Desde el 8 de julio, las Fuerzas de Defensa de Israel se han visto arrastradas a un nuevo y grave conflicto con Hamás, una organización terrorista condenada internacionalmente y vinculada a los Hermanos Musulmanes. La actual escalada ha estado precedida por el trágico secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes por miembros de Hamás, todavía fugitivos, seguido por el también dramático asesinato de un muchacho palestino por extremistas israelíes, ya detenidos y sobre los que recaerá todo el peso de la ley.
Hamás ha dominado la Franja de Gaza desde 2006, y la lleva controlando por completo desde que, en el verano de 2007, expulsara a los miembros de Al Fatah tras una guerra intestina entre ambas organizaciones. La afirmación de que una “ocupación” israelí de Gaza es el motivo de los ataques con cohetes lanzados desde allí contra ciudades de todo Israel carece de base real. Si no se lanzaran cohetes desde la Franja, no habría actos de autodefensa por parte de Israel ni víctimas palestinas. Como demasiado a menudo suele suceder, una gran parte de la opinión pública internacional ha culpado a Israel de una crisis humanitaria que, en su origen, ha sido causada por Hamás y sus letales acciones.
Ante esta distorsión, Friends of Israel Initiative propone, una vez más, que este conflicto sea examinado de manera más objetiva, con honestidad intelectual y un juicio histórico y político consistente. Así, instamos a todas las personas de buena voluntad a que condenen, sin vacilar, a Hamás y a todas aquellas organizaciones extremistas que hacen virtualmente imposible la búsqueda de la paz en Oriente Medio y que, para nuestra consternación, actúan de tal forma que el precio de su extremismo es pagado por los ciudadanos palestinos de Gaza. Es Hamás, no Israel, el principal responsable de la falta de desarrollo económico y cultural en Gaza, pues es Hamás quien desvía la generosa ayuda humanitaria internacional a la compra de cohetes, morteros e infraestructuras militares, mientras fomenta un letal clima de odio contra judíos y cristianos.
Los cohetes de Hamás lanzados contra Israel durante la última década han alterado la vida en el país durante demasiado tiempo. Debido a esos constantes ataques, los niños no pueden ir a la escuela, los negocios no pueden funcionar, y los ancianos y enfermos se convierten en prisioneros en sus refugios. Estos ataques terroristas no tienen más que un objetivo: matar civiles, una intención frustrada en parte gracias a la efectiva defensa civil israelí y a su sistema antimisiles Cúpula de Hierro.
En cambio, Hamás exige que los gazatíes actúen como escudos humanos, como ha alentado a hacer el portavoz de la organización terrorista, Sami Abu Zuhri, y, al mismo tiempo, oculta infraestructuras militares en escuelas, hospitales y domicilios privados, lo que, por desgracia, ha causado víctimas mortales civiles en Gaza. Cada civil inocente muerto, independientemente de su bando, es una consecuencia terrible; sin embargo, éste es un objetivo buscado por Hamás para defender su arsenal y lograr legitimidad internacional como víctima. Antes de que sus fuerzas ataquen objetivos legítimos, Israel avisa, mediante folletos y llamadas telefónicas personales, a miles de civiles palestinos para que abandonen sus hogares y salven a sus familias. De nuevo, esto contrasta con el proceder de Hamás, que, con la clara intención de engañar a la opinión pública internacional respecto a quién es responsable en última instancia de la muertes de palestinos en Gaza, no ha construido sistemas de defensa civil ni refugios; al contrario: como ya se ha dicho, ha animado a los civiles a desobedecer las advertencias israelíes.
Aunque esperamos que las partes en el conflicto de Gaza alcancen pronto un alto el fuego, instamos también a políticos, instituciones internacionales, Naciones Unidas y a la Unión Europea a que vean la realidad tal y como es: hay un agresor terrorista que no responde ante nadie, Hamás, y hay un Gobierno israelí elegido democráticamente que sí lo hace, y que tiene el deber de defender a su pueblo de la agresión. Las desinformadas condenas a Israel no contribuyen a construir la paz: refuerzan a los terroristas y, con ello, condenan al pueblo de Gaza a más sufrimiento. La comunidad internacional, por tanto, debe adoptar las medidas necesarias para acabar con los continuos ataques de Hamás a Israel, para eliminar la propaganda y el contrabando de armas del grupo terrorista y para exigir responsabilidades a Mahmud Abás, que al admitir al Movimiento de Resistencia Islámico en una coalición de Gobierno ha asumido una responsabilidad que ahora debe afrontar trabajando de manera efectiva por la paz. La comunidad internacional también ha de tener el valor de condenar a Hamás por su evidente voluntad de destruir a Israel, y afirmar el derecho del Estado israelí a defenderse.
Friends of Israel Initiative cree que estas acciones por parte de las organizaciones internacionales contribuirán a construir la paz en Gaza y a hacer frente al desafío que supone el terrorismo antidemocrático en todo el mundo, el cual se cobra nuevas víctimas a diario.
- JOSÉ MARÍA AZNAR, ex presidente del Gobierno de España.
- JOHN R. BOLTON, ex representante de Estados Unidos en la Organización de Naciones Unidas.
- LORD WILLIAM DAVID TRIMBLE, ex primer ministro de Irlanda del Norte (1998-2002) y premio Nobel de la Paz (1998).
- LUIS ALBERTO LACALLE, ex presidente de Uruguay.
- KARL-THEODOR ZU GUTTENBERG, ex ministro de Defensa de Alemania.
- GIULIO TERZI, ex ministro de Asuntos Exteriores de Italia.
- RICHARD KEMP, ex comandante del Ejército británico.
- GEORGE WEIGEL, miembro del Ethics and Public Policy Center.
- ANDREW ROBERTS, historiador y escritor británico.
- ROBERTO F. AGOSTINELLI, director ejecutivo del Grupo Rhône, Rhone Capital.
- FIAMMA NIRENSTEIN, política, periodista y escritora italiana.
- CARLOS BUSTELO, ex ministro de Industria de España.
- CARLOS ALBERTO MONTANER, Escritor y periodista cubano.
- RAFAEL L. BARDAJÍ, director ejecutivo de Friends of Israel Initiative.
Israel es un estado terrorista , el saldo de destrucción y terror que dejan a su paso , no lo iguala ningún grupo de la resistencia palestina.