La lucha contra el terrorismo de inspiración islámica España evita que Al Qaeda introduzca explosivos mediante ‘drones’ | Una tupida red preventiva de la Seguridad del Estado vigila camuflada el extremismo islamista creciente | El FBI desvela que la seguridad española ha evitado atentados en España y en Estados Unidos
La seguridad del Estado ha desplegado una tupida red de agentes por toda Catalunya que han tejido un sigiloso sistema de alerta preventiva sin precedentes destinado a detectar y abortar la amenaza terrorista procedente de los grupos islamistas radicales que han acabado por convertir la comunidad catalana en el foco de expansión del extremismo salafí-wahabí en toda Europa. Varios «congresos» salafistas celebrados en tierras catalanas durante el 2013 confirman creciente la importancia que Catalunya ha cobrado en un extremismo que preocupa profundamente a todos los cuerpos de seguridad occidentales, según ha podido saber La Vanguardia de fuentes de toda solvencia de la lucha antiterrorista.
Esta red de vigilancia, dirigida desde Madrid, es la protagonista de una lucha sorda, imperceptible para la ciudadanía, que ha evitado atentados en España y fuera de ella y que ha propiciado la discreta expulsión de activistas que amenazaban la seguridad.
Camuflados entre el amplio colectivo musulmán pacífico residente en Catalunya, que representa más de 26% del censado en España, los extremistas han creado diferentes «bases» desde las que ejercen el proselitismo más radical y se comunican con representantes de otros grupos venidos del exterior. Por esa razón el despliegue de seguridad establecido por el Estado constituye una cara, tupida y discretísima red de observación informativa compuesta por agentes especializados de los servicios de información del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil, del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y también por Mossos d’Esquadra.
La situación general es la siguiente: aunque no ha habido recientemente acciones terroristas en nuestro país el peligro que representan los extremistas no ha desaparecido. Al contrario, el mensaje yihadista crece, muy especialmente en Catalunya. Sólo a título de ejemplo, las fuentes señalan que para el área de Barcelona calculan la existencia de un centenar de extremistas dispuestos a propiciar acciones violentas elaboradas o también del tipo de «autorradicalización» o de «terrorista súbito» (los mal llamados lobos solitarios ya que en ningún caso están solos) como las habidas en Londres, Boston o París. Para valorar esta cifra baste recordar que el 11-S o el 11-M fueron obra de una veintena de personas en cada caso, contando autores y cómplices.
Fruto de esta red vigilancia preventiva, de la que obviamente no es posible dar datos que delaten su funcionamiento, es un dibujo del asentamiento del islamismo extremista en Catalunya que se perfila como el principal foco del radicalismo en España y por tanto en Europa.
Igualmente hay presencia islamista pero en menor medida en Madrid, Ceuta, Melilla, Guipúzcoa y en el llamado corredor mediterráneo. un área de paso y residencia ocasional de extremistas más que de asentamiento propiamente dicho. De este modo el asunto catalán traspasa fronteras de tal suerte que zonas de Catalunya como Tarragona y Girona ya están consideradas en los servicios europeos de Inteligencia como un alarmante foco del radicalismo instalado en la UE. Es decir, según las fuentes aludidas, Catalunya se ha convertido en un punto de referencia universal merced a los mencionados «congresos» a los que acuden ulemas o doctores de la ley islámica llegados desde Arabia Saudí, Kuwait, Qatar o Emiratos Árabes Unidos además de activistas procedentes de toda Europa y de otros puntos de España.
Elemento capital en todo este asunto es el dinero y en Tarragona y especialmente en Torredembarra, los agentes han detectado la llegada de grandes cantidades de fondos procedente de países del Golfo y destinado a financiar el wahabismo y un discurso islámico radical. La oenegé kuwaití Revival of Islamic Heritage Society (RIHS) se perfila como un canal principal por donde discurre este flujo monetario hacia los sectores más fundamentalistas de la comunidad islámica del Tarragonès. Esta oenegé, incluida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en el listado de organizaciones vinculadas a Al Qaeda, habría sufragado los «congresos» salafistas mencionados y la construcción de una madraza (escuela religiosa) cuyo proyecto alcanza los dos millones de euros.
Igualmente, los investigadores han detectado que RIHS ampliará su influencia en España y en Europa ya que han detectado varias entidades islámicas ya han hecho gestiones para obtener fondos de esta institución.
En cuanto a Reus hay detectadas dos asociaciones de corte salafista enfrentadas entre sí desde mediados del 2010. Pero Reus se ha caracterizado precisamente por la organización de esos congresos de formación islámica convocados en paralelo por las mencionadas asociaciones en lo que se considera un intento de hacerse con el control del salafismo desde su zona de influencia. Otro tanto sucede en Vilanova i la Geltrú, donde un líder radical condenado por dirigir una célula que daba cobijo a yihadistas y suicidas, ha cumplido condena y ha vuelto a esta localidad.
