Meir Javedanfar
27 de febrero, 2013
CIDIPAL
Algunos conservadores iraníes parecen considerar a la última ronda de conversaciones con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas más Alemania (P5+1) en Kazakhstan, como una victoria. De acuerdo con un artículo publicado hoy en el sitio conservador iraní Mashregh News: Luego de ocho meses de resistencia del pueblo de Irán contra las excesivas demandas de Occidente, finalmente el P5+1 acordó en negociar, dentro del marco de recomendación de Irán en Moscú. Ese acontecimiento es un paso principal en el proceso de negociación y una victoria para el pueblo de Irán.
Mashregh es cercano al ala dura de la la facción conservadora Osulgarayan, que es adherente al Cuerpo de Guardia Revolucionaria Islámica. Su visión que la última ronda de negociaciones puede considerarse como una victoria por Irán es correcta: es una victoria, aunque limitada.
De acuerdo con el informe de Laura Rozen de las conversaciones en Almaty, a Irán le fue ofrecido más que en las rondas anteriores de Bagdad y Moscú. Por ejemplo, en la última ronda de negociaciones, la propuesta actualizada del P5+1 “permitiría a Irán mantener una cierta cantidad de su uranio enriquecido al 20% necesario para uso médico”. Esto podría considerarse como una victoria para Irán, ya que el P5+1 dio marcha atrás de sus demandas iniciales de que Irán sacaría todo su stock de uranio enriquecido al 20 %. Más aun; la propuesta actual del P5+1 llama a la “suspensión” del enriquecimiento al 20 % mientras que el rondas anteriores convocaba a Irán a dejar de enriquecer en Fordow y clausurar el sitio.
En su artículo, Mashregh atribuye el fortalecimiento de la posición de Irán contra Occidente a lo que considera como éxitos iranies, durante los últimos ocho meses, desde la última ronda de negociaciones en Moscú. Estos incluyen la conferencia del Movimiento de No Alineados en Teherán, que tuvo llugar en agosto pasado. Masregh menciona el progreso de Irán en ciencia y en su economía, así como el valor de la Bolsa de Valores de Teherán que se incrementa en el 62 %. También continúa incluyendo la participación del pueblo iraní en demostraciones pro-gobierno celebrando el 34º aniversario de la revolución iraní.
Es probable que ese mensaje que sea usado, por el líder supremo y sus partidarios, para decir que el P5+1 reconoció la fuerza de Irán, y que éste es el motivo por el cual el grupo mejoró su oferta desde la última vez.
Más aun, el nuevo y en apariencia mejorado ofrecimiento del P5+1 llega en un buen momento para el Ayatola Ali Khamenei. Con luchas internas cada vez mayores dentro de los altos cargos del régimen, la ultima oferta puede distraer la atención de los engaños del Presidente Mahmoud Ahmadinejad.
Lo que es igualmente importante es el hecho que, a pesar que la nueva oferta es mejor que los anteriores, está a la altura de las demandas de Irán de un fin a las sanciones, que es muy probable que facilite a Khamenei rechazar los últimos compromisos. De hecho se puede decir que Khamenei tuvo suerte porque el P5+1 no hizo una oferta mucho mejor, uno que pudiera ser más difícil echazar. Si eso hubiera ocurrido, Khamenei hubiese estado en un serio apuro. Rechazar tal acuerdo haría mucho más fácil a EEUU aislar a Irán y para la Unión Europea imponer sanciones adicionales, mientras que, aceptar y alcanzar un acuerdo con el P5+1, podría haber entregado a Ahmadinejad una victoria justo antes de las próximas elecciones presidenciales. Si eso fuera a ocurrir, Ahmadinejad podría usarlo como herramienta para impulsar su postura y credibilidad de sus propios candidatos. Además, sería capaz de usar un acuerdo con el P5+1 durante su término como presidente como una herramienta para confrontar, abiertamente, a sus oponentes dentro del régimen con más vigor, algo que el líder supremo de Irán no quiere.
A la larga, la presión económica y política sobre el líder supremo de Irán es poco probable que disminuya. La economía irani está en depresión mientras que el aislamiento del régimen crece, a diario. Khamenei parece creer que, el tiempo, está del lado de Irán. De acuerdo con su discurso del 10 de octubre de 2012, cree que “es Occidente el que tiene problemas económicos. Deberían saber que la República Islámica se sobrepondrá y que lamentarán perder al pueblo de Irán”. En otras palabras, parece que, en lo que concierne al hombre más poderoso de Irán, el régimen resistirá a las sanciones y que el Occidente,en última instancia, se desarmará porque no puede vivir sin el petróleo de Irán.
De manera que, vale la pena esperar por ahora. Una vez que Occidente vuelva con la gorra en la mano, Irán puede tener la última palabra.
En realidad, eso es improbable que pase. La Unión Europea aprendió a vivir sin el petróleo de Irán. Los chinos y los rusos no están apurados para ayudar a Irán a salir de las sanciones, dado que ambos están usándolas para su propia ventaja.
Una vez que las elecciones presidenciales finalicen, Khamenei tendrá que tomar duras decisiones. Lo que puede empeorar bastante la situación para él es si el P5+1 ofrece un acuerdo mejor, tal como levantar las sanciones al petróleo. A cambio Irán podría solicitar cerrar Fordow y sacar todo su uranio enriquecido al 20 % como un primer paso hacia un acuerdo más extenso. El rechazo puede crear renovadas luchas internas dentro del régimen, algo que Khamenei espera ver que finalicen una vez que Ahmadinejad deje su cargo.
El fracaso del P5+1 para producir una oferta más tentador ayudó a Khamenei hasta hace poco tiempo. De hecho, una de las razones por las que el último ofrecimiento puede considerarse como una victoria limitada para Irán es porque, ambas ofertas previas, por parte del P5+1 fueron tan pobres, que no había dónde ir sino hacia arriba.
Meir Javedanfar es analista del Iranian-Israeli Middle East. Enseña en el Curso de Política Contemporánea Iraní en el Centro Interdisciplinario (IDC) en Herzlya.
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