Ana Jerozolimski
Fotos: Gadi Beris
Semanario hebreo. Uruguay
Bajo el título “Dalí, la mirada de un genio”, se inauguró hace algo más de una semana en la ciudad de Haifa una ambiciosa exposición de la multifacética obra del español Salvador Dalí, que atrae a miles y miles de israelíes al Centro de Congresos de la ciudad. Especial sorpresa causan pinturas sobre temática israelí y judía, acerca de la que al parecer muchos de los llegados al lugar no tenían idea alguna.
Una enorme sala ha sido ambientada para albergar parte de la variada obra de Dali, en lo que es la primera exposición que se lleva a cabo en Israel, incluyendo 500 piezas, entre esculturas, litografías, dibujos y grabados, con quien fuera su amigo cercano y colaborador Enrique Sabater como Curador.
El flujo de gente al lugar es constante y resulta interesante ver entre el público asistente no sólo a adultos sino a numerosos jóvenes y niños, a menudo familias enteras que llegan desde diferentes partes de Israel. A todos recibe en primer término una pared, con frases “geniales” y originales de Dali, escrita en inglés y en su traducción hebrea, que despiertan sonrisas y expresiones de diversión y admiración.
Claro que estas no pueden menos que agigantarse al entrar la gente a la exposición misma, en la que lo primero que se destaca son las enormes esculturas “Unicornio”, “Venus en el espacio”, “Elefante triunfal” y “Alicia en el país de las Maravillas”. La gente posa junto a las esculturas como habiendo descubierto un gran tesoro que vale la pena compartir con los demás.
La exposición despierta asombro por la variedad de estilos y lo que muchos presentan como “la locura genial” de Dalí, un comentario que se oye a menudo de quienes observan con detalle las distintas obras. Una tabla de códigos que explica varios de los símbolos más comunes en las obras de Dalí, es analizada por los israelíes y oímos a algunos exclamando “¡ahora entiendo!”, al leer la explicación sobre el significado de lo que parecen muletas o sobre los muy famosos relojes chatos y estirados, así como sobre las hormigas, los huevos y demás.
Pero indudablemente, lo que más sorprende es la presencia de la temática judía e israelí en la obra de Salvador Dali.
Se destaca el álbum especial que sacó en 1968, en honor al Estado de Israel, bajo el título “Aliyah”, que significa en hebreo “Inmigración”. Allí se incluyen litografías con títulos como “A tí te he dado…”(que hace pensar en el sueño de Jacob de la escalera que va al cielo y que se refiere a la promesa de Dios de la Tierra de Israel), “Se oye una voz” (quizás sobre la zarza ardiente), “Muro de los Lamentos”, “En las costas de la libertad” (en la que aparece un gran barco que traía inmigrantes judíos de Europa a pesar de las prohibiciones del Mandato Británico) , “Hatikva” (que significa “La esperanza” y es el himno nacional de Israel), “Batalla en las colinas de Jerusalem”, “De las profundidades” (donde aparecen alambres de púa y hace pensar en el renacimiento después del Holocausto), “Orah Orah” , pintura de un candelabro alrededor del cual hay gente bailando y hasta el dibujo de quien parece evidentemente ser el fundador del Israel moderno David Ben Gurion (con un pequeño bigote casi imperceptible, al estilo Dali).
En varias de sus obras aparecen letras hebreas perfectamente escritas-o dibujadas.
Al cumplir el Estado de Israel 25 años, Dalí pintó una singular acuarela titulada “Las 12 tribus de Israel” y otra docena sobre cada una de las tribus.
Una original serie sobre los Diez Mandamientos atrajo la atención del público que comentaba sobre la versión “diferente e inteligente” de las Tablas de la Ley.
El tema de las Tablas y de Moisés aparece en forma recurrente en varios dibujos en los que rememora la salida de los judíos de Egipto y las historias de su paso por el desierto. Bajo el título de “Moisés y el monoteísmo”, están “El hambre”, “El sueño de Moisés”, “La pesadilla de Moisés”, “Transferencia de tradiciones”, “Moisés salvado de las aguas” y “El mar partido por Jehová”.
Todo, en medio de una sumamente variadas exposición en la que cada sección bien podría parecer una colección separada de distintos artistas, cada uno con su propio estilo, por un lado con los dibujos de “L´art D´aimer D´Ovide”, por otro los varios de la serie “Don Quijote”, los Doce signos del Zodíaco, el Homenaje a Leonardo con los dibujos sobre profesiones y oficios y las diversas esculturas pequeñas.
La exposición , que todavía se mantiene durante varias semanas, abrió sus puertas durante las vacaciones de Pesaj, la Pascua judía, lo cual hizo posible que mucha gente se haga presente, combinando el interés cultural, lo original del evento y el buen tiempo, para poder desplazarse hasta Haifa, en la costa norte del país… y aprender un poco.
No se podia esperar menos de un genio como Dali