Quien no tenga una cuenta en Facebook o Twitter hoy, no marcha de acuerdo a la velocidad de las comunicaciones. El mundo cambió drásticamente, desde que tuvimos acceso a estas plataformas. Cosas buenas y malas ha provocado, porque finalmente, están los individuos detrás de estas cuentas.
Existen personas calificadas y muy profesionales que las utilizan en diversas áreas de la vida social, política y económica, y es innegable el impacto positivo que se produce, cuando estás plataformas son empleadas en causas por personas idóneas, con aptitudes y actitudes profesionales, estudiosas y desprovistas de sesgos de fanatismos en cualquier sentido. Pero cuando esto último no es así, vaya que puede producir daño, en cualquier ámbito o causa en que se les quiera utilizar.
En Israel y también fuera de él, hay personas que equivocan de principio a fín, cuando intentan hablar de Israel y deciden abrir páginas, grupos, blogs o páginas web para hacerlos.
El primer error que cometen, es escribir desde la «infalibilidad». Asumen una posición de defensa a ultranza, incluso disfrazando u ocultando los defectos o errores, hasta incluso llegar a mentir, por esa equivocada visión de infalibilidad que atribuyen a Israel y a los judíos. Craso error, porque aquello precisamente, es el peor enemigo de la Hasbará.
Otro error muy recurrente de estos locuaces propagandistas, es responder a diestra y siniestra como único argumento a cualquier ataque o comentario en contra de Israel y el mundo judío, con un simple «Am Israel jai»..sin ningún argumento o contenido adicional.
No basta gritarle al mundo «AM ISRAEL JAI» como respuesta a todo lo concerniente a Israel, porque termina sonando simplemente vacío, y muchas veces, casi inmoralmente oportunista. Los judíos no se distinguen precisamente por ese cinismo casi literario de la que hacen gala muchos de estos «espontáneos» y no tan «espontáneos» defensores de Israel y de nosotros los judíos. Me atrevería incluso a aventurar, que muchos o muchas, ni siquiera conocen el origen de aquellas tres palabras.
Hay otros, que casi hacen una causa militante sin ningún tipo de escrúpulo, zaherir con la misma intensidad que lo hacen los contrarios. Usan las mismas técnicas de la propaganda que combaten con tanto ahínco, y por cierto, algunos hablan (o escriben) desde la comodidad de sus escritorios a miles de kilómetros de Israel. Aunque por cierto, no tienen ningún problema para descalificar al contrario, enrostrándole como argumentos, «tú no vives en Israel»…como si ellos mismos, vivieran en Israel o en alguna zona de conflicto.
Se olvidan, no todos por cierto, que cuando escriben, escriben de Israel, no de ellos mismos, pero eso no les inquieta o preocupa, de hecho, no tienen ningún «filtro», a la hora de vaciar en palabras, sus propias ideas, estrategias y verdades, y las que casi siempre, o más bien siempre, terminan dañando aún más la imagen del Estado de Israel.
Hay otros, y sin querer ofender a nadie, que hacen ostentación por querer parecer lo más judío o sionista posible. Que no quede dudas que es un completo sionista o judío, (incluso aquellos que no lo son) y pueden llegar a usar la palabra «goy» para descalificar a cualquiera que no piense como ellos, a pesar de tener la misma condición del que resultan.
Por favor, si algo me gustaría que ocurriera, es que se acabara Facebook, Twitter, la web y todo aquello que en nuestros tiempos nos permite relacionarnos virtualmente. Podría asegurar sin temor a equivocarme, que antes de que existieran estas plataformas, la imagen de Israel era mejor. Hoy, no solamente es la propaganda árabe palestina la que daña sistemáticamente la imagen de Israel, mucho ha tenido que ver en las antipatías actuales a nuestro país y a los judíos, la actividad desarrollada ya por años profusamente por muchos espontáneos -algunos de buena fe y otros no tanto-, que sin sentido común, falta de preparación e imbuidos de errores fatales de conceptos básicos, escriben diariamente en portales en Facebook, Twitter, páginas web o blog.
Qué gran servicio le prestarían a Israel, si estos irresponsables silenciaran sus fanatismos, su ignorancia y su falta de preparación en una tarea tan delicada como es la Diplomacia Pública o Hasbara.
Lo que escribo, es fácilmente constatable todos los días…
Por Favor, Cierren Sus Cuentas En Todas Las Plataformas. O Edúquense Y Estudien Para Escribir De Israel Y Del Mundo Judío.
SOMOS MUCHOS JUDÍOS EN EL MUNDO, LOS QUE LES ESTAREMOS AGRADECIDOS!!!
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