Dror Eydar
Israel Hayom
An illusion called territory.
http://www.israelhayom.com/site/newsletter_opinion.php?id=4193
1-El conflicto no incumbe a los territorios. Las naciones árabes tienen territorios en abundancia. Los palestinos también tienen bastantes, no hay judíos en Gaza, y Jordania es en mayoría palestina. Los árabes de palestina podrían haber establecido su estado hace mucho tiempo, pero eligieron no hacerlo.
Durante un siglo, y más desde 1967, hemos intentado ignorar la verdadera naturaleza del conflicto entre nosotros y las naciones de la región. Hemos hablado de repartir la tierra, territorio, intereses, acuerdos de seguridad, y demás. Pero cada vez que pensábamos estar cerca de un nuevo acuerdo de paz, algo ocurría.
Siguiendo la narrativa árabe, que muchos entre nosotros y en Occidente, adoptan con facilidad, la culpa de la ausencia de paz está en el umbral de nuestra puerta. Hasta la amable izquierda israelí, que no acepta la narrativa de la culpa, actúa como si esto fuera verdad.
Piensan: Si les damos un poquito más, si aprovechamos la oportunidad, quizás nuestros vecinos estarán de acuerdo en firmar un tratado de paz.
Ahora, una vez más, están intentando vendernos la propuesta de la Liga árabe, mercancía caducada que nutre la industria de la ilusión izquierdista y ortodoxa hasta que las conversaciones estallen nuevamente. Y el ciclo vuelve a arrancar.
¿Qué hace de la propuesta de la Liga árabe una mejor propuesta? Nada. Los “partidarios de la paz a cualquier precio”, que hay entre nosotros, necesitan justificar su existencia, así que siguen murmurando su credo, que carece de cualquier entendimiento realista de la situación.
2-Es lógico pensar que el conflicto es solo territorial. Los conflictos en Europa que han derramado tanta sangre durante siglos hasta que la voz de la razón y los intereses se impusieron fueron resueltos y reino la paz.
«Dos personas toman una capa. Uno dice: es toda mía y el otro dice, es toda mía. En ese caso, debieran dividirla.
La media de los diplomáticos israelíes y sus contrapartidas en la escala diplomática siguen esa lógica.
Están convencidos de que la clave de la solución del conflicto está en negociaciones razonables, al final de las cuales alcanzaremos la partición de la tierra y con ella, finalmente, la paz.
Pero desgraciadamente, Occidente no ve las cosas en esta región como realmente son.
Una y otra vez, esta lógica occidental se topa contra un muro infranqueable.
Lean la Carta nacional palestina de la OLP y el Fatah, ambos movimientos seculares. Visite los sitios WEB, como Memri y PMW, que traducen el mundo árabe para nosotros.
Lean el lenguaje honradamente y con realismo, y no escucharan la voz de la lógica.
El odio tiene su lógica, también, y muchos conflictos pueden ser analizados. Pero no en este caso.
Los países de esta región no aceptan a Israel como Estado Judío, ente independiente. La mera existencia de Israel representa un desafío sacrílego al mundo musulmán, sus creencias y sus valores.
Israel es un tronco clavado entre sus ojos, una extensión de Occidente en el corazón del suelo sagrado musulmán. Sigan leyendo el texto y las fuentes mencionadas más arriba y verán que estas voces van mas allá de un mero conflicto religioso. La región en la cual vivimos es la cuna de la civilización. Las voces que escucharemos son las de los antiguos mitos.
3-Logos contra mitos.–la palabra contra el mito. Aquí, el mito no significa ficción o fabricación, sino más bien la narrativa de fondo de pueblos y naciones. El Islam tiene solo 1400 años pero esta región ha estado hablando en un lenguaje mítico durante milenios. El mito acompaña a la religión y va más allá de ella.
La aun costumbre de apedrear, libelos de sangre, decapitaciones, asesinatos para proteger o vengar el honor de la familia, la percepción del espacio, la herencia y la tierra, las relaciones entre las tribus en la región, la lealtad tribal contra la lealtad al reino y otros conceptos que son parte integrante de esta región están en un conflicto existencial contra el modo en que Occidente ve estos mismos conceptos.
Imaginemos un encuentro entre un diplomático israelí y su contrapartida palestina:
Ambos hablan un lenguaje internacional (en este caso, ingles) y ambos usan la palabra «territorio”. No es complicado. Un territorio está en disputa, y con buena voluntad por ambas partes, una vez que hemos tenido nuestra cuota de sangre derramada, podemos resolver el «problema » dividiendo la tierra para que podamos vivir vidas normales como vecinos.
