El Primer Ministro de Finlandia, Jyrki Katainen, está determinado a reformar su economía, y cita el éxito de Israel como una nación de “iniciativas” llena de innovación de alta tecnología como su modelo. Con sólo 5.4 millones de personas, un sistema de educación de clase mundial y una mentalidad internacional, Finlandia puede ser más ágil que mucho de sus competidores cuando la producción industrial está en declive y la productividad cayendo.
“Tenemos que reinventar nuestro país”, dijo Katainen discutiendo la tendencia de Finlandia para ciclos económicos de 20 años, el final del último marcado por el declive de Nokia después de una década de dominio mundial. “El mercado mundial cambió. La producción ya no es tan competitiva”.
Katainen apuesta a varios sectores de alta tecnología, en al menos uno de los cuales Finlandia tiene ya hecho un nombre. Las otras están dirigidas al consumidor: la próxima generación de combustibles biológicos (algas y residuos naturales), la tecnología alrededor del uso del agua, y el desarrollo digital en el cuidado de la salud y las industrias de beneficencia. Katainen se refiere a eso como tecnología verde y limpia, industrias de las que el mundo dependerá cada vez más a medida que las poblaciones crecen, la energía renovable que se vuelve más importante y nuevos niveles de eficiencia que son demandados por los negocios.
“La tecnología limpia será uno de nuestros principales grupos que atraerá trabajos y dinero en impuestos”. El crecimiento de Finlandia sufrirá si una nueva dirección siendo ya líder en combustibles biológicos, y exporta algunos de sus productos de bio-energía de próxima generación a Estados Unidos, pero tiene interés en asegurar el mantenerse delante de la curva.
El éxito de Israel de las dos últimas décadas fue construido al conectar capital de riesgo con gente joven, saliendo de las unidades militares especialistas con capacitación en telecomunicaciones, vigilancia y tecnología.
El país abrió nuevos caminos en seguridad en internet, comunicaciones inalámbricas y diseño de chips, atrayendo la inversión de líderes globales tales como Intel. Tiene más compañías registradas en Nasdaq -60 según el último recuento -que cualquier otro país fuera de Estados Unidos además de China. Al preguntársele si Finlandia está buscando lograr algo similar, tanto Katainen como su asesor en jefe asintieron al unísono: “Sí! se parece mucho a Israel”, dice el primer ministro.
Finlandia no tiene la misma pista de talento militar para sus empresas. Pero reformuló sus universidades en años recientes, alejándose de educar profesiones como abogados y enfocándose en entrenamiento en nueva tecnología. “Las universidades son como imanes para la gente empresarial y los capitalistas de riesgo” “Es la primera vez en nuestra historia”, afirman desde Finlandia, “donde la investigación y la empresa están dándose un apretón de manos y creando algo nuevo”.
A través de los últimos cinco años, varias universidades se convirtieron en centros de innovación, y atrajeron capital de riesgo (Estados Unidos y Rusia), construyendo conexiones cercanas con negocios de pequeño y mediano tamaño. “Éste será el punto de inflexión de nuestra economía a largo plazo”. “Eso es algo especial”.
Aunque la base puede estar ahí, Katainen también sabe que Finlandia no puede afrontar perder tiempo. Aunque es una economía calificada triple-A, su competitividad y productividad estuvo en caída desde principios del 2010, después del golpe de la crisis de endeudamiento de Europa.
Con costos de beneficencia e impuestos altos, la tecnología de punta puede ser crítica para la inversión y los empleos necesarios para el crecimiento. LA TECNOLOGÍA ‘VERDE Y LIMPIA’ DE FINLANDIA BUSCA INSPIRACIÓN EN ISRAELEl Primer Ministro de Finlandia, Jyrki Katainen, está determinado a reformar su economía, y cita el éxito de Israel como una nación de “iniciativas” llena de innovación de alta tecnología como su modelo. Con sólo 5.4 millones de personas, un sistema de educación de clase mundial y una mentalidad internacional, Finlandia puede ser más ágil que mucho de sus competidores cuando la producción industrial está en declive y la productividad cayendo.“Tenemos que reinventar nuestro país”, dijo Katainen discutiendo la tendencia de Finlandia para ciclos económicos de 20 años, el final del último marcado por el declive de Nokia después de una década de dominio mundial. “El mercado mundial cambió. La producción ya no es tan competitiva”.Katainen apuesta a varios sectores de alta tecnología, en al menos uno de los cuales Finlandia tiene ya hecho un nombre. Las otras están dirigidas al consumidor: la próxima generación de combustibles biológicos (algas y residuos naturales), la tecnología alrededor del uso del agua, y el desarrollo digital en el cuidado de la salud y las industrias de beneficencia. Katainen se refiere a eso como tecnología verde y limpia, industrias de las que el mundo dependerá cada vez más a medida que las poblaciones crecen, la energía renovable que se vuelve más importante y nuevos niveles de eficiencia que son demandados por los negocios.“La tecnología limpia será uno de nuestros principales grupos que atraerá trabajos y dinero en impuestos”. El crecimiento de Finlandia sufrirá si una nueva dirección siendo ya líder en combustibles biológicos, y exporta algunos de sus productos de bio-energía de próxima generación a Estados Unidos, pero tiene interés en asegurar el mantenerse delante de la curva.El éxito de Israel de las dos últimas décadas fue construido al conectar capital de riesgo con gente joven, saliendo de las unidades militares especialistas con capacitación en telecomunicaciones, vigilancia y tecnología.El país abrió nuevos caminos en seguridad en internet, comunicaciones inalámbricas y diseño de chips, atrayendo la inversión de líderes globales tales como Intel. Tiene más compañías registradas en Nasdaq -60 según el último recuento -que cualquier otro país fuera de Estados Unidos además de China. Al preguntársele si Finlandia está buscando lograr algo similar, tanto Katainen como su asesor en jefe asintieron al unísono: “Sí! se parece mucho a Israel”, dice el primer ministro. Finlandia no tiene la misma pista de talento militar para sus empresas. Pero reformuló sus universidades en años recientes, alejándose de educar profesiones como abogados y enfocándose en entrenamiento en nueva tecnología. “Las universidades son como imanes para la gente empresarial y los capitalistas de riesgo” “Es la primera vez en nuestra historia”, afirman desde Finlandia, “donde la investigación y la empresa están dándose un apretón de manos y creando algo nuevo”.A través de los últimos cinco años, varias universidades se convirtieron en centros de innovación, y atrajeron capital de riesgo (Estados Unidos y Rusia), construyendo conexiones cercanas con negocios de pequeño y mediano tamaño. “Éste será el punto de inflexión de nuestra economía a largo plazo”. “Eso es algo especial”.Aunque la base puede estar ahí, Katainen también sabe que Finlandia no puede afrontar perder tiempo. Aunque es una economía calificada triple-A, su competitividad y productividad estuvo en caída desde principios del 2010, después del golpe de la crisis de endeudamiento de Europa.Con costos de beneficencia e impuestos altos, la tecnología de punta puede ser crítica para la inversión y los empleos necesarios para el crecimiento #informa#
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