Lic. Samuel Leillen
Publicado por «AURORA», 31.1.2013
Conocidos ya los resultados de las recientes elecciones nacionales, los analistas-comentaristas-periodistas-políticos- en otras palabras, la ciudadanía toda continúa analizando «que pasará», cada uno según sus sensibilidades y deseos. Mucha tinta y espacio de televisión se dedica aún para exponer conjeturas y predecir consecuencias, perfilándose grandes esperanzas: un 50% de los parlamentarios serán nuevos con edades remozadas.
Sorprende que los resultados en las concentraciones urbanas más importantes de Israel no fueron semejantes a los promedios nacionales. Para reflejarlo, analizamos los datos de las 20 ciudades más grandes de Israel, tres de ellas del sector no judío, que en conjunto albergan al 48% de la población total del país y que proporcionaron 1.8 millón de votos válidos, el 47% del total nacional, (3.8 millones). El promedio de concurrencia a las urnas en el sector urbano judío fue del 64% y en las tres ciudades del sector árabe 56% (En las elecciones del año 2009 la participación árabe fue del 53% del padrón).
CIUDADES ÁRABES
Para el caso, comparamos los centros urbanos más grandes del sector árabe, Nazaret y Um-El Fahem en el Norte y la ciudad de beduinos Rahat en el Negev, con un total de 177 mil habitantes y 57,602 votos válidos, 56% del padrón.
Con la radicalización religiosa pasaron a un boicot a la participación árabe en las urnas israelíes, para que no se interprete que el voto es un reconocimiento a la soberanía judía en Palestina, para protestar por la prolongación del conflicto israelí-palestino y para remarcar la discriminación a la que están sometidos. Con todo, en esta oportunidad hubo esfuerzos locales y exteriores para tratar de aumentar la participación electoral, incluso un llamado de la Liga Árabe que mucho no influyó por considerar el público árabe que la presencia de sus representantes en la Knesset es inoperante y su actuación decepcionante.
Los votos válidos en esas tres localidades se distribuyeron en forma muy particular: en Nazaret y en Um El-Fahem (foco de las tendencias islamistas) el 49-50% de los votantes prefirió a Hadash – «Frente Democrático por la Paz y la Igualdad», el partido comunista conformado por árabes y judíos. Es decir, un 50% de los votantes propició el diálogo judeo árabe y la acción común.
Otro 22-27% fue a Balad – «Pacto Nacional Democrático», partido que promueve el establecimiento de un estado binacional, laico y sin definición religiosa o étnica – es decir sostiene la necesidad de la disolución de una entidad judía soberana.
Estos resultados no son consistentes con los resultados los partidos árabes a nivel nacional, con 349 mil votos válidos: el 40% prefirió al partido islamista, el 33% al partido comunista y un 28% al partido democrático laico. Pareciera que la población rural se rindió fuertemente a la orientación religiosa islámica, mientras que la idea del país binacional laico – la desaparición de Israel como estado judío – fué apoyada por el 28% de estos votantes.
ELECCIONES 2 0 1 3 |
votos válidos |
RAAM |
HADASH (comunistas) |
BALAD (democracia laica) |
partidos «judíos» |
|||
Nazaret |
28,110 |
16% |
49% |
27% |
7% |
|||
Um El-Fahem |
16,032 |
24% |
50% |
22% |
3% |
|||
Rahat |
13,460 |
56% |
6% |
30% |
7% |
|||
En cuanto a Rahat, ciudad del Negev habitada únicamente por beduinos, un 56% votó por Raam Taal – Lista Árabe Unificada y un 30% por Balad. Contrariamente a lo registrado en las otras dos ciudades, sólo el 6% votó en Rahat por Hadash, el partido comunista integrado también por judíos.
Interpretamos que la tendencia contra la sociedad israelí y el carácter judío del país aparece más marcada entre los beduinos del sur. Recordemos que éstos están experimentando una transición social y económica radical por proyectos gubernamentales de reubicación y asentamiento en centros urbanos, cuya aplicación fue acompañada por violentas expresiones de desacuerdo y disgusto por parte de la población implicada.
Como «folclore», agreguemos que los datos registran que en las tres localidades hubo más de 700 votos por los partidos ortodoxos judíos (!), a los que habría que agregar 138 votos en Rahat (!) por el partido religioso Habayt Hayehudi de Naftali Bennett…
LA GRAN SORPRESA: «YESH ATID», «hay esperanza»
La lista de Yair Lapid, en ésta su primera aparición electoral, obtuvo 544 mil votos. No cabe la menor duda que fue la mayor sorpresa: el surgimiento de una nueva agrupación con lemas precisos cuidadosamente redactados, encabezada por el periodista Yair Lapid (49) e integrado por una lista de entusiastas jóvenes aún desconocidos. Carisma y retórica atrajeron la atención y catalizaron el malestar interno de la ciudadanía alimentado por muchos factores: continuación del conflicto regional, protesta social, carga pública, servicio militar discriminatorio, nivel educacional, atención hospitalaria, polarización social, alza de precios, sistema gubernamental, líderes obsoletos, etc.