Otro punto muy «caliente» es Salt (Girona), un lugar de especialísima atención de la red de vigilancia descrita entre otros motivos por el impulso que supone la construcción de una gran mezquita y centro islámico considerado radical donde se instala una federación destinada a aglutinar comunidades musulmanas en torno a los postulados defendidos por conocidos salafistas muy extremistas y por yihadistas que ya hacen de la guerra santa el motivo de su existencia.
Las fuentes citadas saben de problemas habidos para la financiación de dicha mezquita cuyo coste total ascendería a casi seis millones de euros. Sin embargo, todo apunta que este problema se estaría solucionando con ayuda llegada desde Marruecos. Cabe recordar que, relacionado con el proyecto de esta mezquita/centro islámico, un destacado miembro de la comunidad de Salt fue expulsado de España hace unos meses a raíz de una denuncia del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) «por comprometer la seguridad del Estado».
En Lleida un foco principal de radicalización se localiza en una mezquita cuyo imán y otros radicales identificados son impulsores del wahabismo, es decir del rigor en la aplicación de la charia o ley islámica. Consta que este imán tiene a su servicio a un grupo de personas que impondrían al resto del colectivo musulmán el estricto cumplimiento de la charia, llegando incluso a obligar a niñas a abandonar los estudios cuando llegan a la pubertad. Además, este grupo de radicales fanatizados por el imán, limita al mínimo necesario las relaciones de los musulmanes con la sociedad catalana, habiendo llegado a amenazar e incluso emplear la violencia entre los infractores a sus normas. El imán pide abiertamente a sus fieles que no se integren en la sociedad española, ni en Occidente en general y apoya a los combatientes radicales extremistas de Siria y otros conflictos.
Otro foco de intenso mensaje profundamente antioccidental se está generando en Mollerussa donde este mismo año los agentes han logrado la expulsión de uno de los líderes más extremistas. Pese a esta expulsión el proselitismo salafista en Mollerussa se mantiene merced a un discurso tan radical que los que lo mantienen desprecian a los ulemas oficiales del islam y pregonan sus postulados con una ostensible animadversión por los regímenes imperantes en países musulmanes a los que acusan de «desviados». En Mollet del Vallès hay otro foco. El principal activista está vinculado a una mezquita que a su vez se relaciona con el Centre Cultural Islàmic Català considerado uno de los vehículos de expansión del movimiento Hermanos Musulmanes.
Barcelona capital no escapa al fenómeno que describimos que vigila la red policial estatal desvelada en esta información.
Entre la amplia colonia musulmana residente en la capital catalana han crecido focos de radicalización que en algunos casos han llegado a formar células terroristas ya desarticuladas y células de apoyo logístico al terrorismo, opción ésta última que también se ha dado frecuentemente en otras localidades catalanas. Hay detectados en la actualidad varias zonas de gran actividad en la divulgación de ideas extremadamente contrarias al Estado de Derecho en las que se presta especial atención a la hora de transmitir un mensaje ultra a los niños.
Dos de estos focos, señalan los investigadores, están en El Raval y un tercero en Besós Mar. Estas mezquitas se caracterizan por integrarse en el movimiento pacífico tabligh, especialmente seguido por la comunidad pakistaní. Sin embargo, los extremistas se han infiltrado y se valen de la infraestructura de esta corriente islámica para cubrir actividades que derivan en el terrorismo.
En este sentido hay que recordar que en enero del 2008 fue detenido en Barcelona un grupo terrorista pakistaní con intenciones de atentar en el metro de la ciudad y una mezquita.
Para saber del perfil social y personal de los extremistas de los que estamos hablando hay que acudir al estudio del Real Instituto Elcano realizado por Fernando Reinares y Carola García-Calvo. En su trabajo, basado en condenados por la Justicia, ambos investigadores concluyen que los yihadistas en España son varones entre 25 y 39 años, aunque cada vez más jóvenes. En su mayoría son casados y con hijos. De ellos, ocho de cada 10 son extranjeros, principalmente de nacionalidad argelina, marroquí y pakistaní, pues hasta ahora, sólo un 4,8% de los enjuiciados había nacido en España.
El plan de vigilancia del que informamos en estas páginas tiene estrecha relación con el comunicado emitido el pasado día 10 por la embajada de Estados Unidos en Madrid en el que el director del FBI, James Comey, hizo un balance de la colaboración policial entre ambos países. Comey desveló que la coordinación bilateral había frustrado numerosos atentados terroristas planeados en ambos países, entre ellos, un plan de Al Qaeda para utilizar aviones por control remoto (drones) para hacer llegar explosivos hasta España. Comey reveló que la coordinación antiterrorista había resultado «esencial» para impedir numerosos atentados en los últimos diez años en Estados Unidos, España, Oriente Medio, África y Asia.
Pata sucias. Que «actúen» en sus hogares.