Pero no ocurre. De vez en cuando, hay un respiro, después que Israel hace «gestos». Y luego retoman donde lo dejaron en la situación anterior, antes del estallido de la violencia (por el cual, por supuesto Israel es culpado)
4-He aquí una clave para entender la conversación entre bambalinas.
El diplomático israelí fue educado en la tradición de pensamiento occidental, de 2500 años de antigüedad, que coloca la lógica por encima de las emociones o de los mitos. Un territorio puede cortarse por la mitad y compartirse. La frontera puede dibujarse donde uno quiera. El palestino también habla de territorio. Pero para él, las palabras solo son señales, la punta del iceberg, el más fino destello dentro de otros mundos completamente diferentes de los nuestros. Para él, no se trata de territorio, sino del mismísimo suelo, «adamá «en hebreo, del cual viene la palabra «adam», ser humano. Un ser humano sin tierra no es un ser humano. Su propia existencia se pone en entredicho.
Y es aquí donde “dam”, sangre, que también forma parte de la palabra «adama», entra.
Dam, adama, adam: si estos conceptos son los que definen nuestra propia existencia, entonces no tiene Vd. otro remedio que derramar sangre por la salvación de la tierra que le define a Vd como un ser humano.
No me refiero solo al juego de palabras en hebreo, sino a la idea detrás de las palabras.
La percepción bíblica que cristalizo en esta región miles de años atrás es congruente con los mitos de la región. Ningún diplomático involucrado en las negociaciones habla jamás de estas cosas, y estas piezas ausentes provocan una sombra gigantesca de la cual nadie se percata.
Esta es la inconsciencia política que afecta a nuestras vidas mucho mas profundamente que lo haga nuestra consciencia.
5-Considere el problema de los refugiados. Decenas de millones de refugiados han sido echados y erraron en Europa únicamente en el siglo 20, pero finalmente, fueron reubicados.
Porque no hay campos de refugiados en Europa? Después de todo, millones de personas fueron desarraigadas de sus casas. Porque no siguieron siendo refugiados hasta que sus peticiones de retornar a sus casas fueron resueltas?
Porque la Lógica prevaleció. No era necesariamente la lógica de los refugiados, pero al menos era la lógica de los países de Europa: vendar sus heridas rápidamente y dejar que la parte política curase.
No solo ocurría en Europa. Ocurrió también aquí. Durante más de una década, miles de refugiados judíos vivieron en campos de transito en el joven Estado de Israel.
Vivian en tiendas de campaña, en cabañas de lata, en chozas. Yo lo sé. Mis padres estuvieron allí. Estos eran campos de refugiados en todos los sentidos de la palabra. Los campos de refugiados se volvieron barrios, pueblos y ciudades, de los cuales nuestro país puede estar orgulloso. No nos detuvimos para regodearnos en la autocompasión.
Olvidamos la perdida de nuestras posesiones y nuestra anterior forma de vida y empezamos a crear una nueva sociedad.
Entonces ¿Qué resulta singular en cuanto a los refugiados árabes de de 1948?
¿Qué les impidió dejar los campos de refugiados, transformarlos en barrios de los cuales pudieran sentirse orgullosos? ¿Por qué no crearon un estado antes de 1967 o mismo antes, en 1947?
No nos enfrentamos a un conflicto sobre territorios. Ese tipo de conflicto no esclaviza a millones en una eterna guerra contra nosotros. No habrá paz aquí hasta que las naciones de la región no reconozcan a Israel como el hogar nacional para el pueblo judío.
Este reconocimiento no puede ser solo con palabras. Ya hemos tenido bastantes palabras. Ampara educación, libros de texto, los medios, las calles y el discurso político y religioso.
Entiende Vd. que una tarea como esta toma por lo menos cien años?
Lo que necesitamos es paciencia. Y fe.
Traducción: Vera Hachuel/TEU
Estimado Dror,la logica de occidente tampoco vislumbrara una solucion.Si tu revisas el Tanaj,en la parte correspondiente a los profetas,encontraras que los acontecimientos de hoy en dia estan ya alli narrados.De una cosa estoy completamente seguro,nunca mas el judio regresara a la galut,y postulo a que la paz con los vecinos arabes vendra de abajo hacia arriba,es decir desde el pueblo.