En 10 de las 17 ciudades que estamos comentando, Lapid obtuvo mayores resultados al 14.3% que lo llevaron a convertirse en la segunda fuerza política del país: desde Hertzliya con 26% pasando por Kfar Saba, Ramat Gan, Rishon Letzión, Tel Aviv y Holón con más de 20% c/u, concluyendo con Haifa, Petaj Tikva, Rejovot y Netanyah entre 15-19% c/u. Son todas ellas ciudades del centro del país (salvo Haifa), próximas a Tel Aviv – base estratégica y promotora de la protesta social.
Haifa registró una participación reducida, sólo el 56% del padrón, unos 141 mil votos válidos, mientras que el promedio de votación de las ciudades grandes fue casi 64%.Tal vez se deba a su mayor porcentaje de árabes. A pesar de haber sido históricamente un bastión de la izquierda, Meretz y Avodá recibieron juntos sólo 20% y Yair Lapid 18%.
En las ciudades de la periferia – Bet Shean, Ashdod, Ashkelon – votaron sólo el 10% por Lapid, manteniendo la disciplina partidaria con el Likud que registró allí alrededor del 40%.
LA GRAN DECEPCIÓN: LIKUD ISRAEL BEITENU 23.3%
En su discurso post electoral, al finalizar el primer recuento de votos, Netanyahu declaró sorprendentemente que «el electorado había proclamado que él debería formar gobierno«, sin recordar que había perdido un cuarto de las bancas que tenía en la Knesset saliente – de 42 a 31, y que estaba al borde de perder las ventajas de su tamaño – resultó el partido que más votos obtuvo, 885,000, 23.3% de los votos válidos – pero su sector programático obtuvo sólo el 50% del total.
Prácticamente ha sido este un evento de protesta general, sin que el público haya captado, o haya querido captar, los logros de este mandato que culmina cuatro años con estabilidad económica asombrosa a nivel mundial, con baja tasa de desocupación, con fortalecimiento de la seguridad exterior, con logros substanciales en el área de la educación. Pero resulta que todo ello no fue suficiente para equilibrar la inacción de los legisladores, los constantes asomos de corrupción y desorden administrativo, la permanente alza de precios, el malestar de las naciones europeas con la diplomacia israelí, la histórica alianza con los ortodoxos judíos.
LOS PARTIDOS RELIGIOSOS
La debilidad del Likud fue aún más marcada en las ciudades con un alto porcentaje de religiosos, y nos referiremos sólo a Jerusalén, Bnei Brak y Bet Shemesh.
En todo el país, Shas logró el 9% de los votos, 332 mil, conservando sus actuales 11 bancas parlamentarias, y «G»-Yahadut Hatorá creció a 196 mil votantes, logrando 7 escaños. Junto con «T´B» – Habait Hayehudí, habrá en la Knesset 30 diputados por los partidos religiosos, y agregando los religiosos de las otras listas será este el cuerpo legislativo con la mayor cantidad de rabinos en la historia del país. Milagros de la democracia… Aquí estará el escollo más apasionante en la conformación de la próxima coalición gubernamental.
Bnei Brak encabeza la lista de las ciudades grandes por la participación electoral: 78%. No hay duda que los partidos sectoriales son más disciplinados en cuanto al voto de sus adeptos. El 60% de los votos válidos fueron para «G´» y 25% para Shas, y tan sólo 4% tanto para «T´B» como para el Likud. El resto recibió migajas.
En Bet Shemesh, 28% fue a «G´» y 18% para Shas, pero «T´B» logró 14% y el Likud 23%. También aquí el resto de los partidos se conformarán con migajas.
Jerusalén registró 50% para los religiosos: «G´» 22%, Shas 16%, «T´B» 12%. Likud obtuvo 22% y otro 21% fue para cinco partidos de centro izquierda. Unos pocos votaron por los partidos árabes.
No cabe la menor duda que fue éste día un ejemplar festival de democracia, pero quedan aún dos etapas críticas: la conformación del nuevo gobierno y su puesta en funcionamiento.
Lic. Samuel Leillen, 27.1.2013
* El. Lic. Samuel Leillen es Estadígrafo, Asesor financiero, Publicista, Conferencista. Miembro Honorario de la Cámara de Comercio Israel América Latina y de CEVI – Cámara de Economía Venezolana Israelí. Miembro de la Comisión de Ética de OLEI – Organización de Latinoamericanos en Israel.
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