Nitsana Darshan-Leitner
Israel Hayom
1.5.2013
Desde hace meses, la Autoridad Palestina viene amenazando con presentar su solicitud de membrecía a la Corte Penal Internacional [CPI] de La Haya, lo que le permitiría presentar acusaciones por crímenes de guerra contra soldados israelíes y funcionarios de alto rango. Este fue uno de los principales objetivos del Presidente de la AP, Mahmoud Abbas, cuando presentó la candidatura de la AP en la ONU para obtener estatus de estado observador no miembro, porque un año antes, desprovisto de este estatus, la CPI rechazó la petición de membrecía de la AP.
Abbas utiliza esta amenaza como una espada de Damocles sobre la cabeza de Israel. Si el proceso de paz no avanza y si el gobierno israelí construye en E1, usará esta arma.
La CPI está dispuesta a procesar casos que no involucren la masacre y la guerra sin cuartel contra tribus de África. El debate sobre el conflicto palestino-israelí, especialmente cuando Israel está en la posición de acusado, encabeza la lista de deseos del tribunal de crímenes de guerra, que pretende ser la máxima autoridad en materia de derechos humanos. De los cientos de demandas presentadas ante la CPI, elegirá abordar aquellas que más ha deseado: la acusación contra soldados israelíes.
Tales procesos podrían tener funestas consecuencias. La CPI tiene la autoridad para emitir órdenes de detención contra los que condena, y es el deber de los países miembros efectuar estos arrestos. Los soldados de las FDI, por lo tanto, evitarán poner un pie en más de 100 países miembros, como Brasil, Canadá, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Italia, Japón, Jordania, México, Nueva Zelanda, Noruega, Panamá, Portugal, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza y el RU
Esto sería un golpe decisivo, no sólo para los mochileros israelíes recientemente dados de baja en el ejército, sino para todas las unidades de combate, porque los nuevos reclutas tratarán de no integrarlas debido al riesgo que implica. ¿Qué sentido tiene, dirán, no sólo sacrificar tres años en el ejército, sino también, después, la libertad para moverse en el mundo?
De sus dos opciones – comenzar una tercera intifada o recurrir a la CPI – Abbas elegirá la más preferible: la que no conlleva costo en sangre, lo que le otorga méritos ante los líderes europeos por elegir el camino no violento, y que le ofrece las mejores probabilidades de ganar. Se dirigirá a La Haya.
La autoridad de la Haya, sin embargo, es una calle de dos manos. Desde el momento en que la AP se convierta en un miembro, se abre a similares demandas por crímenes de guerra. Sus líderes son susceptibles de verse responsables de crímenes de lesa humanidad y genocidio.
Enviar terroristas para cometer atentados suicidas; lanzar decenas de miles de misiles y cohetes contra comunidades civiles; incitar y dirigir a su propia población y a las fuerzas de seguridad para matar a civiles inocentes, ya que estos esfuerzos se han convertido en cada vez más sistemáticos, hasta el punto de ser una política oficial de larga data contra otra población civil – todos estos son crímenes de lesa humanidad y genocidio. Ya existe tal precedente, luego de que un tribunal federal de Nueva York, en 2007, dictaminó que los crímenes relacionados con la intifada fueron crímenes contra la humanidad, y que las víctimas israelíes del terrorismo tenían el derecho de emprender acciones legales contra aquellos que ayudan e inducen al terrorismo.
La única manera de proteger a los soldados de las FDI del procesamiento internacional es disuadir a la AP de dirigirse a La Haya, y esto se logra amenazándolos con presentar miles de contrademandas contra la AP en nombre de las víctimas del terrorismo.
Consecuentemente, la organización de derechos civiles Shurat HaDin (Centro Legal de Israel), con base en Israel, ha comenzado en los últimos días con un ataque preventivo. Estamos recogiendo testimonios de todo israelí que fue víctima del terrorismo y pedimos que estos testimonios sean publicados en nuestra página de Facebook como pruebas que pueden utilizarse en contrademandas contra los líderes de la Autoridad Palestina por su participación en la comisión de crímenes de guerra.
Si Mahmoud Abbas y el líder de Hamas Ismail Haniyeh quieren ir a La Haya – ahí estaremos para reunirnos con ellos.
La autora es directora de Shurat HaDin, que actúa para proteger los derechos humanos y la seguridad del Estado de Israel.
http://www.israelhayom.com/site/newsletter_opinion.php?id=4173
Traducido para porisrael.org: Jose Blumenfeld
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