Los dirigentes palestinos parecen ser los únicos que NO quieren que exista un estado palestino, al menos uno que no surja de la completa desaparición del estado judío. Si hoy día Israel se publicita como país de emprendimientos (Start-Up Nation, en inglés), las zancadillas de los palestinos a la obtención de un país propio los convierten en paradigma de lo contrario, en una Stop-Down Nation.
En realidad esa expresión no existe en un inglés correcto, y nace por oposición literal a Start-Up. Pero, la consulta al diccionario nos sorprende, ya que en fotografía to stop-down es lo que en español se conoce como número f: a mayor luminosidad del objetivo, menor apertura. Y esa sí que es una buena descripción de la parálisis que los palestinos intentan contagiar al proceso de paz: cuanta más luz se ve al final del largo túnel del conflicto, más se cierran, como si la culminación del camino (que se supone es la obtención por primera vez en la historia de un estado propio de los palestinos) no fuera la meta pretendida.
Para sentarse a hablar de paz en la actual ronda de conversaciones, la parte palestina estableció la pre-condición de la liberación de 104 peligrosos terroristas juzgados y encarcelados por sus asesinatos. Después de cumplir lo pactado con la mitad de los reos, a raíz de la declaración de un ministro israelí acerca de un plan de construcción de viviendas (que el jefe de gobierno israelí desmintió en menos de 24 horas) se paralizaron los encuentros porque el primer ministro no ha dicho que el plan jamás en la vida se pondrá en marcha.
Lo peor de todo no son las absurdas excusas que pone la dirigencia palestina para bloquear cualquier avance hacia su supuesto objetivo vital, sino cómo la prensa internacional (y, especialmente, la española) sigue presentando a Israel como el que pone palos en las ruedas. Y es que es resulta difícil admitir la verdadera postura de los negociadores palestinos (el más destacado de ellos, Saeb Erekat, que tiene el récord mundial como negociador que más tiempo no ha conseguido ni aceptado nada), a menos que uno cometa el pecado de pensar que quizás-quizás el objetivo del liderazgo palestino nunca haya sido tener un estado propio, al menos uno que no suponga borrar todo rastro judío del mapa y recuperar para el Islam y la umma (el pueblo o comunidad) árabe lo que durante un tiempo fue suyo por la fuerza de sus espadas, como también lo fue, por ejemplo, Al-Andalus (aquí mismo, en España).
Es un mal punto de partida para un diálogo y para no seguir estancados en lo mismo (ser vistos como la víctima, gozar de la solidaridad internacional y recibir las mayores ayudas humanitarias per cápita del todo el mundo). ¿Por qué van a querer “emprender” (Start-Up) la aventura independentista? Mejor frenar (Stop-Down) y seguir viviendo de los impuestos de los infieles (incluidos los españolitos, por supuesto) y las simpatías de los que ignoran (y se empeñan en seguir ignorando) la situación real.
Señores judios, por favor dejen de usar la doble moral, las cosas claras, los palestinos no son nazis, ustedes los invadieron y desalojaron de su tierra que Dios les dio, y no son terroristas ellos se defienden con lo poco que tienen, ustedes los abusivos los reprimen con aviones, elicopteros, osea hitler comparado con ustedes un niños de pecho. Bueno pero lo cierto que todo judio verdadero no creo que este de acuerdo en como ese mal llamado pais israel trata a sus projimos en palestina, se que los hijos de Dios no son mentirosos , injustos, menos aun sin amor.