicionalmente reconocido como el punto de referencia para determinar lo que constituye un Estado bajo la ley internacional. De acuerdo con el primer artículo de la Constitución, un Estado necesita tener las siguientes cualificaciones: a) población permanente
b) territorio definido
c) gobierno y
d) capacidad para entablar relaciones con otros Estados.
El Artículo 3 establece que “la existencia política del Estado es independiente del reconocimiento por parte de otros Estados”, lo que lleva a Baker y a otros a sostener que el hecho que 138 Estados otorgasen a Palestina el status de Estado no miembro, no significa que sea un Estado, dado que no cumple con los cuatro criterios).
En verdad puede decirse que Palestina, tal como existe hoy, no cumple con todos los requerimientos de Montevideo. Mientras que tiene una población, un territorio definido (la resolución de Naciones Unidas habla de “fronteras pre-1967”) y lazos diplomáticos con otras naciones, es imposible decir que la AP tiene un funcionamiento de gobierno que impere en el área que reclama para un Estado. Gaza está manejada por Hamas y, los Acuerdos de Oslo, que la OLP firmó con Israel en 1993 otorgan a los palestinos un cierto nivel de autonomía sobre algunas zonas de la Margen Occidental. Pero nadie podría reclamar que los palestinos tienen completa soberanía.
Sin embargo, el criterio de Montevideo, que forma la base de lo que se llama la teoría declarativa de soberanía, no es el único punto de referencia que ayuda a determinarla. Una escuela de pensamiento contradictoria, conocida como la teoría constitutiva, dice que el Derecho Internacional solo reconoce a una entidad como Estado si fue reconocida por otros Estados. Los seguidores de esta teoría sostendrán que, dado que la gran mayoría de las naciones del mundo votó a favor del Estado palestino, Palestina tiene que ser considerado un Estado. Algunos expertos legales parecen inclinados a combinar las dos escuelas de pensamiento cuando consideran la cuestión palestina.
“El reconocimiento colectivo puede perfeccionar un cumplimiento- de otra forma- imperfecto del criterio de Montevideo, y alternativamente, el no – reconocimiento colectivo puede evitar el cumplimiento de los criterios”, sostuvo John Cerone, director del Centro de Derecho Internacional y Política en la Escuela New England de Derecho en Boston. “Solíamos decir que el reconocimiento de otras partes es declarativo, pero hoy sabemos que — en realidad- también juega un rol constitutivo”, acordó el Profesor de la Universidad de Tel Aviv, Aeyal Gross. “Cuando se tiene muchos Estados e instituciones de Naciones Unidas que reconocen a un Estado, va a ser muy difícil decir que no es un Estado, incluso a pesar que algunos continuarán no reconociéndolo y diciendo que las condiciones esenciales nunca fueron cumplidas”.
Los criterios de Montevideo pueden proveer de definiciones irrefutables de soberanía, pero la percepción del mundo no puede ser ignorada, dijo Gross, experto en Derecho Internacional. Tomen como ejemplo la República turca de Chipre del Norte. Ankara es el único país que reconoce este “estado”. El resto del mundo considera a la parte norte de la isla Mediterránea como ilegalmente ocupada por Turquía y perteneciente, por derecho, a la República de Chipre. Los turcos podrían ejercen total control sobre el territorio, y cumplir con los otros criterios de Montevideo, pero nadie acepta los reclamos turcos sobre esta área y, por tanto, la República turca del Norte de Chipre no está reconocida como Estado. “Cuando se trata de territorios palestinos ocupados, como esos no fueron parte del territorio de Israel y muchos en la comunidad internacional piensan que los palestinos tienen derecho a la autodeterminación de su propio Estado, es más fácil para la gente aceptarlo como Estado”, dijo Gross.
La pregunta es: ¿reconocer si hay control independiente del territorio o verificar si hay un legítimo derecho de soberanía? Hoy, hay más que una tendencia de mirar los derechos de soberanía: si se tiene el derecho para un Estado y se las arregló para tener algún control sobre el territorio, entonces somos cada vez más deseoso de considerarlos como un Estado, incluso si, de hecho, no se es totalmente independiente”, dijo Gross. Por otra parte, negar la soberanía palestina sería como dar un premio a quellos que niegan a los palestinos sus derechos legítimos, agregó.
A pesar que nada cambió en el territorio desde el 29 de noviembre, la cuestión de la soberanía palestina va más allá del reino teórico. Jerusalén se opuso ferozmente a la solicitud palestina de status de Estado no miembro de Naciones Unidas, considerándolo como una traición del proceso de negociación bilateral, preocupandose que esto podría alentar a los palestinos a creer que pueden obtener una total independencia sin legitimizar y comprometerse con Israel, y temiendo que, la actualización, pueda permitir a Palestina arrastrar a Israel a la Corte Penal Internacional por supuestos crímenes de guerra.
En 2009, el Ministro de Justicia palestino Ali Khashan solicitó a la ICC investigar la conducta de Israel en la Margen Occidental y Gaza. En abril de ese año, la oficina del Fiscal declinó la solicitud, destacando que a causa que el status palestino era el de “observador” y no el de un “Estado no miembro”, no tenía jurisdicción para lanzar una investigación de actos cometidos en Palestina. Hoy, este argumento ya no es más válido, y los líderes palestinos ya amenazaron con llevar a Israel a ICC. Hasta ahora, la ICC fue la madre de la capacidad de Palestina de demandar a Israel. Un día, luego del voto en la Asamblea General, la oficina del fiscal lanzó una breve declaración diciendo que “considerará las implicancias legales de esta resolución”.
El desafío de la ICC será demostrar que su decisión no es una opción política, sino que es el resultado del análisis legal”, escribió Cerone en un artículo para la American Society of International Law. “Cualquiera sea el fallo que tome, probablemente será denunciada como una elección política por los campos de oposición (tanto como otro ejemplo de tendencia anti-Israel en las organizaciones internacionales como cediendo a la presión política ejercida por EEUU). La ley internacional podría no tener una respuesta (de sí o no) a la cuestión de soberanía palestina pero, de acuerdo con el profesor de leyes israelí, Eyal Benvenisti, son los palestinos mismos quienes pueden determinar si ,Palestina, será reconocido como un Estado real ( o no) en el futuro.
“¿En nombre de quiénes las órdenes están siendo dadas? Este es el test principal de soberanía”, dijo. “Si la AP está ejerciendo el poder, que les es otorgado por los Acuerdos de Oslo, significa que son una agencia cuya autoridad está basada en un acuerdo entre Israel y la OLP, que directamente demuestra que (Palestina) no se considera, a sí misma, como Estado”. No se convierte un Estado a través de declaraciones, sino a través de acciones, agregó Benvenisti, considerado uno de los mayores expertos del mundo sobre la cuestión de soberanía en la ley internacional.
“La soberanía es responsabilidad” expresó. “Uno no puede ser un Estado sin la capacidad de actuar como tal. La carga está sobre ellos para probar que son un Estado”.
Att. CIDIPAL
VIVA PALESTINA LIBRE